Báthory, Erzsébet (1560-1614). La historia de la Condesa Sangrienta
Erzsébet Báthory, nacida en 1560 y fallecida en 1614, es una de las figuras más notorias y escalofriantes de la historia europea. Conocida como «la Condesa Sangrienta», su nombre perdura en la memoria colectiva debido a los horribles crímenes que cometió, incluyendo torturas y asesinatos sistemáticos. Su historia ha sido objeto de numerosos relatos, pero la verdad sobre su vida y los crímenes que cometió solo comenzó a desvelarse completamente en el siglo XX.
Orígenes y contexto histórico
Erzsébet Báthory nació en el seno de una de las familias más prominentes de la nobleza húngara, los Báthory. Esta familia aristocrática tenía una influencia considerable en la política y religión de Europa Central. Entre sus miembros más célebres se encuentran Esteban y Sigmund Báthory, quienes ocuparon los tronos de Polonia y Transilvania, respectivamente. La familia Báthory, además de su poder político y social, tenía un oscuro trasfondo vinculado a la magia negra, el satanismo y comportamientos libertinos.
El contexto de la Europa del siglo XVI era una época en la que la nobleza a menudo estaba vinculada a rituales de poder oculto y prácticas esotéricas. Los familiares de Erzsébet, como su hermano y su tía, estaban envueltos en escándalos debido a su comportamiento libertino y la práctica de la homosexualidad, algo que también estuvo marcado por una serie de acusaciones de magia negra. Además, su antepasada, Clara Báthory, fue famosa por haber envenenado a su esposo, lo que hacía presagiar que los instintos oscuros formaban parte de la historia familiar.
Logros y contribuciones
A lo largo de su vida, Erzsébet Báthory no hizo contribuciones positivas al mundo, sino que se destacó por sus horribles crímenes. Su notoriedad se debe principalmente a su obsesión con la inmortalidad, la belleza y el poder, lo que la llevó a tomar decisiones terribles. Cuando se casó en 1575 con Ferencz Nadasdy, un general de la guerra apodado «el Héroe Negro», su vida parecía estar destinada a un curso más tradicional. El matrimonio la llevó al castillo de Csejthe, ubicado en los Cárpatos, donde comenzó a alejarse del mundo social y a buscar nuevas formas de entretenimiento.
La muerte de su esposo en 1600 marcó un giro definitivo en su vida. A partir de ese momento, Erzsébet se entregó a la práctica de la magia negra, rodeándose de brujos y alquimistas que la iniciaron en prácticas de brujería. Sin embargo, fue un evento aparentemente trivial el que desencadenó su descenso hacia la barbarie. Un día, mientras le peinaban, una de sus criadas recibió una bofetada tan fuerte que provocó que comenzara a sangrar. Al ver cómo la sangre caía sobre la piel de la criada, Erzsébet creyó que la piel donde había tocado la sangre de la joven se veía más lozana, lo que la convenció de que los baños de sangre humana serían la clave para preservar su juventud y belleza.
Momentos clave en su descenso hacia la locura
Este momento fue el inicio de una serie de asesinatos que definieron su infame legado. Erzsébet Báthory comenzó a capturar a jóvenes vírgenes, utilizando a sus criados para que las trajeran a su castillo bajo el pretexto de conseguir empleo como sirvientas. Una vez dentro, las víctimas eran encerradas en mazmorras y sometidas a torturas hasta que sus vidas eran arrebatadas para llenar la bañera de la condesa con su sangre. Durante una década, más de seiscientas cincuenta víctimas fueron asesinadas en este proceso macabro.
Además, la condesa no era ajena a las prácticas de magia negra, y los testimonios de sus cómplices durante el juicio indicaron que ella creía que el poder de la sangre de sus víctimas le otorgaría la inmortalidad. Esta obsesión la llevó a un camino de destrucción, donde las víctimas no solo eran jóvenes mujeres, sino también personas que caían bajo su control debido a su estatus y poder.
El castillo de Csejthe, situado en una zona apartada, se convirtió en el escenario de estos horribles crímenes. A medida que la condesa se volvía cada vez más despiadada, sus criados y cómplices se convirtieron en una parte crucial de sus actividades criminales. Sin embargo, el descuido de los detalles y la desaparición de los cuerpos de las víctimas permitió que la verdad saliera a la luz. Algunos restos humanos fueron encontrados por los campesinos que vivían cerca del castillo, lo que llevó a las autoridades a investigar los rumores de atrocidades.
La captura y juicio
En 1610, tras varios años de investigación, el rey de Hungría, Matías II, envió un pelotón de soldados para investigar las acusaciones contra la condesa. El comandante de la tropa, Gyorgy Thurzo, que además era pariente de la condesa, encabezó la incursión en el castillo. Cuando llegaron, descubrieron escenas de horror indescriptibles, con cadáveres y restos humanos dispersos por todo el castillo y sus alrededores.
Durante su juicio, Erzsébet Báthory confesó haber asesinado a casi setecientas muchachas, muchas de las cuales fueron sacrificadas para satisfacer su obsesión con la sangre. Si bien sus cómplices fueron ejecutados, la condesa, debido a su noble estatus, evitó la pena capital. Fue condenada a pasar el resto de sus días en prisión perpetua, recluida en una pequeña celda del castillo de Esei. Allí, estuvo confinada en una cámara con solo una pequeña rendija por donde le suministraban comida y agua. Murió en 1614, a los 54 años de edad, dentro de la misma prisión que se había convertido en su tumba.
Relevancia actual
La figura de Erzsébet Báthory sigue siendo un tema fascinante en la cultura popular, siendo objeto de libros, películas y estudios sobre la historia del crimen. Su vida ha sido objeto de innumerables teorías y especulaciones, que van desde consideraciones psicológicas sobre su trastorno mental hasta interpretaciones que la ven como víctima de una conspiración. Sin embargo, su legado sigue marcado por la brutalidad y la depravación que la definieron.
El caso de la Condesa Sangrienta también ha servido para reflejar los oscuros rincones de la nobleza europea y la corrupción del poder. Hoy en día, Erzsébet Báthory es un símbolo de la crueldad y la decadencia, y su historia sigue siendo una de las más aterradoras de la historia europea.
Bibliografía:
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Esteban I Báthory – MCN Biografías
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Sigmund Báthory – MCN Biografías
MCN Biografías, 2025. "Báthory, Erzsébet (1560-1614). La historia de la Condesa Sangrienta". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/bathory-erzsebet [consulta: 4 de octubre de 2025].