César Manrique Cabrera (1919-1992). El artista que fusionó arte y naturaleza en Lanzarote
César Manrique Cabrera (1919-1992) fue un artista integral que dejó una huella profunda en el arte y la arquitectura, transformando la isla de Lanzarote con su visión única. Nació el 24 de abril de 1919 en Arrecife, Lanzarote, junto a su hermana gemela Amparo, y falleció el 25 de septiembre de 1992 en Teguise, Lanzarote. A lo largo de su vida, combinó su pasión por la pintura, la escultura, la arquitectura y la ecología, defendiendo siempre la integración de su arte con la naturaleza que tanto amaba.
Orígenes y contexto histórico
César Manrique nació en una familia de origen castellano que había logrado abrirse paso en Lanzarote. Su padre era un empresario que poseía propiedades en la Caleta de Famara, mientras que su abuelo fue el primer miembro de la familia en hacer fortuna, trabajando como notario. Este contexto familiar de clase media acomodada permitió que Manrique tuviera una educación sólida y que sus inquietudes artísticas se desarrollaran desde temprana edad.
Durante la Guerra Civil Española, Manrique luchó como voluntario en el bando franquista, lo que marcó su vida de manera significativa. Al finalizar el conflicto, ingresó en la Universidad de La Laguna para estudiar Arquitectura Técnica, aunque abandonó la carrera dos años después, en 1945, para dedicarse a lo que realmente le apasionaba: las Bellas Artes. Su primer contacto serio con el arte tuvo lugar en 1942, cuando organizó su primera exposición de pintura en Arrecife, lo que marcó el inicio de su carrera artística.
Logros y contribuciones
La formación de Manrique en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid le permitió desarrollar un estilo propio que evolucionó a lo largo de los años. Inicialmente, su pintura fue figurativa, con un uso vibrante del color. Sin embargo, a partir de 1953, comenzó a experimentar con la abstracción, una transición que lo colocó entre los pioneros de la pintura abstracta española. Su primer gran éxito en este ámbito se produjo en 1954, cuando presentó su primera exposición individual en la Galería Clan de Madrid. A partir de ahí, su trabajo fue reconocido internacionalmente.
En 1960, Manrique emprendió una serie de viajes a Europa, Japón y Estados Unidos, donde su obra fue recibida con entusiasmo. En Nueva York, sus cuadros llegaron a ser expuestos en el prestigioso Guggenheim Museum, un honor que pocos artistas españoles alcanzaron en su época. Fue también invitado por Nelson Rockefeller, quien adquirió varias de sus obras, lo que consolidó aún más su posición en el panorama artístico internacional.
La integración del arte con la naturaleza
A partir de 1968, tras su regreso a Lanzarote, Manrique comenzó a integrar su obra arquitectónica y escultórica con el paisaje volcánico de la isla, un enfoque que le permitió crear una sinergia entre el arte y la naturaleza. Este concepto revolucionario no solo transformó la isla, sino que también la protegió de la masificación y la destrucción que se estaba produciendo debido al auge del turismo.
Algunos de los proyectos más destacados de Manrique en Lanzarote incluyen:
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Los Jameos del Agua: Un complejo arquitectónico situado en una cueva natural que conecta la obra del hombre con el entorno volcánico de la isla. Es uno de los destinos turísticos más visitados de Lanzarote.
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Las Salinas: Un espacio destinado a la conservación y protección de las salinas naturales de la isla.
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La Casa del Campesino: Un proyecto que rescata la arquitectura tradicional canaria.
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Mirador del Río: Una estructura que ofrece impresionantes vistas del estrecho de La Graciosa.
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Jardín de Cactus de Guatiza: Un jardín que alberga más de 1.000 especies de cactus de todo el mundo.
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La Casa de César Manrique en Taro de Tahiche: Su propia residencia, que es ahora un museo, construida sobre una serie de burbujas de lava, lo que muestra la estrecha relación entre su obra y el entorno volcánico.
La influencia en el turismo y la ecología
Manrique no solo fue un artista, sino también un defensor incansable del medio ambiente. En su lucha por preservar el paisaje y la identidad de Lanzarote frente al turismo masivo, Manrique logró que su arte sirviera como un catalizador para la conservación de la isla. Gracias a su influencia, muchas de las intervenciones urbanísticas que amenazaban el ecosistema de la isla fueron frenadas. Su trabajo en la Fundación César Manrique, creada en 1992 en su propia casa, sigue siendo uno de los pilares del ecologismo en Canarias.
En 1996, se instituyó el Premio César Manrique, otorgado a personas o entidades comprometidas con la protección del medio ambiente en las Islas Canarias, lo que refleja el legado del artista en el campo de la ecología.
Momentos clave de su carrera
A lo largo de su vida, César Manrique vivió una serie de momentos clave que marcaron su carrera artística y su legado:
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1942: Primera exposición de pintura en Arrecife.
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1954: Primera exposición individual en la Galería Clan de Madrid.
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1960: Exposición de sus obras en Europa, Japón y Estados Unidos, siendo el Guggenheim Museum de Nueva York uno de los escenarios más destacados.
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1964: Invita Nelson Rockefeller a Manrique a exponer en los Estados Unidos, donde algunas de sus obras fueron adquiridas por el magnate.
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1968: Regreso a Lanzarote, donde comienza a integrar su arte con la naturaleza local.
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1992: Muerte de César Manrique en un accidente de tráfico y la creación de la Fundación César Manrique.
Relevancia actual
El legado de César Manrique sigue vivo en Lanzarote y más allá de sus fronteras. Sus intervenciones en el paisaje volcánico de la isla no solo son una muestra de su arte, sino también un testimonio de su preocupación por la sostenibilidad y la preservación del entorno. Hoy en día, Lanzarote sigue siendo un destino turístico único en el mundo, en gran parte gracias a la visión de Manrique, que apostó por un modelo de desarrollo respetuoso con la naturaleza.
Además, su influencia en la arquitectura y el arte contemporáneo continúa siendo relevante. La exposición que el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) realizó en 1996 con 53 de sus obras informalistas reivindicó su posición como uno de los renovadores de la abstracción española de los años 50.
Proyectos de César Manrique
A continuación, se enumeran algunos de los proyectos más importantes de César Manrique en Lanzarote:
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Jameos del Agua
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Las Salinas
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Casa del Campesino
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Mirador del Río
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Jardín de Cactus Guatiza
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Casa de César Manrique en Taro de Tahiche
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La Vaguada (Centro comercial en Madrid, 1981-1983)
En resumen, César Manrique fue mucho más que un artista: fue un defensor de la naturaleza y un visionario que transformó Lanzarote en un ejemplo de integración entre arte y paisaje. Su legado sigue siendo una fuente de inspiración para futuras generaciones de artistas y ecologistas.
MCN Biografías, 2025. "César Manrique Cabrera (1919-1992). El artista que fusionó arte y naturaleza en Lanzarote". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/manrique-cabrera-cesar [consulta: 22 de junio de 2025].