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BotánicaBiografía

Linneo, Carl von (1707-1778)

Botánico, naturalista y explorador sueco nacido el 23 de mayo de 1707 en la localidad de Stenbrohult (Småland), al sur de Suecia, y fallecido el 10 de enero de 1778 en Uppsala. Fue el primero en crear un sistema uniforme para nombrar, ordenar y clasificar a los organismos vivos, y sus ideas han constituido la base del estudio para muchas generaciones de biólogos. Se le considera el padre de la Taxonomía. Médico y estudioso de las ciencias de la naturaleza, es considerado también el padre de la Botánica moderna.

Carl von Linneo.

Organizó y transformó los antiguos métodos de clasificación de una forma coherente y sencilla, asignando una denominación binomial para cada especie. Su teoría ha sido asumida internacionalmente como el sistema científico de clasificación de los seres vivos, válido hasta el presente.

Nils Ingemarsson, padre de Carl Linneo, era un pastor luterano que desarrolló una especial pasión por las plantas, al acercarse a ellas como jardinero; Christina Brodersonia, madre de Linneo, era hija de un pastor protestante. El momento de su nacimiento fue, según relataron sus padres, "un hermoso día en que el canto del cuco anunciaba la proximidad del verano." Cuando apenas contaba dos años de edad, Linneo fue a vivir con sus padres a Stenbrohhult, una región especialmente verde y hermosa, situada en el sur de Suecia; allí, su padre estructuró y cuidó el jardín de la iglesia y lo enriqueció con plantas de otras regiones. Carl aprendió desde su niñez el amor que profesaba su padre por las plantas y continuó la pasión paterna hasta dedicarse de por vida al estudio de la botánica y de los animales.

En 1716, Carl se inició en el estudio del latín en la catedral de Vasjö. Su inclinación por las ciencias naturales y por el conocimiento de las especies se despertó desde aquella época, en la que comenzó a coleccionar plantas e insectos. El latín era la lengua universal en la que se difundía el conocimiento científico.

En esta época tuvo un contacto crucial para su posterior vocación: conoció a Johan Rothman, estudioso de la botánica, quien inició al joven estudiante de latín en el sistema de clasificación de Tournefort, cuyo sistema se basaba en la estructura de la corola de las flores. También desde entonces conoció los trabajos del francés Vaillant sobre la reproducción vegetal, así como las Institutiones medicae de Boerhaave.

Desde su infancia, a Carl Linnaeus le fascinó el conocimiento de la estructura y reproducción de las plantas y sus denominaciones. No poseyó la vocación religiosa que sus padres esperaban de él; a cambio, en su juventud se inclinó por el estudio de la medicina, carrera que inició en 1727 en la Universidad de Lund, cuando contaba con veinte años. El nivel académico de esta universidad debió parecer insuficiente para el joven estudiante quien, por ello, perdió su interés por su instrucción; sin embargo, se dedicó con fervor al estudio de las plantas que se encontraban en el entorno de su residencia.

El interés científico de Linneo llamó la atención de Kilian Strobaeus, hombre polifacético que vivía en Lund. Strobaeus puso a disposición del joven estudiante sus conocimientos en ciencias naturales y permitió el acceso del joven a su extensa biblioteca. Parece ser que este encuentro fue definitivo para encauzar la vocación naturista de Linneo.

A partir del primer año de estudio de la carrera de medicina fue transferido (otoño de 1728) a la prestigiosa Universidad de Uppsala, considerada ya entonces el centro educacional más importante de Suecia. Su interés por la botánica le llevó, sobre todo al inicio de su estancia en la universidad, a relegar de nuevo sus estudios de medicina; interés que recobraría luego en Holanda. A lo largo de su vida, Linneo sería aceptado como un prestigioso médico a la par que botánico y científico. En Uppsala conocería a Olaf Celsius, con quién realizó herborizaciones y estudios de la flora y fauna de la región.

Su ingreso en la Universidad de Uppsala fue en el año 1728; dos años después, hacia 1730, se encuentran manuscritos inéditos de Linneo en los que se delinean las ideas de sus revolucionarias teorías, en las que la estructura sexual de las plantas sería la base de su nueva clasificación taxonómica. Parte de estos manuscritos fueron publicados posteriormente con el nombre de Hortus Uplandicus.

Linneo inició el reconocimiento y clasificación de las plantas y animales, según las denominaciones latinas y vernáculas de las plantas y animales consideradas en su tiempo. Su creciente conocimiento de las plantas le sirvió en el estudio de la medicina, ya que en su época las recetas médicas se basaban en prescripciones de hierbas o drogas elaboradas a partir de las plantas.

Para poder realizar sus estudios, el joven estudiante se vio obligado a sostenerse económicamente enseñando sus conocimientos de botánica. A pesar de su precaria condición económica, Linneo organizó por cuenta propia su primera expedición botánica y etnológica a Laponia, en el año 1731.

