Vallejo, José Joaquín (1811-1858).


Escritor chileno, nacido en Copiapó el 19 de agosto de 1811 y muerto en la misma ciudad el 27 de septiembre de 1858, que fue más conocido por el apodo de “Jotabeche”.

Vida

Con tan sólo ocho años de edad fue enviado por su padre a La Serena, a casa de su tío Juan José Espejo, por motivos económicos. Allí pudo ingresar al Liceo e incluso desempeñar en él una ayudantía. Ganó una beca en el Liceo de Chile, dirigido por José Joaquín de Mora. Posteriormente ingresó en el Instituto Nacional para estudiar Leyes, pero debió abandonar la carrera por falta de recursos. En 1835, gracias a algunos amigos, pudo ocupar un cargo administrativo en la Intendencia de Maule durante unos meses, tras lo cual se dedicó al comercio, actividad en la que tuvo ciertos problemas que le condujeron a la cárcel, de la que se fugó.

En 1840 regresó a la capital y participó en la contienda electoral por la sucesión del presidente Joaquín Prieto a favor del candidato Joaquín Tocornal. Fue entonces cuando empezó a definirse como un periodista crítico, ácido y satírico, escribiendo en el diario La Guerra a la Tiranía artículos políticos apasionados y, en ocasiones, denigrantes para sus contrarios.

La derrota de su candidato, fue causa de que Vallejo regresara a Copiapó, donde comenzó a trabajar como abogado sin título pero con éxito, lo que le permitió adquirir derechos mineros que le trajeron cierto bienestar económico. Entre 1841 y 1847 realizó su carrera como escritor “costumbrista”. Participó en la polémica del Romanticismo de 1842, en la que su principal oponente fue el argentino Domingo Faustino Sarmiento. Fue designado miembro de la facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile en 1843, año en que también ocupó el cargo de regidor de Copiapó. En 1845 fundó el diario El Copiapino, y en 1849 fue elegido diputado por Huasco, lo que implicó su regreso a Santiago.

Vallejo fue un orador atrevido, cuya posición política osciló entre el liberalismo y el conservadurismo. Como diputado realizó textos para El Mercurio de Valparaíso hasta la revolución de 1851. De aquí en adelante no volvería a escribir. Por un tiempo continuó la actividad política y diplomática. En 1852 fue elegido diputado por Cauquenes pero no tomó posesión ya que prefirió viajar a Bolivia en calidad de encargado de negocios. Su misión en este país fracasó, lo que lo hizo regresar a Copiapó, donde residió hasta su muerte.

Sus obras literarias se inician con una Carta a su amigo Manuel Talavera Garfias, en la que describe su excursión cordillerana al Cajón del Maipo y en la que adelanta lo que sería su principal característica como escritor, su “chilenidad”, característica que se hace patente en sus artículos, en los que el tema preferido son los hombres, los lugares y las costumbres de Chile, especialmente los del Norte y de Santiago. Su lenguaje también da cuenta de esta chilenidad, pues hace uso de voces populares, lo que no excluye el empleo de un castellano castizo. Otra característica de sus obras es el humor, si bien con cierto sarcasmo en relación a las costumbres de los chilenos. En definitiva, su estilo es suelto, flexible, ameno y espontáneo. Jotabeche logró ser esencialmente chileno a pesar del afrancesamiento típico de algunos escritores del período.