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HistoriaPolíticaBiografía

Puyi o Aisin Gioro, Emperador de China (1906-1967).

Emperador chino nacido el 7 de febrero de 1906 en Pekín y muerto en la misma ciudad el 17 de octubre de 1967. Fue el último emperador de la dinastía Qing que ocupó el trono de China y el del estado de Manchukuo (1934-1945). Fue derrocado en 1912. Su nombre completo era el de Aisin Gioro Pu-Yi.

Los manchúes eran un pueblo nómada originarios de Manchuria, al noreste de China, que conquistaron China en el 1644, pero que nunca llegaron a integrarse plenamente en la compleja y milenaria sociedad China. Ellos conservaron su lengua propia (véase: manchú), sus costumbres, sus modos de vida y se mantuvieron completamente aislados del resto de la sociedad ya que casi en exclusiva contraían matrimonios entre ellos mismos, sin llegar a mezclarse con el resto de la población.

Cuando en 1906 nació Puyi, China se enfrentaba a graves problemas debido a la penetración de las potencias occidentales en su territorio y al control del comercio y de los recursos chinos que estas llevaron a cabo. El país estaba controlado por la emperatriz viuda Cixi, la cual había encarcelado al legítimo emperador, su sobrino e hijo adoptivo Guangxu, acusándolo de conspiración. Aquejada de una apoplejía hizo llamar a la Ciudad Prohibida a su sobrino-nieto, Puyi de tres años de edad y que era hijo del príncipe Ch'un, hermano del emperador. El 14 de noviembre de 1908 ordenó el envenenamiento del emperador y un día después Cixi falleció, no sin antes haber nombrado como sucesor a Puyi.

El 14 de noviembre de 1908 Puyi fue proclamado emperador bajo la fórmula "Gran emperador de la gran dinastía Qing, Gran khan de los tártaros, Hijo del Cielo y Señor de los Diez mil años". Adoptó entonces el nombre de Hsüan-T'ung. Sin embargo, se vio encerrado en la Ciudad Prohibida y se convirtió en un prisionero de su lujoso palacio, pese a lo que siguió siendo considerado como emperador y recibió trato divino.

El príncipe Ch'un fue considerado como un pésimo político, que se despreocupó de las tareas de gobierno y cuyo único interés radicaba en mantenerse en el poder. Esto hizo crecer el profundo y ancestral resentimiento contra los manchúes, que se materializó en la rebelión de 1911 protagonizada por el general Sun Yat Sen (véase: Revolución China). La rebelión obligó al regente a abandonar el poder y fue sustituido por Sun Yat Sen. Este deseaba establecer su propia dinastía imperial por lo que trató de convencer a Puyi de que abdicase del trono en su favor. El 12 de febrero de 1912 el Gran Consejo manchú decidió aprobar la renuncia de Puyi al trono por un período de cinco años, pese a lo cual el joven emperador continuó viviendo en la Ciudad Prohibida y tratado con todos los honores imperiales, pero encerrado en su jaula de oro, de la que no podía salir bajo ningún concepto.

La Ciudad Prohibida está situada en la plaza de Tiananmen en Beijin, Pekín. Estaba cerrada a todas aquellas personas que no fuesen de la familia imperial o que no trabajasen en su interior al servicio del emperador. Fue construida entre 1406 y 1420 por los emperadores Ming y está formada por 24 palacios que contienen más de nueve mil aposentos. En la Ciudad Prohibida Puyi no conoció a otros niños salvo a sus hermanos que iban a visitarle con escasa frecuencia. Hasta los siete años no tuvo ningún trato con el exterior. Su educación corrió a cargo de cuatro consortes de emperadores anteriores, y sus tratos con su familia fueron muy escasos. Su madre que no estaba conforme con la educación que se le estaba concediendo a Puyi tuvo una acalorada discusión con las consortes a las que no pudo convencer de sus argumentos, entonces ingirió una gran cantidad de opio y falleció de sobredosis, Puyi tenía alrededor de trece años. Debido a esto, Puyi se convirtió en un enemigo acérrimo del uso de drogas y en especial del opio. Su padre le visitaba una vez cada dos meses y durante cinco minutos.

Puyi estuvo rodeado de todo el ceremonial de los anteriores emperadores, a donde quiera que fuese en la Ciudad Prohibida era seguido por un impresionante séquito de eunucos, médicos, vestidores y demás siervos.

En 1917, cuando Puyi tenía nueve años, un señor de la guerra llamado Zhang Xun decidió restaurarle en el trono. Las tropas de Zhang sitiaron Pekín al tiempo que Puyi abandonaba la Ciudad Prohibida y emitía un decreto por el cual se proclamaba emperador de nuevo. Los líderes republicanos acusaron a los monárquicos de usar a Puyi como un títere. Seis días más tarde un avión bombardeó la Ciudad Prohibida, lo que supuso el primer ataque aéreo de la historia de China, y una nueva rebelión estalló contra la restauración imperial. Puyi perdió sus apoyos y, una vez más, el trono. Volvió a ser encerrado en la Ciudad Prohibida y regresó a su vida anterior.

