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LiteraturaBiografía

Pérez Fernández, Pedro (1884-1956).

Escritor de teatro español nacido en Sevilla en 1884 y fallecido en Madrid el 15 de enero de 1956. Fue el principal colaborador de Pedro Muñoz Seca, con quien escribió 83 de las 146 obras que logró estrenar, casi todas ellas pertenecientes al género del astracán. La importancia de la labor de Pérez Fernández en su colaboración con Muñoz Seca se percibe en que la mayoría de los éxitos de este autor, fuera de La venganza de don Mendo, los logró junto a él. Estrenó su primera obra cuando era sólo un niño, en 1897, un juguete cómico titulado Lola. Al año siguiente, comenzó su colaboración en la prensa sevillana (El Porvenir, La Iberia, Arte y artista o Heraldo sevillano) con páginas cómicas. En 1899, escribió su segunda obra teatral, Al balcón, estrenada en el Teatro Portela de Sevilla con escaso éxito. Tras experimentos de diversa índole, su estrella comenzó a brillar al trasladarse a Madrid en 1904.

Triunfó en 1905 en el Teatro Martín con Los Florete, a pesar de que la obra no le reportó ningún beneficio económico; sin embargo, hubo de volver a Sevilla para cumplir el servicio militar, por lo que su segunda época madrileña, la definitiva, se inicia tras su retorno en 1908 y, particularmente, después de conocer a Muñoz Seca en 1911. Fruto de esta primera colaboración son ¡Por peteneras!, La canción húngara y La mujer romántica; sin embargo, el éxito les llegó con Las cosas de la vida y Trampa y cartón, de 1912. Por esos años, colabora también con A. Quintero, R. Pérez Olivares y M. Fernández Palomero. La bonanza económica por la que estaba atravesando lo llevó a abandonar el puesto del Ministerio de Hacienda en 1924.

Antes de la Guerra Civil, sus grandes éxitos fueron Los extremeños se tocan, La OCA, Anacleto se divorcia, La voz de su amo, Soy un sinvergüenza, La plasmatoria, Marcelino fue por vino y Zape. A diferencia de su compañero de fatigas, logró salvarse del fusilamiento tras el 18 de julio al buscar refugio en Yunquera de Henares (Guadalajara); al poco, determinó regresar a Madrid, donde pudo pasar inadvertido hasta el final de la contienda. En 1939, volvió a escena con toda celeridad, aunque fueron años realmente duros para quien en el pasado inmediato había logrado triunfar en todos los órdenes; de hecho, el público no volvió a reconocer su trabajo como en el pasado.

Autor

  • agm