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ArquitecturaBiografía

Vázquez, Lorenzo (1481-1510).

Arquitecto español, posiblemente de origen segoviano. Las fechas de su nacimiento y muerte no se conocen: está documentado por primera vez en 1481, trabajando en Italia y su última obra la realiza hacia 1510. Se formó en la escuela de Francisco de Simone, llamado Ferrucci, autor del Palacio de Bevilacqua de Bolonia. También se formó en el arte de Rosselino.

En España estuvo al servicio de la poderosa familia de los Mendoza, con los que fue posible introducir las formas renacentistas en España. Su primera obra es el Colegio de la Santa Cruz de Valladolid, iniciado en 1487 en estilo gótico y terminado en 1491 en plateresco. A él se deben la portada, los cuerpos altos de los contrafuertes, la cornisa y la balaustrada, utilizando motivos de origen toscano y boloñés. También se debe a él el importante Palacio de Cogolludo, mandado construir por Don Luis de La Cerda, primer Duque de Medinaceli, entre 1492 y 1495. Está realizado con estructura renacentista de palacio ciudadano, donde alterna elementos decorativos de ascendencia gótica con un almohadillado de tradición florentina. Ambas construcciones están emparentadas en el tratamiento de los principales elementos del edificio: portadas, cornisa y almohadillado. A él se debe también el convento de San Antonio de Mondéjar, encargado por el Duque de Tendilla y terminado hacia 1508, primera construcción religiosa en la que se introducen formas renacentistas. La portada del edificio revela el conocimiento profundo del arquitecto del repertorio italiano, que va a ser tratado según la tradición hispana. En esta misma época realiza el Palacio de Don Antonio de Mendoza en Guadalajara, convertido después en el convento de la Piedad, con un bello patio y portada de influencia boloñesa. El historiador Gómez Moreno le ha asociado también a la importante construcción del Palacio Castillo de la Calahorra, igualmente encargado por un miembro de la familia Mendoza.

Lorenzo Vázquez, junto con sus mecenas, los Mendoza, introducen el estilo renacentista italiano en España, trasplantando tipologías y formas ensayadas durante el quattrocento.

El Colegio de la Santa Cruz de Valladolid.

Fundado por el Cardenal Pedro González de Mendoza, importante mecenas que, junto a otros miembros de la familia Mendoza, fueron los introductores de las primeras formas renacentistas y del espíritu humanista.

Las obras, en estilo gótico, se inician hacia 1486, siendo suspendidas en 1488 por no ser del agrado del cardenal. Poco después se vuelven a emprender, con un claro proyecto de realizar un edificio a lo romano. Este cambio está relacionado con el encargo del proyecto al arquitecto Lorenzo Vázquez, que comienza a trabajar hacia 1489. La atribución de este edificio a Lorenzo Vázquez es comúnmente aceptada por la crítica. El cambio producido en el gusto del cardenal se ha puesto en relación con la influencia ejercida sobre él por su sobrino, Don Íñigo López de Mendoza, que acaba de volver de Italia y que incluso propondría la figura de Lorenzo Vázquez. Lo que se va a trasformar no es el plan de conjunto de la obra, sino la fachada, especialmente la portada. Esta queda incluida entre dos contrafuertes que enmarcan un paramento almohadillado. La portada se estructura con arco de medio punto, flanqueado con pilastras que sustentan un frontón curvo, ornamentado con una importante decoración de grutescos. En el tímpano se representa al Gran Cardenal y a Santa Elena.

Tanto la nueva estructura de la fachada como la Biblioteca que se proyecta sirven como elementos para establecer una nueva significación en el conjunto.

El Palacio de Cogolludo (Guadalajara).

Es el primer palacio español del Renacimiento. Comúnmente se había admitido que su construcción se inicia hacia 1492, por encargo de Don Luis de La Cerda, aunque recientemente se ha propuesto adelantar la fecha hacia 1479, antes del Colegio de la Santa Cruz de Valladolid. El modelo se deriva de la tipología renacentista de palacio urbano. Su fachada totalmente horizontal, remarcada esta característica por servir de telón de fondo de una plaza. Está formada por dos cuerpos: el inferior ciego y apoyado en zócalo, y el superior decorado con seis ventanales de gusto gótico. En el centro se abre una portada adintelada, rematada con un frontón curvo sobre el cual, en el piso superior, se coloca un escudo del Duque, que sirve no sólo como motivo decorativo sino también como motivo compositivo, marcando el eje de la fachada junto con la puerta. Todo el paramento de la fachada está almohadillado a la italiana. La utilización de ventanales góticos no supone un enraizamiento con las tradiciones locales, sino que éstos habían sido igualmente utilizados en las estructuras italianas de tal forma que, a excepción de las formas arquitectónicas florentinas, más rigurosamente clásicas, podemos encontrar numerosos ejemplos en el resto de Italia, como el Palacio Bologni de Bolonia, donde se realiza esta misma combinación.

