Walpole, Sir Hugh (1884-1941).
Narrador británico, nacido en Auckland (Nueva Zelanda) en 1884 y fallecido en Keswick (Cumberland) el 1 de junio de 1941. Desde muy joven recibió una esmerada formación humanística derivada del deseo expreso de su padre, un canónigo protestante que acabaría ocupando la silla episcopal de Edimburgo (Escocia). Así, el joven Hugh Walpole pudo cursar estudios superiores en la célebre Universidad de Cambridge, donde empezó a cultivar la creación literaria y a darse a conocer como escritor.
Sin embargo, no logró consagrarse plenamente a la actividad literario hasta muchos años después, ya que tan pronto como finalizó sus estudios hubo de ganarse la vida con el ejercicio de la docencia desempeñado, en calidad de profesor laico, en una iglesia anglicana. Por aquel tiempo compaginaba esta dedicación a la enseñanza con la redacción de algunas novelas primerizas que enseguida revelaron la fuerte personalidad de un fluido, ameno y poderoso narrador, capaz de transmitir numerosas historias que, casi siempre ligadas a la estética costumbrista, llegaban directamente a todo tipo de lectores. Así, al cabo de los años Hugh Walpole dejó tras de sí un fecundo y dilatado legado literario constituido por unos cincuenta volúmenes, en los que tiene cabida sobre todo la narración novelesca, pero también el ensayo crítico y el relato biográfico.
Dentro de una metódica ordenación de esta vasta producción literaria, Walpole organizó sus obras en diferentes ciclos, entre los que resulta obligado citar, antes que nada, el denominado «Rising City», una afortunada trilogía novelesca que comprende los títulos siguientes: The Duchess of Wrexe (1914), Green Mirror (1917) y The Captives (1920). Casi al mismo tiempo que iban apareciendo estas obras, Hugh Walpole se enfrascó en la construcción imaginaria de la ciudad de Polchester, una fantástica sede catedralicia en la que ambientó algunas novelas tan celebradas como Jeremy (1919), The Cathedral (1922), The Old Ladies (1924) y Harmer John (1926).
Posteriormente, su prosa evolucionó hacia la novela histórica, género en el que irrumpió ruidosamente con Rogue Herries (1930), primera entrega de la tetralogía conocida como «The Herries chronicle» («La saga de los Herries»). El resto de las narraciones de este tercer ciclo del escritor nacido en Nueva Zelanda se completa con los títulos de Judith Paris (1931), The Fortress (1932) y Vanessa (1933).
Pero, al margen de estas novelas en serie de Hugh Walpole, otras obras suyas gozaron de enorme difusión entre los lectores europeos de la primera mitad del siglo XX, especialmente dos narraciones que están catalogadas entre lo más selecto de su extensa producción literaria. En la primera de ellas, titulada The dark forest (En la plaza oscura, 1916), Walpole reconstruyó todo el horror ambiental de una atmósfera bélica, en buena parte gracias a sus propios recuerdos autobiográficos; en la segunda, titulada Portrait of a Man With Red Hair (Retrato de un pelirrojo, 1925), se reveló como un consumado especialista en el género macabro, por medio de un relato trufado de golpes de efecto verdaderamente tenebrosos.
El resto de la producción prosística del escritor de Auckland se compone de diferentes títulos consagrados a narrar la vida de otros personajes reales y, en general, a reconstruir el inmediato pasado glorioso del Imperio Británico y de algunas de sus más célebres figuras, lo que le valió ser distinguido con el título de caballero (Sir) por los servicios prestados a las Letras británicas. Algunas de sus muchas obras todavía no recogidas en este artículo son The Wooden Horse (1909), Joseph Conrad (1916), The English Novel (1925), Anthony Trollope (1928), The Waverley Pageant (1932), The Killer and the Slain (1942) y Katherine Christian (1943). Además, dejó impresa una interesante recopilación de sus relatos breves, publicada bajo el título de All Souls’ Night (1933).
JRF