Theodore William Schultz (1902-1998): El economista que revolucionó el desarrollo a través del capital humano
Theodore William Schultz, nacido en una granja cerca de Arlington, Dakota del Sur, el 30 de abril de 1902, y fallecido en Evanston, Illinois, el 26 de febrero de 1998, se convirtió en una figura fundamental de la economía del siglo XX. Su trabajo pionero en torno al capital humano y el desarrollo agrícola sentó las bases para nuevas formas de entender el crecimiento económico, especialmente en contextos de pobreza estructural y subdesarrollo. En 1979, fue reconocido con el Premio Nobel de Economía, compartido con William Arthur Lewis, por sus contribuciones transformadoras al análisis del desarrollo económico.
Orígenes y contexto histórico
Criado en una zona rural de Estados Unidos, Schultz creció inmerso en las realidades del trabajo agrícola, una experiencia que moldearía su visión del desarrollo económico y su énfasis en la agricultura como motor de crecimiento. Inició sus estudios universitarios en 1921 en la Universidad Estatal de Dakota del Sur, obteniendo su licenciatura en 1927. Posteriormente, completó su formación doctoral en la Universidad de Wisconsin en 1930.
Durante estos años de formación, Schultz se vio profundamente influenciado por economistas como Perlman y Commons, representantes de un pensamiento no ortodoxo que priorizaba el análisis institucional y el papel de las condiciones sociales en la economía. Esta etapa coincidió con los inicios de la Gran Depresión, un contexto que desafió las teorías económicas clásicas y lo impulsó a explorar nuevos enfoques sobre el crecimiento económico y la pobreza.
Logros y contribuciones
La carrera académica de Schultz se desarrolló en dos instituciones clave: el College State de Iowa (1930-1943) y la Universidad de Chicago (1943-1972). En esta última, ejerció una influencia decisiva sobre generaciones de economistas y consolidó su pensamiento sobre el papel de la educación, la salud y las habilidades en el proceso económico, acuñando y desarrollando el concepto de capital humano.
Este concepto representa una de sus mayores aportaciones: Schultz argumentó que el conocimiento y las habilidades de las personas son una forma de capital que puede ser invertida, generando retornos económicos significativos, especialmente en contextos agrícolas y rurales. Su perspectiva contrastaba con los modelos tradicionales que solo valoraban el capital físico o financiero.
Entre sus cargos más relevantes destacan:
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Consejero y vicepresidente del Departamento de Investigaciones Económicas (1949-1967)
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Fideicomisario del Institute of Current World Affairs (1935-1958)
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Fideicomisario de The Population Council (1957-1978)
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Fideicomisario del Servicio Internacional para el Desarrollo Agrícola (1975)
En 1960 fue elegido presidente de la Asociación Americana de Economía, la cual le otorgó en 1972 la prestigiosa Medalla Francis A. Walker. Además, fue miembro de instituciones académicas de alto prestigio, como la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, la Sociedad Filosófica Americana y la Academia Nacional de las Ciencias.
Momentos clave
A lo largo de su vida profesional, Schultz protagonizó momentos decisivos que consolidaron su legado como uno de los economistas más influyentes del siglo XX. A continuación, se destacan algunos hitos relevantes:
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1930: Obtiene el doctorado en la Universidad de Wisconsin.
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1943: Se une a la Universidad de Chicago, donde desarrolla gran parte de su obra teórica.
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1958: Se convierte en miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias.
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1960: Es elegido presidente de la Asociación Americana de Economía y recibe una invitación especial de la Academia Soviética de las Ciencias.
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1972: Recibe la Medalla Francis A. Walker.
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1979: Obtiene el Premio Nobel de Economía junto a William Arthur Lewis.
Relevancia actual
Las ideas de Theodore Schultz siguen siendo clave para el diseño de políticas de desarrollo, especialmente en países donde la agricultura continúa siendo la base de la economía. Su teoría del capital humano se ha convertido en un pilar fundamental de la economía moderna, al reconocer que la inversión en educación, salud y capacitación puede ser tan productiva como la inversión en infraestructura o maquinaria.
En su análisis de los países en desarrollo, Schultz sostuvo que la industrialización sin un sustento agrícola sólido conduce a procesos desequilibrados e ineficientes. Por ello, defendió que la modernización agrícola era un paso imprescindible para lograr un desarrollo económico sostenible y equitativo.
Este enfoque lo llevó a criticar con dureza las estrategias de desarrollo seguidas en la segunda mitad del siglo XX por muchos países del Tercer Mundo, que ignoraron el papel estratégico del sector agrícola y del capital humano en favor de modelos centrados exclusivamente en la industria pesada y la urbanización acelerada.
Su influencia se extiende también al campo de la educación. Obras como El valor económico de la educación (1963) o Inversión en capital humano (1971) son hoy textos de referencia en múltiples disciplinas, desde la economía hasta la sociología y la política pública.
Principales obras publicadas
La producción intelectual de Schultz fue vasta y diversa. Sus libros no solo marcaron hitos en el pensamiento económico, sino que también ayudaron a reformular políticas públicas a escala global. Entre sus obras más destacadas se encuentran:
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La agricultura en una economía inestable (1945)
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Crisis económica de la agricultura mundial (1945)
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El valor económico de la educación (1963)
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Crecimiento económico y agricultura (1968)
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Inversión en capital humano (1971)
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Alimentos para el mundo
Cada una de estas obras ahonda en distintas dimensiones del desarrollo económico, desde la estabilidad agrícola hasta la inversión en educación, pasando por la alimentación global y el valor estratégico del conocimiento en las sociedades modernas.
Un legado que transforma
El legado de Theodore William Schultz se encuentra firmemente arraigado en la transformación de cómo se entienden los factores que promueven el crecimiento económico. Su énfasis en el papel central del capital humano ha influido en organismos multilaterales, gobiernos y universidades en todo el mundo.
En una era en la que las desigualdades globales siguen siendo una preocupación central, su trabajo continúa ofreciendo respuestas sólidas y visionarias sobre cómo los países pueden avanzar hacia un desarrollo verdaderamente sostenible, comenzando por quienes trabajan la tierra y por quienes tienen menos acceso a los recursos económicos tradicionales.
Schultz no solo fue un teórico influyente, sino también un defensor del cambio estructural y justo, que colocó al ser humano —educado, sano y capacitado— en el centro del progreso económico. Su obra no pierde vigencia, y su influencia sigue siendo palpable en las políticas públicas contemporáneas, especialmente en regiones donde la transformación del agro y la educación son clave para construir un futuro más próspero.
MCN Biografías, 2025. "Theodore William Schultz (1902-1998): El economista que revolucionó el desarrollo a través del capital humano". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/schultz-theodore-william [consulta: 16 de julio de 2025].