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HistoriaBiografía

Teodorico I, rey ostrogodo (454-526).

Rey de los ostrogodos, hijo de Teodomiro, nacido en Pannonia hacia 454 y muerto en Rávena en el 526. Fue conocido como Teodorico I el Grande. Nació en el territorio que hoy constituye Austria, cerca de la actual Viena. Cuando sólo contaba ocho años de edad fue enviado por su padre como rehén a Constantinopla, en parte para que recibiese la educación propia de un príncipe romano. Cuando contaba con 18 años de edad y pudo regresar junto a su padre, la situación de los otrogodos se vio seriamente comprometida por los ataques de los gépidos, sármatas, alemanes, suevos y rugios, además de algunos restos de los hunos que esperaban recuperar parte de sus antiguos dominios.

Sin esperar el permiso de su padre, que estaba en el campo de batalla, reunió un ejército de 6.000 hombres y atacó la ciudad de Singidunum (hoy Belgrado), que estaba ocupada por los Sármatas. Finalmente, logró conquistar la ciudad, matando a su rey Babai.
En el año 454 fue coronado rey de los ostrogodos tras la muerte de su padre Teudemero.
Prestó importantes servicios al emperador bizantino Zenón, al que apoyó en contra de la rebelión de su hermano Basilisco, por lo que éste lo nombró senador, patricio, jefe de la milicia, cónsul y capitán de la guardia imperial.

La conquista de Italia

Con el beneplácito de Zenón, emprendió la conquista de Italia, la cual se hallaba en poder de Odovacar, jefe de los hérulos. Abandonó la Mesia, donde estaban establecidos en el año 488, con un contingente de 250.000 personas entre hombres, mujeres, ancianos y niños. Al llegar a Singdunum tuvo que pelear con los gépidos, a los que de nuevo venció. Tardó casi un año en llegar a la orilla del río Isonzo, que limitaba con Italia, y a cuya otra orilla le esperaba el ejercito de Odovacar. El 28 de agosto del año 489 los ostrogodos forzaron el paso del río, y obligaron a Odovacar a retirarse a Verona. El 30 de septiembre los ejércitos de ambos se enfrentaron en la batalla de Verona, en la que se ocasionaron cuantiosas pérdidas. Teodorico destrozó el ejercito de su oponente, que se tuvo que refugiar tras las murallas de Rávena. Durante algún tiempo Odovacar mantuvo una posición fuerte en Rávena, hasta que Teodorico recibió el refuerzo de un cuerpo de visigodos enviados por Alarico de Tolosa. Gracias a éste se decidió definitivamente el triunfo de Teodorico. Poco después, el senado romano solicitó que Teodorico fuese investido con el manto real. Tras la rendición de Odovacar, entro en Rávena el 5 de marzo del año 493, se estableció en el famoso palacio "Alameda del Laurel", y se proclamó, posteriormente, rey de Italia.

Política interior

Emprendió una magnífica labor de reconstrucción interior. Encargó al distinguido romano Libero el reparto de tierras entre godos, lo cual hizo con justicia y rectitud. Evitó las vejaciones que los recaudadores de impuestos realizaban a los ciudadanos, permitiendo que todo aquel que se considerase vejado, pudiese reclamar ante el rey, lo que le granjeó el respeto de los romanos. Restauró la mayor parte de las instituciones romanas, lo que le valió que en el año 497 el emperador Anastasio lo reconociese como gobernador de Italia, y le enviara el manto de púrpura y la diadema de los emperadores de Oriente.
Conservó la civilización romana y emprendió hermosas reconstrucciones en Rávena, su capital; persiguió la destrucción de templos romanos por parte de los cristianos, los cuales buscaban apropiarse de los materiales de construcción y del bronce de las estatuas. Fue, posiblemente, el primer gobernador conocido que se ocupó de la defensa del patrimonio cultural, y destinó anualmente 200 libras pesadas de oro al mantenimiento de los edificios públicos romanos. Tuvo una gran influencia sobre los demás reinos germanos, pues era el que arreglaba sus diferencias. Hizo que se entablara amistad entre los ostrogodos y los romanos. A pesar de ser arriano, mantuvo una política de tolerancia con sus súbditos romanos, católicos, e incluso protegió a los judíos de sus tierras, afirmando públicamente que "los beneficios de la justicia no debían ser negados ni a los que yerran en su fe".

Política exterior

En cuanto a las relaciones con sus vecinos, unió a su familia con lazos matrimoniales con casi todas las casas reales de Europa. Casó a su hermana con Trasamundo, rey de los Vándalos; a su sobrina con Ermanfrido, rey de Turingia; a una de sus hijas con Alarico de Tolosa; y a otra con Segismundo, futuro príncipe de los borgoñones. A la muerte de su primera esposa, él mismo se casó con Audafleda, hermana de Clodoveo, rey de los Francos. Con ella tuvo una hija llamada Amalaswintha.

La sucesión

Casó a su hija con el príncipe amalingo Eutharico, biznieto del antiguo rey Torismundo, al cual, atendiendo a los derechos sucesorios, le correspondía más ser rey de los ostrogodos que al propio Teodorico. De esta manera, unió en una sola las dos ramas del poder de los amalingos.
Eutarico murió algunos años antes que Teodorico, dejando un hijo llamado Atalarico que, aunque niño, fue proclamado rey de Italia.

Los últimos años

En los tres últimos años de la vida de Teodorico, posiblemente a causa de su elevada edad, comenzó a desconfiar de todos los que le rodeaban, precipitándolo a actuar contrariamente a todo el espíritu de su reinado. Cipriano, uno de los principales ministros del rey, informó a Teodorico de que el rico y noble senador Albino conspiraba en favor del emperador de Oriente, lo que le llevó a ser condenado. El filósofo y hombre de ciencia Boecio salió en su defensa, por lo que fue ejecutado, tras ser encarcelado durante un año. Poco después, también fue condenado a la pena capital Symmaco, sólo por el temor de que tratase de vengar a su suegro. Asimismo, encerró en un calabozo al anciano papa Juan, que murió en su cautiverio mayo de del año 526. Ordenó la supresión del culto ortodoxo, así como que todas las iglesias pasasen al poder de los arrianos. Este edicto no se llegó a cumplir pues Teodosio murió antes.
En el lecho de muerte, enfermó según algunos por los remordimientos que le causaron sus desmanes, eligió como heredero a su nieto Alarico, joven de 10 años de edad, y como regente durante su minoría, a su hija Amalaswinta.
Murió el 13 de agosto del año 526.

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