José Pérez Calama (¿-1792): El obispo reformador que impulsó la cultura y defendió la dignidad indígena en Quito
José Pérez Calama (¿-1792): El obispo reformador que impulsó la cultura y defendió la dignidad indígena en Quito
José Pérez Calama fue un eclesiástico español que ocupó el puesto de obispo de Quito en los últimos años del siglo XVIII. Su vida estuvo marcada por un fuerte compromiso con la cultura, la educación y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Aunque su tiempo al frente de la diócesis de Quito fue breve, su legado ha perdurado en la historia de Ecuador debido a sus contribuciones significativas en diversos campos. A continuación, se profundiza en su vida, logros y la importancia de su trabajo.
Orígenes y contexto histórico
José Pérez Calama nació en una fecha desconocida en la localidad de Alberca, Cáceres, en España. Su formación académica comenzó en el colegio de huérfanos de la Concepción de Salamanca, una institución dedicada a la educación religiosa. A lo largo de su vida, Pérez Calama se distinguió por su dedicación a la enseñanza y por su afán por mejorar la educación en los lugares donde se encontraba. Tras ser ordenado sacerdote, se trasladó a México, donde se desempeñó como secretario del obispo de Puebla de los Ángeles. Su carrera religiosa lo llevó a un puesto aún más relevante en Quito, donde sería nombrado obispo en 1791.
El contexto histórico en el que Pérez Calama desarrolló su labor estaba marcado por las tensiones propias del colonialismo español en América Latina. Durante este periodo, el control de la Iglesia sobre las poblaciones indígenas era muy fuerte, pero las ideas ilustradas comenzaban a desafiar las estructuras tradicionales del poder y la educación. Pérez Calama se vio envuelto en este panorama, promoviendo reformas que ponían en cuestión las prácticas coloniales, y en particular, la relación entre los colonizadores y los pueblos originarios.
Logros y contribuciones
A pesar de que Pérez Calama solo estuvo en el cargo de obispo durante un corto período de tiempo (1791-1792), su impacto en la vida cultural y social de Quito fue profundo. Durante su tiempo en la ciudad, se dedicó principalmente a fomentar la educación y el bienestar de la población, especialmente en lo que respecta a la educación religiosa y cultural.
Impulso de la cultura y la educación
Uno de los aspectos más notables de su gestión fue la promoción de la cultura. Pérez Calama dirigió la Sociedad Patriótica de Quito, una institución de corta vida que buscaba fomentar la educación y las ideas ilustradas en la sociedad colonial. La Sociedad Patriótica, aunque no logró sobrevivir mucho tiempo debido a la falta de aprobación por parte del rey de España, fue una de las iniciativas más destacadas de la época y un ejemplo de los esfuerzos del obispo por promover un ambiente intelectual en la colonia.
Además, Pérez Calama aprobó la publicación de un periódico llamado Primicias de la Cultura de Quito, el cual se convirtió en un medio importante para difundir ideas culturales y científicas en la región. Esta acción demuestra su visión de la importancia de la difusión del conocimiento, una visión que también se reflejaba en su apoyo a la creación de nuevas cátedras y en su impulso para la enseñanza de materias como la Economía Política, una disciplina que estaba comenzando a ganar relevancia en Europa, pero que en ese tiempo era completamente nueva para las colonias españolas.
Reformas en la educación y la moralidad del clero
Una de las reformas más innovadoras impulsadas por Pérez Calama fue la reorganización de la enseñanza en la diócesis. En lugar de continuar con el tradicional sistema educativo basado en el latín, Pérez Calama mandó que las clases fueran dictadas en español. Esta decisión fue un paso importante hacia la modernización de la educación y un reflejo de su deseo de hacer más accesibles los conocimientos a un mayor número de personas.
Su interés por la educación no se limitaba a la enseñanza de los laicos, sino que también se centraba en mejorar la formación de los sacerdotes. Pérez Calama organizaba ciclos de conferencias a los que asistía personalmente y aconsejaba a los clérigos estudiar todos los días durante las primeras horas de la mañana. Sin embargo, su esfuerzo por elevar el nivel intelectual del clero no fue completamente secundado, ya que muchos sacerdotes no adoptaron con entusiasmo sus propuestas.
Defensa de los derechos indígenas
Otro de los aspectos más relevantes de la labor de Pérez Calama fue su defensa de los derechos de los pueblos indígenas. En una época en la que los indígenas eran frecuentemente sometidos a abusos y discriminación, el obispo tomó medidas concretas para mejorar su situación. Ordenó, por ejemplo, que se les otorgara la comunión a todos aquellos indígenas que la solicitaran, una práctica que había sido rechazada en épocas anteriores. Esta decisión no solo fue un acto de justicia religiosa, sino también una clara muestra de su deseo de integrar a los pueblos indígenas en el mundo espiritual y social de la época.
Además, Pérez Calama escribió una Arenga a los clérigos en la que les instaba a tratar con respeto y dignidad a los indígenas. En esta obra, subrayó la importancia de un trato justo hacia ellos, exhortando a los sacerdotes a actuar con humildad y compasión. Esta actitud en defensa de los pueblos indígenas era relativamente rara en su tiempo, lo que convierte a Pérez Calama en una figura destacada por su humanismo y su valentía.
Momentos clave de su gestión
A pesar de que su gestión fue breve, algunos momentos clave reflejan su carácter y las políticas que implementó durante su mandato como obispo de Quito:
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Promoción de la Sociedad Patriótica: Fomentó la creación de un espacio para el pensamiento ilustrado en Quito, a través de la Sociedad Patriótica, que buscaba modernizar la educación y las ideas políticas en la colonia.
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Publicación de “Primicias de la Cultura de Quito”: Un periódico de corta duración que representó un paso hacia la modernización cultural en Quito y en el virreinato del Ecuador.
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Reformas en el sistema educativo: Su decisión de dictar las clases en español en lugar de latín, lo que fue un acto simbólico de acercamiento de la educación a la población general.
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Defensa de los derechos indígenas: Ordenó que se diera la comunión a los indígenas que la solicitaran y escribió una Arenga para que los clérigos trataran bien a los pueblos originarios.
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Enseñanza de la economía política: Impulsó la creación de una cátedra de Economía Política, un área de estudio desconocida en la época, que revelaba su apertura hacia las ideas contemporáneas y su deseo de adaptar la educación a los nuevos tiempos.
Relevancia actual
A pesar de su corta vida y su breve mandato en Quito, la figura de José Pérez Calama sigue siendo recordada por sus innovaciones y por su humanidad. Su defensa de los derechos de los indígenas y sus esfuerzos por mejorar la educación lo colocan como una figura importante en la historia de la Iglesia en América Latina. Su labor como obispo reflejó una visión adelantada para su época, y su legado sigue siendo una fuente de inspiración en el ámbito cultural y social ecuatoriano.
Pérez Calama representó una voz única dentro del contexto colonial ecuatoriano, siendo un hombre de principios que no dudó en enfrentarse a las estructuras sociales y religiosas de su tiempo para promover la justicia y la educación. Hoy en día, su nombre es sinónimo de lucha por el bienestar social y cultural, y su influencia en la historia de Quito y de Ecuador es incuestionable.
MCN Biografías, 2025. "José Pérez Calama (¿-1792): El obispo reformador que impulsó la cultura y defendió la dignidad indígena en Quito". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/perez-calama-jose [consulta: 20 de junio de 2025].