Cartier, Georges Étienne (1814-1873).


Político y abogado canadiense, nacido el 6 de septiembre de 1814 en Saint-Antoine-sur-Richelieu, provincia de Quebec, y muerto el 20 de mayo de 1873 en Londres. Líder de los francocanadienses, fue un promotor eficaz en su intento por mejorar significativamente las relaciones entre el Canadá francés, Baja Canadá o Canadá Este y el Canadá inglés, Alta Canadá o Canadá Oeste. En este sentido, participó plenamente en el gobierno de la Confederación, junto a John Alexander Macdonald, desde 1858 hasta 1862. Tras la aceptación por su parte de la inclusión de Qebec en la federación creada en 1867, Cartier fue nombrado Barón del Reino Unido un año después.

Cartier ejerció de abogado hasta la rebelión de los francocanadienses, liderada por Louis Joseph Papineau en 1937, momento en el que participó activamente en la revuelta. Por este suceso se vio obligado a exiliarse en los Estados Unidos durante un tiempo prudencial. Diez años más tarde, en 1848, Cartier fue elegido candidato a la asamblea legislativa como líder de los francocanadienses. Los continuos enfrentamientos entre las dos Canadás habían sido una constante a lo largo del siglo XVIII; las tensiones llegaron a alcanzar en ocasiones niveles insostenibles, que mantuvieron abierta permanentemente la posibilidad de un enfrentamiento armado. El miedo segregacionista engendrado por la guerra civil estadounidense derivó en la firma del Acta de la América del Norte Británica (1 de julio de 1867), en la que se estipulaban los términos de la unión y se estableció el Dominio de Canadá. Por primera vez, cada territorio se unió en una sola estructura administrativa, que dio unidad al país. Si desde 1858 hasta 1862 Cartier había formado gobierno de coalición junto a John A. Macdonald, a partir de 1867, y hasta 1872, participó como miembro del gabinete del dominio dirigido por Macdonald en calidad de ministro del Ejército y de Defensa. En este puesto, Cartier consiguió reforzar el ejército de tierra, y su influencia sobre el parlamento fue decisiva a la hora de aprobar la construcción del ferrocarril Canadian Pacific, creado en 1878, y tras superar las reticencias provocadas por ciertas irregularidades de las que Macdonald era responsable, entre ellas la financiación ilegal de su campaña por parte del poderoso magnate encargado de dicha construcción, Hugh Allan. Estas circunstancias, unidas a las asperezas de Cartier con la Iglesia Católica Apostólica Romana, le supusieron una derrota electoral en 1872.

Años más tarde, Cartier fue elegido para un nuevo cargo que no pudo asumir debido a su muerte, acaecida en 1873.