Linneo cruzó la península escandinava a caballo, en un agotador viaje que duró cinco meses. Inició su viaje solo, en caballo, con unas pocas monedas, cuaderno y lápiz, y se internó por bosques desconocidos hasta llegar a la región de los lapones y encontrarse con el océano Ártico, en el norte de Escandinavia. Este fue su viaje de iniciación con lo desconocido como hombre y como estudioso de la naturaleza. Ante él aparecieron cientos de especies que nunca habían sido estudiadas antes y que aún no tenían nombre científico, por lo que la obsesión compulsiva de Linneo, desde su juventud, de nombrar organizadamente a los organismos se encaminó desde aquel momento.

En este largo recorrido pudo recoger y estudiar cientos de plantas y animales de una región alpina, hasta entonces prácticamente desconocidos. La descripción de las plantas, los animales y la cultura de la región de Laponia fueron posteriormente publicadas en Holanda bajo el título de Flora Laponica. Los estudios y observaciones de este viaje despertaron el interés de la comunidad científica sueca y Europea. De esta época data un retrato de Linneo ataviado con el traje tradicional de la región de Lapponia, con sus guantes de piel de oso y portando un tambor mágico capaz de atraer las fuerzas de la naturaleza. Linneo llevó durante un tiempo su indumentaria y un pergamino con un manuscrito en lapón.

La necesidad de comprender la naturaleza que observó durante su primera gran expedición científica, le llevó a estudiar mineralogía y a interesarse por las culturas de las gentes que habitaban las regiones que recorría.

Linneo fue desde entonces un profundo estudioso de la cultura. Las denominaciones de las plantas que él designó respetaron siempre la tradición, el pasado histórico, las leyendas y los nombres vernáculos que recibían, todo aquello que para Linneo tenía un profundo significado y que constituía el mundo que le rodeó desde su infancia: la naturaleza y la cultura.

El éxito de su primer viaje a la tierra de los lapones le llevó a realizar una segunda expedición botánica en 1734. Linneo congregó a diez voluntarios para recorrer y estudiar la flora de Dalarna, una región situada en el centro de Suecia, y para ello contó con el apoyo financiero del gobernador de aquella región. Los expedicionarios estudiaron tanto la naturaleza como las costumbres y cultura de aquella región. Linneo no obtuvo el resultado exitoso de su primera expedición a Laponia, ya que no se encontró con la riqueza, el exotismo y la novedad de la flora ártica. Las conclusiones y estudios de esta segunda expedición fueron publicados en Iter Dalecarlicum.

En 1735 conoció a la familia del doctor Johan Moraeus, al cual le pidió que le permitiera casarse con su hija Sara Lisa. El médico le pidió que terminara su doctorado en medicina como condición previa al matrimonio. Fue así como decidió viajar a Holanda para continuar allí sus estudios de medicina.

Linneo ingresó en la Universidad de Harderwijk en la primavera de1735, y en pocos meses consiguió el doctorado. Su tesis doctoral versaba sobre los orígenes de la enfermedad de la malaria, conocida por sus fiebres intermitentes. El tratado fue defendido con brillantez por Linneo. El nombre de la tesis fue Febrium inttermitentium Causa. A continuación, se dirigió a Leiden y realizó estudios superiores en la Universidad; allí Linneo se detendría tres años en los que desarrolló una actividad febril, escribiendo y trabajando sobre una serie de obras que constituirían el núcleo de su concepción teórica.

En Leiden publicó algunas obras entre las que se encontraba Flora Lapponica, un estudio de las plantas de aquella región lejana, búsqueda de su primera expedición botánica. Obtuvo del senador de Leiden la financiación necesaria para publicar la obra de botánica teórica más importante hasta el momento: Systema naturae.

En Holanda, Linneo conoció a botánicos holandeses como Gronovius y a un acaudalado amante de las plantas llamado Clifford, quien le encargó la reorganización y el cuidado de su jardín botánico particular. De estos trabajos nace su obra Hortus Cliffortianus, en la cual estudia y clasifica las plantas de aquél rico jardín que estaba a su cargo.

Los tres años en Holanda fueron muy fructíferos. Allí trabajó día y noche para llevar a cabo la publicación de una serie de libros teóricos. En 1735 escribió Systema Naturae; en esta publicación se encontraban numerosos dibujos, esquemas y estudios de especies. Al año siguiente publicó Fundamenta Botanica y Bibliotheca Botanica. En 1737 publicó Critica Botanica, Genera Plantarum, Hortus Cliffortianus y Flora Lapponica. En 1738, poco antes de abandonar Holanda, publicó Classes Plantarum. Desde 1738, el camino de Linneo ya estaba firmemente trazado.

