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LiteraturaBiografía

Mairet, Jean (1604-1686).

Dramaturgo francés, nacido en Besançon en 1604 y fallecido en su ciudad natal en 1686. Considerado como una de las figuras más relevantes de la reacción clasicista que, en el teatro francés del siglo XVII, intentó poner coto al caos de la dramaturgia medieval buscando como modelos de referencia las obras de la Antigüedad greco-latina, pasa por ser el primer autor que recuperó la regla aristotélica de las tres unidades, según la cual una pieza teatral debía guardar un equilibrio proporcionado entre la acción principal de su trama, el lugar donde dicha acción transcurre y el tiempo en que se desarrolla.

Bautizado en su ciudad natal el 10 de mayo de 1604, Jean Mairet sintió desde su niñez una acusada inclinación hacia el estudio de los saberes humanísticos. En busca de la ampliación de dichos conocimientos llegó a París alrededor de 1625, como poco más de veinte años de edad, y se matriculó en el Collège des Grassins, al tiempo que se daba a conocer como dramaturgo por medio de una primera pieza teatral titulada Chriseide et Ariamand (1625). Poco después, adaptándose a los gustos de un público que había elogiado y aplaudido a rabiar la Astrea del marsellés Honoré d'Urfé (1567-1625), hizo su primera incursión en el teatro bucólico con la tragicomedia pastoril Sylvie (Silvia, 1626), a la que luego añadió una nueva pieza inserta en dicha modalidad genérica, Silvanire (1631). Esta última obra -cuyo "Prefacio" muestra bien a las claras una firme voluntad, por parte de Mairet, de buscar conscientemente nuevos modelos formales en las obras de la Antigüedad-, está considerada como la primera pieza del teatro francés que respeta a rajatabla la regla de las tres unidades.

Un año después del estreno de la "revolucionaria" Silvanire, Jean Mairet volvió a los escenarios franceses con Les galanteries du duc d'Ossonne (Las galanterías del duque de Ossonne, 1632), obra con la que el dramaturgo de Besançon se alejaba de los temas pastoriles para ensayar una amable comedia de impecables acabado formal. Posteriormente, su teatro adoptó un tono melodramático y unas consideraciones de índole moral que quedaron patentes en algunas tragedias como Virginie (Virginia, 1633) y, sobre todo, Sophonisbe (Sofonisba, 1634), considerada unánimemente como su obra maestra. Estrenó luego, en la misma línea genérica y temática, otras relevantes tragedias como Marc-Antoine (Marco Antonio, 1635) y Le grand et dernier Soliman (El grande y último Solimán, 1635), y regresó a la tragicomedia con nuevas obras de inspiración histórica y literaria como L'illustre corsaire (El ilustre corsario, 1636) y Roland furieux (Orlando furioso, 1641).

Mientras escribía y estrenaba estas piezas teatrales, Jean Mairet había ido desplegando una brillante trayectoria diplomática que le llevó a desempeñar el cargo de embajador del Franco-Condado ante la corte de Francia. Su carrera se truncó, empero, en 1653, cuando cayó en desgracia ante los ojos del cardenal Mazarino (1602-1661) y hubo de tomar el camino del exilio. Atento, entonces, a las novedades que iba descubriendo en el teatro de otros lugares de Europa, ensayó diferentes esquemas en una serie de obras que, en rigor, no aportan nada substancial a los méritos históricos y literarios de sus primeras piezas, ligadas a esa "estética de la regularidad" que, asumida pronto por otros grandes dramaturgos de su tiempo como Pierre Corneille (1606-1684), le situaron en la cúspide del teatro francés del Barroco.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.