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HistoriaBiografía

Quevedo y Quintano, Pedro (1736-1818).

Religioso español, nacido en Villanueva del Fresno (Badajoz), el 12 de enero de 1736, y fallecido en Orense, el 28 de marzo de 1818. Era hijo de José de Quevedo, caballero de Santiago, y de Juana Quintano Silva y Vargas Machuca. Estudió en Badajoz, Granada y Salamanca. En 1754 obtuvo por oposición una beca en el Colegio mayor de Cuenca de la Universidad de Salamanca. En 1755 opositó a la magistralía de Badajoz, y en 1756 ganó la lectoralía de Zamora, de la que tomó posesión al año siguiente. Presbítero en 1760, fue elegido para la magistral de Salamanca, en cuya Universidad se graduó de licenciado y doctor en Teología. Designado obispo de Orense en 1775, se negó durante seis meses a aceptar el nombramiento, y al final lo hizo por orden expresa de Carlos III. Preconizado en Roma el 15 de abril de 1776 y consagrado en Madrid el 14 de julio, entró en su diócesis el 17 de octubre de 1776.

En su tiempo tuvieron lugar los célebres motines llamados "de la Ulloa", protesta antifiscal manipulada o aprovechada por la Iglesia: los amotinados cayeron sobre Orense los días 22 y 23 de noviembre de 1790, y tuvieron que ser apaciguados por la autoridad eclesiástica. En 1793 acogió en su diócesis a los clérigos franceses que venían huyendo de la Revolución francesa, por caridad y espíritu cristiano ciertamente, pero también porque para este obispo los sucesos de Francia eran peores que la peste. En 1806 le consultaba Carlos IV sobre la conveniencia de establecer en América reinos dependientes de España con lazos feudales, y la respuesta del obispo fue negativa. En 1808 fue patriota, y rechazó en una famosa carta dirigida a Sebastián Piñuela (Orense, 29 de mayo de 1808) la validez de las renuncias de Bayona (existe edición en portugués, 1808). De nuevo, el 2 de julio de 1808 dirigió una Representación al Consejo de Castilla, en el mismo sentido, que se publicó en Cádiz en 1808, y otra vez rechazó la validez del pacto firmado en Bayona en Demostración de la lealtad española, IV.

La Junta Central le nombró inquisidor general (Aranjuez, 14 de octubre de 1808), cargo que el interesado rechazó. Contribuyó a organizar la resistencia patriota en las Juntas de Galicia en La Coruña, y en las de Lugo, Orense y Castilla reunidas; fue presidente de la de Lobera, que organizó el marqués de la Romana, y huyó de Orense en cuanto Soult se apoderó de la ciudad. Soult le invitó a volver a ella el 3 de marzo de 1809, en una carta a la que el obispo contestó negativamente con otra fechada en Siela, junto a los Arcos (Portugal), el 21 de marzo de 1809. El 29 de enero de 1810 fue nombrado miembro del Consejo de Regencia, llamado "del Quintillo". Llegó a Cádiz a fines de mayo de 1810; tuvo un choque con la Junta de Cádiz por querer ésta vender la plata labrada de las iglesias para atender a las urgencias del momento. Fue presidente del Consejo de Regencia en septiembre de 1810; presidió la sesión inaugural de las Cortes el día 24, pero se retiró alegando sus achaques, y no juró como hicieron los demás regentes. Renunció a la presidencia al día siguiente, y tal renuncia fue aceptada. El 3 de octubre mandó una solemne protesta contra las Cortes que, a su parecer, no respetaban la soberanía de Fernando VII, y en la que protestaba también contra el juramento del día 24. Las Cortes ordenaron el confinamiento del obispo en Cádiz y le formaron causa. Juró, sin embargo, el 3 de febrero de 1811, después de lo cual pudo volver a su diócesis. De nuevo protestó contra la Constitución; no se negó a jurarla como se le mandaba, pero antepuso a ella una declaración que quitaba al juramento gran parte de su valor. Salió a la defensa de la Inquisición con un Edicto a mis diocesanos sobre la Inquisición (Orense, 18 de junio de 1812), que fue publicado en Tapaboca de los periodistas, folleto reaccionario del mismo año y que pudiera haber sido de inspiración suya.

Por todo ello, el 17 de agosto de 1812 las Cortes expidieron un decreto contra él, en el que se le consideraba "indigno de la consideración de español" y se le daban veinticuatro horas para abandonar el territorio nacional. Entonces pasó a San Pedro de Torey, reino de Portugal, pero diócesis de Orense, desde donde mandó una representación, fechada a 20 de septiembre de 1812. Allí fecha también su célebre Manifiesto (21 de abril de 1813), que fue publicado en La Coruña en ese mismo año, y reimpreso en Valencia por Francisco Brusola en 1814. Desde allí se opuso también a la lectura en las iglesias del decreto de abolición de la Inquisición. Hay quien supone que el Manifiesto de los Persas, que él no firmó porque se hallaba en Portugal y no era diputado, recoge su pensamiento. Lo cierto es que no volvió a España hasta la caída de la Constitución. En 1814 Fernando VII le quiso nombrar arzobispo de Santiago, pero él renunció a tal nombramiento, aunque aceptó en cambio recibir la gran cruz de Carlos III (1814). Pío VII le nombró cardenal en 1816. Existe un retrato al óleo suyo pintado por Vicente López.

Bibliografía.

  • LÓPEZ-AYDILLO, Eugenio: El Obispo de Orense en la Regencia del año 1810, Madrid, 1918.

  • RIAÑO, Camilo: El Teniente General Don Antonio Nariño. Bogotá, 1973.

  • AIRES DE MAGALHAES SEPÚLVEDA, Christovam: Dicionario Bibliográfico da Guerra Peninsular, 2 vols., Coimbra, 1924.

A. GIL NOVALES.

Autor

  • Gil Novales.