Gordoa y Barrios, José Miguel (1777-1832).


Religioso español, obispo de Guadalajara, nacido en Pino (Zacatecas), el 21 de mayo de 1777 y muerto en Quinta de Camacho (Colima), el 12 de julio de 1832.

Hijo de Juan Bautista Gordoa y de María Barrios, personas de modesta condición. Estudió las primeras letras en el colegio de San Francisco de Sales de San Miguel el Grande, en Guanajuato, de donde pasó al de San Luis Gonzaga, en Guadalajara, donde cursó Gramática y Filosofía. Siguió sus estudios en el Real de San Ildefonso (México), donde estudió Teología, y también Cánones y Leyes, y en el que más tarde fue profesor, y encargado de las cátedras de Gramática y Filosofía, y en la Universidad, de Retórica.Fue doctor en Teología por la Universidad de Guadalajara, en 1797, catedrático de la materia y de Sagrada Escritura en el seminario tridentino, y asimismo se le nombró misionero oblato.

Presbítero, diputado por Zacatecas (México) a las Cortes de Cádiz. Elegido el 27 de junio de 1810, juró el 4 de marzo de 1811. Se le recuerda especialmente por un discurso pronunciado el 4 de septiembre de 1811, en favor de los derechos ciudadanos de las castas americanas.

Fue en las Cortes vicepresidente, el 24 de agosto de 1812, y presidente, el 24 de agosto de 1813. Pronunció un importante discurso el último día de sesión de esas Cortes, es decir, el 14 de septiembre de 1813, en el que resaltó la importancia de esas Cortes de las cuatro partes del mundo, la labor legislativa realizada, no se olvidó de la Religión, ni de la propia Constitución, único lazo entre España y la desgraciada América (publicado por El patriota de Soria, del 30 de septiembre, 4 y 7 de octubre de 1813; en el Diario de las discusiones de las Cortes, en tirada aparte, en Cádiz en 1813, y modernamente por Labra y Martínez en 1912).

En 1814 se le ofrecieron diversas canonjías, en España y América: aceptó una en Guadalajara. En 1819 fue nombrado rector del Seminario conciliar de la ciudad de México, fue diputado en el Congreso constituyente de México, entre 1822 y 1824, y el 28 de febrero de 1831 Gregorio XVI le nombró obispo de Guadalajara. Para entonces se le señalan ya tendencias conservadoras. Murió en el curso de una visita pastoral.

Bibliografía

  • BENSON, Nettie Lee (ed.): México and the Spanish Cortes, 1810-1822. Austin-London, 1971. 3ª ed.

  • El Patriota de Soria, 30 septiembre, 4 y 7 octubre 1813.

  • RIAÑO, Camilo: El Teniente General Don Antonio Nariño. Bogotá, 1973.

  • PÁEZ RÍOS, Elena: Iconografía hispana. Madrid, 1966. 5 vols.

A. Gil Novales