Wagner, Elin (1882-1949).


Escritora y periodista sueca, nacida en el Lund, al sur de Suecia, en 1882 y muerta en 1949, que cuenta con el honor de haber sido después de Selma Lagerlof -de la cual fue biográfa- la segunda mujer en ingresar en la Academia Sueca.

Su compromiso personal con el pacifismo y con los derechos de la mujer, la llevó a colaborar con el llamado Grupo de Folgestad, agrupación cuyas ideas se asentaban en las de Fredrika Bremer (1801-1865), fundadora del movimiento feminista sueco. El grupo, que defendía en primera instancia las profundas diferencias psicológicas entre hombre y mujer, se constituyó como una especie de escuela popular para mujeres, con la intención de instruirlas en materia política y que pudiesen ejercer su nuevo derecho de voto. Su temario se iba volcando en la revista La época, de la cual fue redactora Wagner, quien logró enlazar estos puntos de vista tan radicales con posiciones más reposadas. Otros puntos importantes en su obra son el desarme, el pacifismo, la vida en armonía con el entorno y la defensa del medio ambiente. Todo su ideario, que han esgrimido en no pocas ocasiones feministas y ecologistas de épocas posteriores, se encuentra compendiado en la obra El Despertador (1941). Además, Elin Wagner luchó toda su vida por conseguir el sufragio femenino, tal y como hace la periodista que protagoniza su novela Portaplumas (1910), un derecho que no llegaría para las mujeres suecas hasta diez años más tarde.

La época en que desarrolla su trabajo, el segundo decenio del siglo XX, inscribe a Wagner en el grupo de narradores denominados «de 1910«, una generación literaria que intenta mostrar en sus escritos el proceso de cambio que estaba sufriendo una sociedad cada vez más democratizada y secularizada.

Su producción literaria comprende novelas, narraciones breves, biografías y estudios sobre diversos temas sociales y políticos. Las primeras destacan por la excelente caracterización de los personajes que hace la escritora, y entre ellas se pueden citar La liga Nortull (1908), El éxito de la familia Jerneploog (1916), Las golondrinas vuelan alto (1929) y la que es su obra más conocida, Asa-Hanna (1918), en la que abandona los temas políticos e ideológicos para afrontar los problemas morales de la sociedad rural en que se desarrolla la historia. Para sus biografías elige escritoras como ella; mención especial merece entre éstas la antes citada de su compatriota Selma Lagerlof, que le mereció el ingreso en la Academia; finalmente, sus artículos que tratan los más diversos temas sociales y políticos, están escritos con un lenguaje típicamente periodístico.