A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PinturaBiografía

Malfatti, Anita (1889-1964).

Pintora y diseñadora brasileña nacida en Sâo Paulo el 2 de diciembre de 1889 y muerta en esta misma ciudad el 6 de noviembre de 1964. Su nombre completo era Ana Catarina Malfatti.

Hija de inmigrantes, su padre, Samuel Malfatti, de nacionalidad italiana, fue ingeniero civil, y su madre, Elizabeth, estadounidense, pintora y diseñadora, fue una mujer de gran cultura que hablaba varios idiomas. Ésta siguió muy de cerca la educación de su hija y orientó sus primeros pasos como pintora. Estos comienzos no fueron fáciles, pues tenía un defecto congénito en el brazo derecho; para corregirlo, fue operada a los tres años con la esperanza de conseguir la total movilidad del mismo, pero no se lograron los efectos esperados y, aunque diestra, tuvo que manejarse con el brazo izquierdo el resto de su vida.

El talento artístico que demostró desde muy pequeña fue también seguido por su tío y padrino hasta el punto de que decidió costearle los estudios de pintura en el extranjero. Así, Anita Malfatti viajó a Berlín en 1910, y aunque no pudo incorporarse al curso ya iniciado en la Real Academia de Bellas Artes, lo logró al año siguiente, al tiempo que recibía clases particulares en el taller de Fritz Burger. Allí fue tomando contacto e identificándose con varios artistas renovadores, que seguían una línea contraria al academicismo impartido en las escuelas. Empezó, entonces, a practicar una pintura libre, así como a grabar en metal con Lovis Corinth y Bischoff-Culm. Regresó a Brasil en 1914, pero antes pasó por París y conoció la pintura de los impresionistas y post-impresionistas franceses. En 1915 marchó a Estados Unidos, para continuar su formación artística con Homer Boss en la Independence School of Art de Nueva York. La influencia de Boss fue muy importante, ya que la dejó fluir en plena libertad para expresar toda su fuerza, sin limitaciones. Fue el período de mayor brillantez de su obra. Ella misma expresó que vivió esa época “en pleno idilio pictórico” y también que pintó: “simplemente llevada por el corazón”. El Hombre Amarillo, La Mujer de Cabellos Verdes y El Japonés son cuadros de esa época.

El 12 de diciembre de 1917 Anita Malfatti inauguró una exposición de sus trabajos en Sâo Paulo. Mostró 53 de sus obras entre acuarelas, grabados en metal, pinturas y dibujos. Fue una exposición enormemente polémica y causó un verdadero escándalo, pero se convirtió en el acontecimiento que provocó la renovación de las artes plásticas en Brasil. Con ella, abrió las puertas a las corrientes artísticas existentes en Europa, como el cubismo, el expresionismo, el surrealismo y el futurismo. No obstante, Anita Malfatti fue muy criticada por esta muestra. En el artículo "¿Paranoia o mistificación?" publicado en el periódico O Estado de Sâo Paulo, su autor, un escritor e intelectual muy conocido en la época, Monteiro Lobato, hizo una violenta crítica de la obra expuesta, atacó a las “escolas rebeldes, surgidas cá e lá como furúnculos de cultura excessiva [...] productos do cansaço e do sadismo de todos os períodos de decadência”. Lobato comparó el trabajo de Anita Malfatti con los realizados por los internos de los manicomios. El resultado de su artículo fue todo lo contrario de lo que esperó conseguir, aunque el golpe recibido perduraría en la personalidad de la artista el resto de su vida. En una reacción opuesta, el artista Oswald de Andrade la defendió y la llamó ''mártir de la pintura moderna brasileña'', al tiempo que adquiría el famoso cuadro de El hombre Amarillo, pintado en Nueva York y expuesto en la muestra.

La exposición de 1917 estimuló a los modernistas y, unos años después, en 1922, se celebró la Semana de Arte Moderno en el Teatro Municipal de Sâo Paulo, donde participó Anita Malfatti junto con Di Cavalcanti, Oswald de Andrade, Brecheret, Guilherme de Almeida, Ribeiro Couto, Mario de Andrade y John Graz, entre otros. Fue un evento provocador que quiso dar a conocer al público las tendencias modernas, tanto en música, como en danza, literatura, arquitectura y en las artes plásticas, utilizando un nuevo lenguaje, libre de reglas o normas rígidas. Poco después, becada por el Pensionado Artístico del Estado de Sâo Paulo, Anita Malfatti viajó a París, donde vivió entre 1923 y 1928, cuando regresó nuevamente a su país. En la capital francesa frecuentó cursos de diseño, materia que enseñaría años después en la escuela Mackenzie.

En los años siguientes, la pintora siguió cosechando éxitos. Tras recibir la medalla de plata en el Salón Paulista de Bellas Artes de Sâo Paulo en 1933, participó en la Bienal de Sâo Paulo en 1951 y 1963, y dispuso de una sala especial en la exposición itinerante Arte Moderno de Brasil de 1957, que recorrió las ciudades de Rosario, Buenos Aires, Santiago y Lima. Además, en 1949 el Museo de Arte de Sâo Paulo organizó una muestra retrospectiva de su obra.

Dos años después de su muerte su obra pudo verse en la exposición Arte de América Latina desde la Independencia, que fue presentada en varios museos en los Estados Unidos. Por fin, en 1996 el Centro Cultural del Banco de Brasil en Río de Janeiro presentó la exposición Anita Malfatti y su tiempo. Lo importante de su obra no fue tanto el mensaje que pudiera transmitir como el tratamiento plástico en ella y la utilización de colores brillantes, característicos de todas las instancias sociales de Brasil.

Sus cuadros se encuentran en los principales museos brasileños, como el de Arte de Sâo Paulo, el Museo Nacional de Bellas Artes en Río de Janeiro y el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Sâo Paulo.

El gran amor de su vida fue el escritor Mário de Andrade, del que pintó un retrato. Andrade escribió de ella: “Le debo la revelación de lo nuevo y la convicción de la rebeldía a ella y a la fuerza de sus cuadros”.

Bibliografía

SAMPAIO, Ruy: Pintura Moderna Brasileña, Colección Roberto Marinho (Río de Janeiro, Brasil, 1987)

T. Bandrés Sierra

Autor

  • 0109 TBS