Domingo del Monte (1804-1853): El precursor literario de la Cuba moderna
Domingo del Monte (1804-1853), escritor, crítico literario y animador cultural, se destacó como una de las figuras más influyentes de la vida intelectual de Cuba durante la primera mitad del siglo XIX. Nacido en Maracaibo, Venezuela, pero con su vida y obra profundamente vinculadas a la isla caribeña, su legado como impulsor del romanticismo y la literatura abolicionista sigue siendo una referencia en la historia cultural cubana.
Orígenes y contexto histórico
Domingo del Monte nació en Maracaibo, Venezuela, en 1804, y a la temprana edad de seis años se trasladó con su familia a Cuba, un destino que marcaría profundamente su carrera intelectual. Desde joven, mostró un notable interés por las letras y las ciencias, lo que lo llevó a estudiar en el Seminario de San Carlos en La Habana, donde tuvo la fortuna de ser discípulo de uno de los pensadores más influyentes de la época: Félix Varela. Este fue el comienzo de una formación que combinaba el estudio de las leyes, la filosofía y la literatura, convirtiéndolo en uno de los primeros humanistas cubanos.
En 1819, Del Monte se trasladó a la Universidad de La Habana, donde completó su formación en Derecho y Filosofía. Durante su estancia universitaria, entró en contacto con José María Heredia, otro joven poeta cubano con quien forjaría una sólida amistad y colaboración literaria a lo largo de los años. Durante esta etapa, Del Monte también comenzó a involucrarse activamente en las publicaciones literarias de la isla, lo que marcó el inicio de su carrera como crítico literario y escritor.
Logros y contribuciones
Domingo del Monte fue una de las figuras clave en la renovación cultural y literaria de Cuba en el siglo XIX. A lo largo de su vida, fue un ferviente defensor del desarrollo de la literatura criolla, en especial de la poesía romántica, que estaba ganando terreno en Europa y América Latina. Su conocimiento profundo de varios idiomas, como el latín, el francés, el inglés, el italiano y el portugués, le permitió acceder a una vasta cantidad de obras literarias que influyeron notablemente en su pensamiento y en sus escritos.
A su regreso a Cuba en 1829, tras sus viajes a Estados Unidos y Europa, Del Monte se consolidó como un intelectual destacado y comenzó a ejercer una influencia decisiva en la vida cultural de la isla. Se unió a la Sociedad Económica de Amigos del País, donde desempeñó un papel clave en la creación de una Academia Cubana de Literatura, que aún no llegaba a materializarse. Fue precisamente desde esta institución y a través de sus publicaciones en la Revista Bimestre Cubana donde Del Monte introdujo el Romanticismo en la literatura cubana.
Del Monte fundó varias revistas y periódicos literarios, como La Moda y El Puntero Literario, en los que publicó y promovió las ideas y obras de escritores románticos cubanos y extranjeros. Entre sus logros más destacados está la publicación de los Romances Cubanos, una colección de poesías que reflejaban el espíritu y los valores de la Cuba de la época. Además, sus críticas a la obra de José María Heredia y sus ensayos sobre la evolución de la poesía del siglo XIX fueron fundamentales para la consolidación de la crítica literaria en la isla.
Momentos clave
A lo largo de su vida, Domingo del Monte vivió momentos de gran trascendencia que marcaron su desarrollo como intelectual y escritor. Algunos de los más destacados fueron los siguientes:
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1829: Regreso a Cuba tras sus viajes por Estados Unidos y Europa. Su experiencia internacional enriqueció su visión cultural y literaria, permitiéndole introducir nuevas ideas y tendencias literarias en la isla.
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1830-1840: Periodo en el que Del Monte se consolidó como mentor y protector de una nueva generación de escritores cubanos, como José Jacinto Milanés, Anselmo Suárez y Romero, Cirilo Villaverde, José Antonio Echeverría y José Victoriano Betancourt, entre otros.
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1843: Abandono de Cuba debido a su constante promoción de la cultura criolla, su postura abolicionista y su defensa de la creación de una academia literaria cubana. Las autoridades coloniales sospechaban de sus actividades, especialmente después de la Conspiración de la Escalera (1844), en la que se le acusó injustamente de ser uno de los conspiradores. Del Monte se encontraba en París durante los hechos y logró demostrar su inocencia.
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1843-1853: Residencia en Madrid, donde continuó su labor literaria y crítica hasta su muerte en 1853. En la capital española adoptó una postura contraria al anexionismo y promovió una política colonial reformista. Sus escritos sobre la literatura española fueron de gran relevancia.
Relevancia actual
El legado de Domingo del Monte sigue siendo fundamental para entender el desarrollo de la literatura cubana en el siglo XIX. A través de sus escritos y correspondencia, especialmente la recopilada en el Centón Epistolario de Domingo del Monte, se puede acceder a una visión profunda y crítica de la época en que vivió. La publicación de sus cartas, que abarcan un período de más de 20 años, proporciona una fuente invaluable para el estudio del pensamiento político y literario de la época.
Además, la influencia de Del Monte es evidente en la generación de escritores cubanos que marcaron el rumbo de la literatura de la isla en las décadas posteriores. Su apoyo a Juan Francisco Manzano, el poeta esclavo que logró la libertad gracias a su intervención, y su defensa del abolicionismo lo convierten en una figura clave en la lucha por la emancipación de los esclavos en Cuba. El vínculo entre la literatura y la lucha por la justicia social que Del Monte promovió sigue siendo una fuente de inspiración para escritores y activistas cubanos.
Contribuciones literarias y culturales
La obra literaria de Domingo del Monte, recogida en la edición titulada Escritos (1929), refleja su profundo compromiso con la cultura cubana y la promoción de una literatura que reflejara las realidades sociales y políticas de su tiempo. Entre sus escritos más destacados se encuentran sus ensayos críticos como «Primeros versos de Heredia» y «Del destino de la poesía en el siglo XIX», donde mostró una clara visión de la evolución de la poesía y la literatura romántica.
Del Monte también fue un precursor del análisis literario en Cuba, ya que a través de sus escritos se puede rastrear el nacimiento y desarrollo de la crítica literaria en la isla. Su capacidad para reflexionar sobre el impacto de la literatura en la sociedad y su constante búsqueda de una identidad literaria cubana independiente le dieron un lugar destacado en la historia cultural del país.
La importancia de José Antonio Saco, Gaspar Betancourt Cisneros y otros intelectuales cubanos contemporáneos de Del Monte no puede ser subestimada, ya que juntos constituyeron el núcleo de una revolución intelectual que transformó la literatura y el pensamiento en Cuba en el siglo XIX.
Bibliografía
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MCN Biografías, 2025. "Domingo del Monte (1804-1853): El precursor literario de la Cuba moderna". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/monte-domingo-del [consulta: 11 de julio de 2025].