George Romney (1734-1802): El retratista británico que conquistó la alta sociedad del siglo XVIII

George Romney (1734-1802) fue un pintor británico destacado del siglo XVIII, cuya obra marcó un antes y un después en el retrato británico. Reconocido por su capacidad para idealizar y embellecer a sus modelos, se convirtió en uno de los retratistas más demandados de la alta sociedad londinense, logrando un éxito que perdura hasta el día de hoy. Junto a artistas como Thomas Gainsborough, sir Thomas Lawrence, sir Henry Raeburn y sir Joshua Reynolds, se consolidó como uno de los grandes exponentes del retrato británico de la época. Su legado sigue vivo a través de sus más de 2.000 retratos, entre los que destacan algunos de los más célebres de la historia del arte europeo.

Orígenes y contexto histórico

George Romney nació el 15 de diciembre de 1734 en Dalton-on-Furness, Lancashire, siendo el tercero de once hijos de John Romney y Anne Simpson. Su vida comenzó en un contexto humilde. A los once años, dejó la escuela para trabajar con su padre en el negocio de la ebanistería. Durante ocho años, se dedicó a esta labor, lo que no dejó de influir en su sentido del diseño y el detalle, características que marcarían su estilo como pintor.

A los 21 años, Romney tomó la decisión de convertirse en pintor. Se trasladó a trabajar como aprendiz al taller del pintor local Christopher Steele, lo que le permitió viajar por diversas ciudades como Kendal, York y Lancaster entre 1755 y 1757. En este período, fue testigo de las influencias artísticas de la época, un factor crucial para el desarrollo de su estilo.

El 14 de octubre de 1756, Romney contrajo matrimonio con Mary Abbot, una joven de Kendal. Juntos establecieron su residencia en esta ciudad, donde Romney comenzó a dedicarse principalmente a la pintura de retratos de pequeño formato. Durante este tiempo, también viajó a Francia e Italia, donde estudió a los grandes maestros del arte clásico, lo que influyó profundamente en su obra.

En 1762, Romney se trasladó a Londres, donde la fama y el reconocimiento no tardaron en llegar. A pesar de estar lejos de su familia en el norte de Inglaterra, su éxito como retratista creció de manera constante. Fue en la capital británica donde encontró un amplio círculo de mecenas que le permitirían establecerse como uno de los artistas más solicitados de la época.

Logros y contribuciones

Durante su carrera, Romney realizó más de 2.000 retratos, siendo su modelo más célebre la bella Emma Hamilton, quien inspiró más de 50 retratos y bocetos del pintor. En particular, la obra Lady Hamilton como Psique, realizada entre 1782 y 1785, es una de las más conocidas y admiradas de su carrera. Esta obra, actualmente conservada en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, refleja la habilidad de Romney para combinar la belleza de la figura humana con la idealización de los temas aristocráticos, todo dentro de un contexto neoclásico que estaba muy de moda en la época.

El retrato de Emma Hamilton no solo marcó el estilo de Romney, sino que también fue un reflejo de la fascinación por la belleza femenina en la sociedad británica del siglo XVIII. A lo largo de su carrera, Romney mostró un talento excepcional para capturar la esencia de sus modelos y para idealizarlos, destacando no solo su físico, sino también su posición social y su carácter. Esto lo convirtió en un retratista preferido por la aristocracia, que le encargaba obras para decorar sus mansiones y palacios.

Aparte de los retratos, Romney también se dedicó a la pintura de escenas históricas, siendo reconocido por su capacidad para integrar elementos del clasicismo en sus composiciones. El pintor mostró una habilidad notable para el uso del color y la luz, así como para la creación de un ambiente que aportara una sensación de elegancia y prestigio a las figuras que retrataba.

Entre sus obras más destacadas se encuentran:

  • La señora Carwardine y su hijo (1775, Colección de Lord Hillingdon)

  • Sir Christopher y lady Sykes (1786, Sledmer, Yorkshire)

  • Un caballero inglés (Museo del Prado, Madrid)

Estas pinturas reflejan la maestría de Romney en el retrato de la aristocracia británica, así como su habilidad para capturar la emoción y la personalidad de sus modelos.

Momentos clave en su carrera

Uno de los momentos más destacados de la vida de Romney fue su estancia en Italia entre 1773 y 1775, donde viajó junto al miniaturista Ozias Humphry. En Roma, Romney tuvo la oportunidad de estudiar las obras de los grandes maestros del Renacimiento y de la pintura clásica. Su contacto con el arte italiano tuvo una influencia decisiva en su estilo, al punto de que muchos de sus retratos posteriores reflejan el ideal de belleza clásico que tan profundamente le había impactado durante su estancia en Italia.

En Londres, se convirtió en el retratista más solicitado por la alta sociedad, especialmente por aquellos que deseaban proyectar una imagen de distinción y elegancia. Sin embargo, su relación con la Royal Academy of Arts nunca fue buena. Su conocido antagonismo con sir Joshua Reynolds, uno de los fundadores de la Academia, hizo que Romney evitara exponer en ella, prefiriendo mantener una carrera independiente. A pesar de esto, su éxito como retratista no disminuyó, y su estudio en la galería del duque de Richmond le permitió continuar con su labor en un ambiente ideal para su arte.

Sin embargo, la salud de Romney comenzó a decaer a partir de 1795. Su debilidad física le obligó a abandonar la pintura de retratos, lo que marcó el final de una era en su vida artística. En 1798, vendió su casa en Londres y regresó a Kendal, donde falleció el 15 de noviembre de 1802.

Relevancia actual

Hoy en día, George Romney sigue siendo considerado uno de los grandes retratistas británicos del siglo XVIII. Su obra continúa siendo estudiada y admirada por su habilidad técnica y su capacidad para capturar la esencia de sus modelos. Los retratos de Romney no solo son un testimonio del gusto aristocrático de la época, sino también una ventana a la sociedad británica del siglo XVIII y sus valores.

Su legado sigue vivo a través de sus retratos que permanecen en importantes museos y colecciones de todo el mundo, como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y el Museo del Prado en Madrid. Estos retratos no solo son admirados por su belleza estética, sino también por la historia que narran sobre la sociedad de su tiempo.

Bibliografía

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Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "George Romney (1734-1802): El retratista británico que conquistó la alta sociedad del siglo XVIII". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/romney-george [consulta: 14 de junio de 2025].