Puyi recibió una deficiente educación, estudió historia y poesía, pero nunca le enseñaron matemáticas, geografía ni ciencia. Aprendió chino, manchú y a los trece años inglés. El Gran Consejo manchú buscaba la restauración de Puyi en el trono y sus miembros quisieron que tuviera contacto con la cultura occidental de las grandes potencias que de una u otra forma controlaban el país, con este fin contrataron a un oficial del ejército inglés para ocupar el puesto de tutor imperial, su nombre era Reginald Johnston. Este hizo de intermediario entre Puyi y el gobierno británico más que de profesor, aunque fue él quien enseñó inglés al emperador. El joven Puyi fue notablemente influenciado por Jhonston y desarrolló una tremenda fascinación por el mundo occidental, hasta el punto de que decidió escoger un nombre inglés para él mismo, con este fin Jhonston le dio una lista con los nombres de los reyes de Inglaterra y el emperador escogió el de Henry. Desde ese momento pasó a ser conocido como Henry P'u Yi. Jhonston fue el primero en darse cuenta de que el joven emperador necesitaba gafas, pero los consejeros chinos de Puyi se negaron a que este las usase por considerar que tal medida era excesivamente occidental, no obstante, Puyi no hizo caso de sus consejeros y utilizó gafas el resto de su vida.

A los 15 años intentó escapar de la Ciudad Prohibida sobornando a los guardias de la puerta, los cuales tras tomar su dinero le traicionaron. Al año siguiente sus consejeros decidieron que debía contraer matrimonio, para lo cual le presentaron cuatro chicas manchúes para que eligiera entre ellas, eligió a una joven de trece años llamada Wen Hsiu que no contó con la aprobación de sus consejeros, por lo cual y ante la presión de los mismos eligió a otra joven de su misma edad, llamada Wan Jung, que posteriormente cambió su nombre por el de Elizabeth. Esta se convirtió en su esposa oficial y Wen Hsiu se convirtió en su consorte. En su noche de bodas Puyi se aterrorizó y escapó de la habitación conyugal, por lo que es posible que nunca llegase a consumar el matrimonio, nunca tuvo hijos.

En 1924 Feng Yu-hsiang, otro Señor de la guerra, sitió la Ciudad Prohibida, pero no con la intención de reponer a Puyi en el trono, ya que Feng era enemigo de los manchúes y un comunista convencido. Puyi fue obligado a abandonar la Ciudad Prohibida, por primera vez desde que fuese nombrado emperador. La abdicación del emperador supuso el fin de 267 años de gobierno de la dinastía Qing en China así como el fin de un régimen imperial varias veces milenario. Se llevó su sello imperial y una maleta llena de joyas y viajó a las posesiones de su padre en Manchuria donde se alojó en el palacio de su padre. Por un lado Puyi era feliz al haber logrado al fin escapar de la Ciudad Prohibida, pero por otro, no podía abandonar su sueños de recuperar el trono para el que siempre la habían estado preparando. Se instaló en la colonia japonesa de Tianjín.

En Tianjín Puyi y su esposa llevaron una agitada vida social, establecieron allí la corte y siguieron manteniendo sus reivindicaciones al trono chino. Pero las relaciones internas del matrimonio eran muy frías y Puyi cada vez se acercó más a su amante Wen Hsiu, la cual le pidió que se divorciase de su mujer, deseosa de ocupar el puesto de esta como emperatriz. El divorcio en la familia imperial era algo totalmente insólito en la historia de China, por lo que Puyi no aceptó ante el temor de crear un escándalo público. Wen Hsiu regresó entonces a Pekín donde falleció en 1950.

En 1928 algunas de las tumbas de los ancestros de Puyi fueron saqueadas por los revolucionarios, lo que provocó una inmensa conmoción en el emperador, el cual tenía un gran respeto por sus antepasados. Desde este momento creció el odio del emperador por los chinos.

En 1931 Japón invadió militarmente Manchuria poniendo como excusa el intento de sabotaje por parte de los habitantes chinos de la región, contra los intereses industriales de Japón. La invasión fue muy bien recibida por Puyi, lo que ocasionó que el gobierno chino tratase de eliminar al emperador. En aquellos momentos las relaciones entre el emperador y su esposa llegaron a uno de sus peores momentos, la emperatriz fue encerrada en sus aposentos y se volvió adicta al opio, lo que provocó su deterioro físico y mental, hasta el extremo de que acabó perdiendo la razón.

