Wilde, Oscar Fingal O’Flahertie Wills (1854-1900).
Escritor irlandés, nacido en Dublín (Irlanda) el 16 de octubre de 1854 y fallecido en París el 30 de noviembre de 1900, que fue un escritor obsesionado por la búsqueda de la belleza, conocido como «El Príncipe de los Ingenios» de las Letras inglesas por la agudeza y el ingenio de sus frases.
Fue uno de los mejores representantes de la teoría defensora del arte por el arte. De hecho, siempre pretendió que no sólo su obra, sino también su propia vida fuera una especie de obra artística.
Se sirvió de su ingenio, su humor y su espléndido dominio del lenguaje para criticar a la sociedad victoriana. Pero, al mismo tiempo, en una de sus muchas contradicciones, amaba el lujo y los salones de las altas clases de dicha sociedad.
Vida
Oscar Wilde vino al mundo en el seno de una familia de la burguesía intelectual. Su padre era el prestigioso científico irlandés Sir William Wilde, un cirujano especializado en el tratamiento del oído (se le considera uno de los padres de la otología moderna.
La madre del futuro escritor, Lady Francesca Jane Elgee, era una mujer de gran cultura y sensibilidad. Sus ideas eran muy avanzadas en comparación con las de las mujeres de su tiempo. Conocida por el pseudónimo de Speranza, tenía fama como escritora y feminista, e intervenía también en la vida política irlandesa. Solía organizar en su casa reuniones de escritores, y en ellas el pequeño Oscar empezó a interesarse por la Literatura.
Wilde recibió una esmerada educación en uno de los principales centros de enseñanza de su ciudad natal, el Trinity College de Dublín. Allí se distinguió por su interés por las Letras, tanto modernas como antiguas (llegó a recibir un premio especial por sus conocimientos de griego clásico).
En 1874, a los veinte años de edad, se trasladó a Gran Bretaña para ingresar en la prestigiosa universidad de Oxford, donde se le había concedido una beca por sus brillantes estudios anteriores.
En el Magdalen College de Oxford, Oscar Wilde siguió sobresaliendo por su inteligencia y su cultura, así como por su sensibilidad artística. Allí se dio a conocer como escritor, por medio de algunos poemas que obtuvieron importantes premios.
Ya por aquel entonces se distinguía por su elegancia (a veces, algo extravagante), su exquisitez en el habla y, en general, por su cultivo constante de la estética. Se convirtió en uno de los principales defensores de la teoría del arte por el arte, con la que se daba a entender que una obra podía ser considerada artística por el mero hecho de causar admiración por su belleza, sin necesidad de mostrar también unas ideas profundas.
Este interés por el Arte y la belleza le llevó a viajar, cuando todavía era estudiante, por algunos de los países de mayor riqueza cultural, como Italia y Grecia; y también recorrió parte del norte de África.
En 1878 acabó sus estudios universitarios y empezó a publicar artículos y poemas en periódicos y revistas. A comienzos de los ochenta, ya convertido en uno de los intelectuales más prestigiosos del Reino Unido, viajó a Estados Unidos para pronunciar conferencias sobre su teoría del arte por el arte y, en general, sus ideas estéticas.
A su regreso, siguió publicando sus artículos y poemas en la prensa inglesa, y recorrió también Gran Bretaña dando conferencias. Luego pasó a Francia, en donde hizo lo mismo y se relacionó con los principales escritores del momento (como el poeta Verlaine).
En 1884 se casó con Constance Lloyd, una irlandesa muy rica con la que tuvo dos hijos (Cyrill y Vyvyan). La fortuna de su esposa le permitió dedicarse únicamente a escribir, y pronto triunfó no sólo como poeta y articulista, sino también como narrador y dramaturgo.
En Londres, donde residía de forma fija desde su matrimonio, Oscar Wilde se convirtió en una de las figuras más brillantes de la vida pública. No sólo se tenían en cuenta sus opiniones literarias: también se escuchaban sus ideas políticas y sociales, y se admiraba su forma de vestir y de comportarse en público, con un estilo elegante y refinadísimo que dio lugar a una moda llamada dandismo (o sea, la de los dandis, los caballeros elegantes y exquisitos).