El patio, de planta rectangular, ha llegado hasta hoy muy mutilado. Se estructura mediante cuatro bandas, formadas por cuatro arcos en las que son paralelas a la fachada y por cinco arcos las que son trasversales a la misma, con capiteles de clara ascendencia italiana.

El Convento de San Antonio de Mondéjar (Guadalajara).

La iglesia del convento de San Antonio de Mondéjar, hoy en ruinas, supone la primera vez que las formas renacentistas se aplican a un edificio religioso. Fue construida por Don Íñigo López de Mendoza, segundo Conde de Tendilla. Estando en Roma en 1487, obtuvo bula para su fundación. Fue proyectada, casi con toda seguridad, por Lorenzo Vázquez, adaptando en su estructura el modelo de iglesia derivado del gótico final, codificado como arte oficial por los Reyes Católicos. Añadió una serie de elementos italianizantes que cumplen una función referencial. Así, las nervaduras góticas se van a apoyar sobre un entablamento de pilastras clásicas, estableciendo un sentido de proporción y ritmo clásico. La portada, situada a los pies, ha sido relacionada con varios modelos italianos y con la portada del Colegio de la Santa Cruz de Valladolid. Está concebida como un retablo en el que se condensa una decoración de carácter italianizante.

El Palacio de Don Antonio de Mendoza en Guadalajara.

Edificio cuya construcción es un tanto posterior a la del palacio de Cogolludo, pero que igualmente introduce las formas renacentistas en España. Fue mandado construir por Don Antonio de Mendoza, sobrino del Gran Cardenal Don Pedro González de Mendoza. Existe unanimidad en su atribución a Lorenzo Vázquez, por la unidad estilística que muestra con el colegio de la Santa Cruz, el Palacio de Cogolludo y el convento de San Antonio de Mendoza. El edificio muestra una atención más modesta a la fachada que en el palacio de Cogolludo, simplificándose compositivamente y recurriendo a la tradicional interiorización palaciega de raigambre gótica. En la portada se concentran con énfasis los motivos ornamentales. Actualmente, ésta se halla sensiblemente modificada tras la supresión del frontón triangular que lo remataba. Formada por arco de medio punto y flanqueada por pilastras, se remataba con un frontón que contaba con el escudo de armas de don Antonio.

El patio constituye el núcleo principal del edificio: de planta cuadrada y dos pisos, ambos arquitrabados, y sustentados por columnas y capitel sobre los que descansan zapatas y arquitrabe de madera. Este modelo alcanzaría un importante arraigo en la arquitectura del siglo XVI, considerándose una solución propia del Renacimiento español y siendo denominadas como zapatas alcarreñas. Esta zapata, pese a ser un elemento claramente anticlásico, se difundió como una solución constructiva propia del clasicismo, avalada por su empleo en algunas construcciones italianas. Además, dicha zapata respondía a una necesidad constructiva: evitar la corvadura del dintel, además de ser un elemento corrector de las proporciones.

Este esquema de palacio, patio central de columnas con galería superior, tuvo una importante influencia en la arquitectura española que siguió este modelo, sobre todo en el área de influencia de la familia Mendoza, donde se construyeron un buen número de ejemplares: son los denominados palacios alcarreños.

El Palacio-Castillo de la Calahorra.

Mandado construir por el Marqués de Cenete, miembro de la familia Mendoza, en 1509. Se inician las obras dirigidas por Lorenzo Vázquez, pero pronto surgen problemas entre ambos y el Marqués lo sustituye por el genovés Michel Carlone, a quien se debe la unidad arquitectónica del edificio y la presencia de soluciones típicamente genovesas. De Lorenzo Vázquez son los diseños de las columnas y capiteles del patio central, de una extraordinaria variedad, cuyos motivos van a estar inspirados en los modelos establecidos en el Codex Escurialensis. Por otro lado, los capiteles del cuerpo superior, encargados en Carrara, denotan una inspiración de distinta procedencia.

Lorenzo Vázquez. Patio central del castillo en La Calahorra (Granada).

Lorenzo Vázquez. Castillo en La Calahorra (Granada).

Bibliografía.

  • CASTILLO OREJA, M.A.: El Renacimiento hispánico. Madrid, 1986.

  • CHECA CREMADES, F.: La arquitectura del Renacimiento en España. Madrid, Cátedra, 1989.

  • MARTÍNEZ TERCERO, E.: La primera arquitectura renancentista fuera de Italia: Lorenzo Vazquez en Guadalajara. Guadalajara, COAG, 1995.

  • NADER, H.: Los Mendoza y el Renacimiento español. Guadalajara, 1985.

  • NIETO, V. y CHECA CREMADES, F.: El Renacimiento. Formación y crisis del modelo clásico. Madrid, 1980.

  • ZALAMA RODRIGUEZ, M.A.: El palacio de la Calahorra: primer edificio del renacimiento en España. Granada, 1990.

E. Alegre Carvajal.

Autor

  • Esther Alegre Carvajal.