Los japoneses crearon un Estado títere en Manchuria al que llamaron Manchoukuo, dicho Estado sólo fue reconocido oficialmente por Italia, Alemania y, por supuesto, Japón. El 18 de febrero Manchuria fue declarada independiente y el 9 de marzo de 1932 Puyi aceptó el puesto de regente de Manchoukuo. En 1934 fue nombrado emperador y adoptó el nombre de K'ang-te. Ocupó el trono imperial hasta 1945. Los japoneses nombraron a Puyi para mantener la ficción de un gobierno chino, aunque en realidad la administración en Manchoukuo dependía en exclusiva de los japoneses. Por su parte, el gobierno de Pekín declaró a Puyi traidor a la patria y le acusó de colaboracionismo con los japoneses. Los japoneses presionaron a Puyi para que aceptase el matrimonio entre su hermano y una mujer japonesa, que desde luego era una espía al servicio del gobierno nipón. Puyi por su parte tomó una nueva consorte manchú, llamada Yu-ling. Seis años después de su matrimonio con Puyi, Yu-ling falleció, y el emperador culpó de ello a los japoneses, acusándoles de haberla envenenado. Fue presionado entonces para tomar una nueva esposa japonesa, pero finalmente optó por contraer nuevo matrimonio con otra chica manchú de quince años, de nombre Li Yuqin.

Los japoneses obligaron a Puyi a convertirse al sintoísmo, ante lo que intentó rebelarse pero no tuvo más remedio que abrazar públicamente la religión oficial de Japón, aunque en privado permaneció fiel al budismo.

Durante la Segunda Guerra Mundial los japoneses convirtieron Manchukuo en un centro militar. En agosto de 1945, al final de la Guerra Mundial, fue hecho prisionero por las tropas soviéticas que habían invadido China y obligado a abdicar. Tras su abdicación como emperador de Manchoukuo los soviéticos anunciaron que Puyi había huido a Japón junto con su hermano, sus sobrinos, sus cuñadas, un médico y varios sirvientes. Su mujer Elizabeth se quedó en China y nunca más volvieron a verse ya que ella falleció en la cárcel. Su última consorte trabajó en una librería en Changchun y en 1958 se divorció de Puyi y volvió a casarse. Ella falleció en 2001 de cirrosis hepática.

Realmente Puyi no fue a Japón sino a la Unión Soviética donde estuvo bajo arresto domiciliario. Fue tratado con corrección por los soviéticos ya que Stalin pensó que podía ser útil para la URSS más adelante. En 1946 Puyi testificó contra los criminales de guerra japoneses que anteriormente habían sido sus aliados. En el tribunal aseguró que no actuaba libremente en Manchukuo y que era preso del régimen japonés. Tras permanecer otros cuatro años en la Unión Soviética fue entregado a las autoridades de Pekín para ser juzgado como criminal de guerra en 1950.

Durante nueve años estuvo confinado en un campo de prisioneros de Fushun, acusado de colaboracionismo con las tropas de ocupación japonesas. En este período fue adoctrinado por el partido comunista chino. Finalmente el gobierno chino decidió que Puyi podía suponer una buena herramienta propagandística por lo que fue liberado en diciembre de 1959. Volvió de nuevo a Pekín, donde trabajó en la Academia de Ciencias del Instituto de Botánica hasta su muerte, a consecuencia de un cáncer de hígado, en 1967.

Los últimos años de su vida fueron muy agitados. En 1962 el presidente Mao instó a Puyi a que contrajese matrimonio con una mujer miembro del partido comunista de nombre Li Shuxian (o Li Shu-hsien), con la que Puyi había trabado amistad mientras estuvo preso. Esto convirtió a Puyi en el primer emperador manchú casado con una mujer china en la historia. Li Shuxian falleció en 1997 de un cáncer de pulmón a la edad de 72 años. En 1965 cuando el presidente Mao proclamó la Revolución Cultural China, Puyi se opuso a esta medida y Mao protagonizó una persecución contra todos aquellos que se le opusieron, por lo que cuando en 1967 falleció Puyi algunos especularon con la posibilidad de que la policía secreta china estuviese detrás de su aparentemente casual muerte, pero este extremo nunca ha sido confirmado. Sólo la intervención de su viuda impidió que sus restos mortales, que reposaban en un cementerio de Pekín junto a los de otros revolucionarios ilustres, terminaran en una fosa común.

Su autobiografía, From Emperor to Citizen, se publicó en inglés entre 1964 y 1965. En 1987, basándose en su autobiografía, el cineasta italiano Bertolucci hizo una exitosa película, El último emperador, que dio a conocer al mundo occidental la vida de este personaje.

Puyi tuvo la habilidad de permanecer en el trono de China en uno de los momentos más complicados y compulsos de este país. Debido a la influencia de su tutor inglés, estuvo muy interesado en la cultura y las tradiciones de otros países y en contraposición con muchos de sus antecesores, Puyi mostró un genuino interés por sus súbditos y por las opiniones de estos. A pesar de que pasó la mayor parte de su vida prisionero de unos u otros intereses, Puyi se convirtió en un símbolo de todos aquellos elementos contrarios a la República China. Él tuvo la desgracia de crecer rodeado de una serie de consejeros y tutores, incluido su propio padre y exceptuando a Reginald Johnston, que estaban más preocupados en manipularle en pos de sus intereses particulares que en cumplir con sus funciones para con el emperador.

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez