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HistoriaPolíticaBiografía

Silvela y la Vielleuze, Francisco (1845-1905).

Francisco Silvela.

Político conservador y jurisconsulto español, nacido en Madrid, el 15 de diciembre de 1845, y muerto en la misma ciudad, el día 29 de mayo de 1905.

Cursó estudios de Derecho en el Universidad Central de Madrid y consiguió, antes de acabar la carrera, una plaza por oposición en el Consejo de Estado, a la que renunció en 1869 para dedicarse plenamente a su profesión, en la que muy pronto obtuvo un gran éxito y prestigio. Su gran erudición le hizo destacar en la faceta de orador y literato. Resalta entre sus discursos el que dio en el salón de la Bolsa de Madrid, en abril de 1869, con motivo de la inauguración de la Sociedad Librecambista, cuyo objetivo era reformar los aranceles.

Sus primeros pasos políticos los dio dentro de las filas del partido Unión Liberal, liderado por O´Donnell, partido por el que obtuvo en 1869 un Acta de diputado por Ávila. En 1871 fue reelegido en el mismo escaño, período en el que ya se muestra Francisco Silvela como un político de talante reflexivo y sereno, a pesar de su corta edad. Su elocuencia y rapidez de verbo llegaron a ser temidas entre sus oponentes políticos. Memorables fueron sus discursos contra Manuel Becerra, ministro de Ultramar, y Moret, ministro de Hacienda, lo que hizo que la clase política le apodara con el apelativo de la daga florentina. Poco después se adhirió al grupo liberal conservador, encabezado por Antonio Cánovas del Castillo.

Al advenimiento de la Restauración monárquica, en 1874, Cánovas nombró a Francisco Silvela subsecretario de Gobernación, cargo del que dimitió poco después por su manifiesto desacuerdo con Romero Robledo, ministro de la Gobernación y encargado de buscar caciques para manejar convenientemente las elecciones. A raíz de este enfrentamiento, ambos políticos mantendrían en el futuro una enconada enemistad política y personal. En 1876 volvió a conseguir un Acta de diputado, esta vez por Madrid, para, en 1879, ser nombrado ministro de la Gobernación, bajo el gobierno presidido por Martínez Campos. Desde su ministerio intentó reformar el sistema de beneficencia, lo que le supuso enfrentarse con su enemigo político Romero Robledo y sus partidarios. De vuelta Cánovas al poder, en 1881, fue reelegido diputado por Madrid. Durante el gobierno presidido por Sagasta, lanzó duros ataques a la política de los progresistas, fundamentalmente a Romero Girón, ministro de Gracia y Justicia; cartera que luego desempeñaría el propio Francisco Silvela, cuando en 1883, Cánovas volvió a ostentar la jefatura del gobierno, hasta la llegada del nuevo gobierno progresista de Sagasta.

Poco a poco, Francisco Silvela fue haciéndose fuerte dentro de su partido, hasta llegar a ser el segundo tras el liderato incuestionable de Cánovas del Castillo. En 1890, Cánovas le confió la cartera de Gobernación, aunque ya por esta época la distancia entre el jefe y su segundo comenzó a ser cada vez mayor. Las relaciones entre ambos eran frías, incluso, a veces, hostiles, sobre todo por parte de Cánovas, que no se preocupó por ocultarlo. La ruptura definitiva se produjo en 1892, cuando Francisco Silvela se opuso al nombramiento de Vela, amigo personal de Cánovas, para el cargo de presidente del Tribunal Supremo, a lo que se sumó la reconciliación entre Cánovas y Romero Robledo.

Tras la muerte de Cánovas, en agosto de 1897, Francisco Silvela formó el partido Unión Conservadora, integrado por sus partidarios y por antiguos canovistas. A principios del año 1899 fue elegido presidente del Círculo Conservador. Ese mismo año, el 4 de marzo, ante el total descrédito de los liberales progresistas de Sagasta, Francisco Silvela fue llamado para formar un gobierno de regeneración nacional, en el que se dieron cita hombres como Polavieja, Durán, Pidal, Dato y Villaverde, entre otros. El gobierno heterogéneo que tuvo que presidir Francisco Silvela suprimió el ministerio de Ultramar y se creó uno nuevo, el de Instrucción Pública, cuyo primer titular fue García Alix. Francisco Silvela se vio obligado a dimitir el 23 de octubre de 1900, a causa de varias circunstancias políticas: la acción corrosiva y sistemática de la oposición, encabezada por Romero Robledo y José Canalejas; por la presión del poderoso sector eclesiástico; y, sobre todo, por la gran ola de protestas y huelgas que provocaron las medidas económicas efectuadas por su ministro de Hacienda, Fernández Villaverde.

No obstante, el declive político le permitió a Francisco Silvela reorganizar las filas del Partido Conservador, que se robusteció con la entrada de Antonio Maura. En 1902, volvió a la presidencia del gobierno, confiando a su delfín Maura la importante cartera de Gobernación, lo que provocó cierta indignación dentro de las filas del propio partido. Este nuevo gobierno duró poco, debido a la falta de unidad y cohesión ideológica entre sus miembros. Francisco Silvela acabó renunciando a la vida pública y política, en 1903, debido a su alto sentido de espíritu crítico, y cediendo la jefatura del partido a Antonio Maura, quien fue aclamado como el nuevo caudillo de los conservadores españoles.

Intelectual, escritor cultivado, fue el creador de frases incorporadas al acervo común de la lengua (“Madrid en verano, con dinero y sin familia”). Sus grandes dotes oratorias las aplicó no sólo al campo parlamentario, sino también al literario y periodístico. Miembro de la Real Academia Española, su actividad pública estuvo respaldada por numerosos artículos periodísticos y por una obra literaria de reconocido mérito. Entre sus textos destacan: La filocalia o el arte de distinguir a los cursis de los que no lo son; Sin tiempo; Origen, historia y caracteres de la prosa española; El mal gusto literario en el siglo XVIII.

Bibliografía

  • TAPIA, E: Francisco Silvela: gobernante austero. Madrid, 1968.

  • ARTOLA, M: Partidos y programas políticos: 1808-1936. Madrid, 1974.

  • PORTERO, F: "Francisco Silvela, jefe del conservadurismo español". Revista de Historia Contemporánea. Universidad Complutense de Madrid, 1983.

  • YLLÁN CALDERÓN, E: Cánovas del Castillo. Entre la Historia y la Política. Madrid, 1985.

  • GARCÍA DELGADO, J.L: La España de la Restauración. Política, economía, legislación y cultura. Madrid, 1985.

  • MARTÍNEZ CUADRADO, M: Restauración y crisis de la monarquía: 1875-1931. Madrid, 1991.

C. Herráiz García.

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