Mawson, Sir Douglas (1882-1958). El explorador británico que conquistó la Antártida

Douglas Mawson (1882-1958) es una de las figuras más destacadas en la historia de la exploración antártica. Su vida estuvo marcada por una incansable pasión por la geografía y la ciencia, la cual lo llevó a realizar expediciones científicas que contribuyeron significativamente a nuestro conocimiento sobre los confines del planeta. Su nombre está asociado a algunos de los momentos más épicos y dramáticos en la historia de la exploración polar, y su legado sigue vivo en la ciencia moderna. A lo largo de su carrera, Mawson dejó una huella indeleble, que le permitió obtener reconocimiento internacional y prestigiosos galardones, incluyendo el título de caballero.

Orígenes y contexto histórico

Sir Douglas Mawson nació el 5 de mayo de 1882 en Bradford, una ciudad del condado de York, Inglaterra. Desde su niñez, su familia se trasladó a Australia, donde se establecieron permanentemente. Mawson comenzó su formación académica en Australia, graduándose en ingeniería minera en la Universidad de Sidney. Tras finalizar su carrera, tuvo la oportunidad de enseñar química en la misma universidad. Este primer contacto con el ámbito académico sentó las bases para su futura carrera científica. Sin embargo, su verdadera pasión siempre fue la exploración geográfica, lo que lo llevó a adentrarse en la compleja y peligrosa labor de explorar los territorios más remotos del planeta.

A lo largo de su vida, Mawson se mantuvo como un referente en la geología y la mineralogía, siendo profesor en la Universidad de Adelaida entre 1920 y 1954. Su trabajo académico lo posicionó como uno de los expertos más importantes en su campo, pero sus logros más conocidos provienen de sus numerosas expediciones científicas.

Las exploraciones

Desde muy joven, Mawson se dedicó a la exploración científica, participando en varias expediciones importantes. En 1903, comenzó su carrera como explorador al realizar una exploración geológica en el archipiélago de las Nuevas Hébridas, un conjunto de islas en el Pacífico sur. Su participación en la expedición antártica liderada por Ernest Shackleton en 1907, sin embargo, fue un hito importante en su trayectoria. Durante esta expedición, Mawson ascendió al monte Erebus y desempeñó un papel fundamental en las observaciones que ayudaron a determinar la ubicación del polo magnético sur en la Tierra Victoria.

Entre 1911 y 1914, Mawson lideró su propia expedición a la Antártida, un viaje que tuvo un impacto trascendental en la ciencia. La expedición permitió descubrir nuevas tierras, realizar importantes observaciones sobre el campo magnético terrestre y obtener valiosa información sobre las condiciones extremas de la región. Esta expedición fue tan exitosa que le valió ser nombrado caballero en 1914 y recibir la medalla fundacional de la Real Sociedad Geográfica en 1915.

Además, entre 1929 y 1931, Mawson lideró una expedición anglo-australiana-neozelandesa en la Antártida, una de las últimas en las que estuvo involucrado antes de retirarse parcialmente de la vida de explorador.

La expedición de 1911

La expedición de 1911 fue, sin lugar a dudas, el logro más destacado de Mawson. A bordo del barco Aurora, una embarcación de 600 toneladas, Mawson partió del puerto de Hobart el 2 de diciembre de 1911. El rumbo de la expedición llevó al equipo a realizar una serie de escalas, siendo una de las más notables la isla de Macquarie, donde se construyó una estación científica que dejó a cuatro hombres. La expedición continuó hacia la Tierra de Adelaida, en la bahía de la Commonwealth, donde se hicieron importantes descubrimientos geográficos, como la Tierra de Wilkens y la Tierra de la Reina Mary.

Una vez que el invierno llegó a la región, la expedición se vio obligada a pasar una penosa invernada. Las condiciones extremas de frío y viento, con ráfagas de hasta 22 metros por segundo, hicieron que la experiencia fuera extremadamente difícil. A pesar de estos inconvenientes, la expedición siguió adelante, y en noviembre de 1912, Mawson, junto con el geólogo suizo X. Mertz y el teniente británico B. E. S. Ninnis, partió hacia el interior de la Antártida. El equipo llevó tres trineos y 48 perros para recorrer más de 300 kilómetros en dirección este.

La tragedia ocurrió el 14 de diciembre de 1912, cuando uno de los trineos, el que transportaba la carga más importante, cayó en una grieta sin posibilidad de recuperación. En los días posteriores, el teniente Ninnis desapareció, y poco después, Mertz contrajo disentería y falleció el 7 de enero de 1913. Mawson, a pesar de las severas heridas, continuó su viaje solo. Enfrentando condiciones extremas, y con los pies congelados, Mawson cayó en otra grieta, pero logró escapar y continuar su ruta hacia la bahía Commonwealth. El 8 de febrero de 1913, alcanzó su base de partida, pero el barco Aurora ya había zarpado y no pudo regresar por las malas condiciones meteorológicas. No fue hasta 1914 que el resto de la expedición fue recogido.

Consecuencias científicas

Los descubrimientos realizados durante la expedición de 1911 tuvieron un impacto duradero en la ciencia. Se exploraron más de 20 grados de costa en la Antártida, además de realizar una incursión de casi 500 kilómetros en el continente, acercándose peligrosamente al polo sur magnético. Los experimentos llevados a cabo en este campo contribuyeron a un entendimiento más detallado de las variaciones del campo magnético terrestre. Se demostró que el polo sur magnético no era un punto fijo, sino que se encontraba en una zona móvil, lo que representaba una nueva visión para los científicos de la época.

Mawson también dejó un legado literario y científico con su libro Homme of the Blizzard (1915), donde narra sus experiencias y observaciones durante la expedición. Gracias a su arduo trabajo y sus numerosas publicaciones científicas, Mawson logró consolidar su posición como uno de los principales geógrafos y exploradores del siglo XX.

Relevancia actual

El impacto de Sir Douglas Mawson en la ciencia y la exploración sigue siendo evidente hoy en día. Su trabajo en la Antártida no solo amplió el conocimiento geográfico, sino que también impulsó el desarrollo de nuevas técnicas de investigación en áreas como la geología, la mineralogía y la física del campo magnético. Su legado es visible en las numerosas expediciones que se han llevado a cabo en la región antártica, inspiradas por sus descubrimientos y el coraje demostrado durante sus viajes.

Hoy en día, Mawson es recordado como un pionero de la exploración polar, cuya dedicación y determinación fueron claves para desentrañar los secretos de los lugares más inexplorados del planeta. Aunque han pasado más de 60 años desde su fallecimiento, su nombre sigue siendo sinónimo de aventura, sacrificio y contribución científica.

Bibliografía

VV. AA.: Historia Universal de las Exploraciones, 4 vols., Madrid, 1966-1968.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Mawson, Sir Douglas (1882-1958). El explorador británico que conquistó la Antártida". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/mawson-sir-douglas [consulta: 24 de junio de 2025].