Pero, cuando estaba en la cima de la fama y el éxito, la mentalidad conservadora y atrasada de la sociedad británica decidió que no podía soportar el triunfo de alguien que mostraba tanta libertad en su forma de escribir, de pensar, de vestir, de comportarse en público, etc.
Así, en 1895 se le acusó de mantener relaciones sexuales con un hombre, algo que estaba considerado un delito en la época. El amante de Wilde, Lord Alfred Douglas, pertenecía a la nobleza británica; su padre, el marqués de Queensberry, era muy conservador, y empleó todas sus influencias en conseguir que Oscar Wilde fuera condenado en un juicio.
Pasó dos años en la cárcel, realizando trabajos forzados. A su salida del presidio, ya nadie le consideraba un artista famoso e influyente. Abandonado por todos, se refugió en París, donde vivió casi en la miseria, bajo el nombre falso de Sebastian Melmoth. Murió en la capital francesa, víctima de meningitis, en 1900.
Con motivo del centenario de su muerte, el Reino Unido organizó numerosos actos conmemorativos y varias reediciones de sus obras.
Obra
Oscar Wilde es uno de los autores más importantes de la literatura escrita en lengua inglesa. Cultivó con maestría todos los géneros literarios, y alcanzó gran fama en vida, tanto dentro como fuera del Reino Unido.
En sus momentos de mayor esplendor, sus opiniones eran celebradas por todos. Puso de moda la elegancia y el refinamiento en la literatura y en el arte, pero también en el vestir, en la forma de hablar, en la manera de comportarse en público, etc.
Sin embargo, cayó en desgracia por sus preferencias sexuales, que escandalizaron a la sociedad británica de su tiempo. Sus últimos años de vida fueron muy penosos, condenado a la miseria y despreciado por todos.
Oscar Wilde fue un escritor fecundo (o sea, autor de muchas obras) que cultivó con maestría todos los géneros: cuento, novela, poesía, teatro, ensayo, artículo, crítica literaria, etc.
Empezó publicando sus poemas en periódicos y revistas. Luego dio a la imprenta libros de versos tan notables como: Poemas, una recopilación de sus primeras composiciones líricas, y La balada de la cárcel de Reading, un largo poema escrito tras su salida de la cárcel, donde Wilde refleja la dureza de la vida en presidio.
En cuanto a su obra narrativa, Wilde escribió una colección de fabulas de tema amoroso, dirigidas a los lectores adultos y titulada El príncipe feliz; La casa de las granadas; El crimen de lord Arthud Saville, una colección de cuentos en los que Wilde muestra su fino sentido del humor; El retrato de Dorian Gray, que cuenta la historia de un hombre muy apuesto que consigue no envejecer físicamente, conservando siempre la hermosura de su juventud, pero un retrato suyo, en cambio, va envejeciendo con el paso del tiempo; y De profundis, una larga carta en prosa (pero de gran aliento poético) escrita, en parte, durante su estancia en la cárcel. En ella parece arrepentirse de ese estilo de vida que le ha llevado al exilio.
Sin embargo, las obras de Wilde que más fama le dieron en su tiempo pertenecen al género teatral. Son obras que reflejan las costumbres de la alta sociedad, en un ambiente refinado y elegante, con un lenguaje exquisito. Utilizó ese ingenio y su fino sentido del humor para criticar a la sociedad, pero siempre en un tono muy amable, sin perder la compostura propia de alguien que presumía de su elegancia y corrección.
La obra con la que más fama consiguió en su época es Salomé (1891), escrita originariamente en francés. Otras piezas teatrales suyas de gran interés son: El abanico de lady Windermere’s (1892), Una mujer sin importancia (1893), Un marido ideal (1895) y La importancia de llamarse Ernesto (1895).
Wilde también escribió ensayos, como Intenciones, en el que explica sus ideas sobre el arte y la belleza, y el ensayo político El alma del hombre bajo el socialismo, donde se muestra cercano a la ideología anarquista.