Manuel Anglada (1918-1998). El intelectual polifacético que defendió la identidad catalana desde los Pirineos

Manuel Anglada, nacido en Maçanet de la Selva (Gerona) en 1918 y fallecido en Andorra el 9 de diciembre de 1998, fue un destacado lingüista, historiador y humanista español, cuya trayectoria abarcó múltiples disciplinas. Su vida y obra reflejan un compromiso profundo con la lengua catalana, la cultura pirenaica y la memoria histórica de los pueblos fronterizos. Reconocido por su intensa labor como profesor, traductor, poeta, crítico de arte y amante de la naturaleza, Anglada dejó un legado literario y cultural fundamental, especialmente en el Principado de Andorra.

Orígenes y contexto histórico

Manuel Anglada nació en una comarca profundamente arraigada en la tradición catalana, en una época marcada por los cambios políticos y sociales de la posguerra española. La Cataluña de principios del siglo XX era un hervidero cultural, en el que la defensa del catalán y la recuperación de la identidad regional eran parte de una lucha constante frente a la represión del régimen franquista.

Este contexto histórico influyó profundamente en el pensamiento y vocación de Anglada. Desde muy joven, mostró una pasión por la lengua catalana, no solo como medio de expresión, sino también como símbolo de resistencia cultural. Esta actitud lo llevaría años más tarde a refugiarse en Andorra, un pequeño país que ofrecía un entorno más favorable para el desarrollo de su obra lingüística y cultural.

Logros y contribuciones

Anglada destacó por su versatilidad intelectual. Fue mucho más que un historiador; su trabajo abarcó campos tan variados como la traducción literaria, la corrección editorial, la poesía, el arte y la educación. Sin embargo, su mayor contribución se centró en la promoción del catalán y el fortalecimiento de la identidad andorrana desde una perspectiva histórica y lingüística.

Entre sus obras más representativas se encuentran:

  • 25 anys a Llívia (1962-1986): Esta obra recoge sus reflexiones y vivencias en el enclave de Llívia, un territorio de profunda significación simbólica para el nacionalismo catalán. El texto combina historia local con una visión crítica sobre la evolución social y política de la región.

  • Andorra i la catalanitat (1975): Una defensa argumentada y documentada del carácter catalán de Andorra. En este ensayo, Anglada analiza la historia lingüística y cultural del país pirenaico, desmontando los intentos de asimilación cultural.

  • Andorra. Nació pirinenca (1983): Un estudio que refuerza la visión de Andorra como una nación pirenaica con identidad propia, cuyo destino histórico ha estado marcado por su posición geográfica y su fidelidad a la lengua catalana.

  • Arrels d’Andorra (Raíces de Andorra) (1993): Un recorrido sentimental e histórico por los fundamentos culturales del Principado. En esta obra, Anglada combina la investigación histórica con una narrativa poética para transmitir el alma de la nación andorrana.

Además de su obra literaria, fue profesor de catalán, fomentando el estudio y uso correcto de la lengua tanto en instituciones educativas como en entornos editoriales. Su labor como corrector y traductor también fue esencial para la difusión de textos en catalán de calidad, consolidando su reputación como uno de los grandes intelectuales comprometidos con la filología catalana.

En reconocimiento a su trayectoria, en 1998 le fue otorgada la Cruz de Sant Jordi por la Generalitat de Cataluña, uno de los máximos galardones concedidos a aquellas personas que han contribuido significativamente a la cultura catalana.

Momentos clave en la trayectoria de Manuel Anglada

La vida de Manuel Anglada estuvo jalonada por acontecimientos que marcaron su evolución personal y profesional. Entre los momentos más relevantes, se destacan los siguientes:

  • 1918: Nace en Maçanet de la Selva (Gerona), en una familia que valora la cultura catalana.

  • Décadas de 1940-1950: Se inicia en el mundo de la docencia y la investigación lingüística.

  • 1962-1986: Publica 25 anys a Llívia, un compendio de experiencias y observaciones de más de dos décadas de vida en un enclave histórico.

  • 1975: Publica Andorra i la catalanitat, obra clave en la defensa de la identidad cultural andorrana.

  • 1983: Publica Andorra. Nació pirinenca, reforzando su papel como defensor de la singularidad del país.

  • 1993: Lanza Arrels d’Andorra, una síntesis de su pensamiento histórico y cultural.

  • 1998: Recibe la Cruz de Sant Jordi, y fallece en Andorra el 9 de diciembre del mismo año.

Relevancia actual

Hoy en día, la figura de Manuel Anglada sigue siendo un referente imprescindible en los estudios sobre identidad catalana y andorrana. Su obra ha cobrado nueva relevancia en un contexto donde la defensa de las lenguas minoritarias y la preservación de las identidades culturales son temas de debate internacional.

La claridad con la que expuso el vínculo histórico y cultural entre Andorra y Cataluña lo convierte en un autor de consulta obligada en el ámbito de la historiografía catalana contemporánea. Además, su estilo claro y su compromiso con la investigación rigurosa lo han posicionado como un modelo para nuevos investigadores y educadores.

Su legado también tiene un impacto palpable en la educación. Muchos de sus textos se utilizan aún hoy en programas académicos relacionados con la lengua y cultura catalana, especialmente en universidades de Andorra y Cataluña. La visión de Anglada sobre la naturaleza como elemento identitario también ha cobrado vigencia en el debate ecológico actual, ya que su amor por el paisaje pirenaico fue siempre parte integral de su pensamiento.

Anglada representa la figura del intelectual comprometido, que no solo estudia, sino que vive y defiende las culturas que investiga. Su producción literaria, combinada con su incansable labor pedagógica y su defensa del catalán como vehículo de expresión cultural, lo han convertido en una figura emblemática de los Pirineos.

El reconocimiento póstumo de su obra se manifiesta en homenajes, reediciones y estudios críticos que continúan explorando la profundidad de su pensamiento. La memoria de Manuel Anglada perdura, no solo por lo que escribió, sino por el modelo de coherencia entre pensamiento y acción que encarnó hasta sus últimos días.