En la obra más importante de aquella época, Systema Naturae, Linneo da a conocer su teoría de la clasificación, la cual se aplicada no solo a las plantas, sino a los seres vivos en general. Es el criterio de clasificación de las plantas y animales. En el caso de los vegetales, el criterio se basa en las características de los órganos reproductores. Linneo establece la importancia de la diferenciación sexual en las especies vegetales, y basándose en ella traza los lineamientos para su ordenación.

En 1936 viajó a Oxford y entró en contacto con destacados naturistas ingleses, como el gran botánico J. J. Dillenius; así mismo viajo a París en el mismo año. Poco tiempo después sería el octavo miembro extranjero de la Academia de Ciencias de París. Sus contactos con el mundo científico arrancan de estos viajes. Hasta el final de sus días mantendría una extensa correspondencia con los naturistas que conoció en esta época. Intercambió ejemplares, solicitó y obtuvo semillas para reproducir en los jardines botánicos que había fundado o enriquecido con especies nuevas.

En 1738 Linneo vuelve a Suecia, y como médico estudia y se especializa en el tratamiento de la sífilis. En la Universidad de Uppsala fue galardonado por sus trabajos de medicina, al mismo tiempo se ocupó de restaurar y reorganizar el jardín botánico de dicha Universidad, basándose en el sistema taxonómico por él iniciado.

En 1739 impulsó la fundación de la Academia de Ciencias de Estocolmo, de la que fue su primer presidente. En 1741 fue nombrado profesor de práctica médica de la Universidad de Uppsala. Al año siguiente le fue asignada la cátedra de Botánica, Dietética y Materia Médica, puesto más acorde con sus conocimientos. Ya en esta época, sus trabajos convirtieron a esta universidad y al equipo científico que él formó en un centro de actividad y estudio de la botánica, llegando a convertirse en pionero e impulsor del estudio de la botánica en el mundo científico de su tiempo.

Linneo contó en Suecia con el apoyo de un grupo político denominado de los hattar (hatt es sombrero), quienes incentivaron y apoyaron expediciones mercantiles y científicas alrededor del mundo. El interés expansivo de los suecos y la necesidad de establecer un comercio independiente del resto de Europa llevó a la burguesía de aquel país a apoyar y a organizar aquellas expediciones científicas que le dieron fama, y que dieron como resultado el reconocimiento y la clasificación de la flora de las regiones apartadas de Europa.

Las expediciones

Linneo llegó a tener un papel decisivo y una poderosa influencia en la Real Academia de las Ciencias de Suecia. Desde su puesto directivo realizó contactos con la Compañía Sueca de Indias Orientales (Svenska Ostindiska Kompaniet), para conseguir el apoyo financiero necesario para la organización y realización de expediciones botánicas a regiones interiores de Suecia, a varios países de Europa y posteriormente a otras regiones del mundo; para ello
Linneo formó a un grupo de estudiantes jóvenes a los que denominó Apóstoles.

Varios seguidores o estudiantes de Linneo emprendieron expediciones a regiones apartadas del planeta. Uno de sus más destacados discípulos y probablemente uno de los más famosos fue Daniel Solander, el naturalista que acompañó a James Cook en su primera expedición alrededor del mundo. De este viaje nació la primera herborización y el consiguiente estudio de la flora de las lejanas regiones de Australia, con sus exóticas especies desconocidas hasta el momento en Europa.

Otro gran naturalista seguidor de Linneo fue Pehr Kalm, quién acompañó como botánico al propio J. Cook en su segundo viaje alrededor del planeta. Thunberg fue el primer naturalista europeo que estudió la flora y la fauna de Japón, así como la práctica médica oriental. A China y a las Indias Orientales se dirigieron Olof Torén, Pehr Osbeck, C. F. Adler y Christopher Tärnström. Falk exploró regiones de Rusia y Asia. Montin viajó como el joven Linneo a Laponia. El propio C. Peter Thumberg y Anders Sparman se dirigieron a estudiar la flora del sur de África. Otros "Apóstoles" linneanos se dirigieron a Norteamérica y al sur del continente con el mismo fin.

Varios de sus discípulos estuvieron en España: Pehr Osbeck fue el primero de los apóstoles en arribar a las costas de Cádiz. A él Linneo dirigió estas palabras estimulantes:

"...A su vuelta haremos coronas con las flores que usted traiga para adornar las cabezas de los sacerdotes y los altares del templo de la diosa Flora..."

También visitó Cádiz Clas Astromer, de nuevo como puerto de embarque hacia América; sin embargo, el científico más importante de la época que visitó España, para el estudio de plantas y animales, fue Pehr Löfling.

Linneo salía al campo con sus disciplinados apóstoles para recoger plantas y estudiarlas, con el fin de engrosar los herbarios. El regreso de estas excursiones constituían un ritual minuciosamente preparado, que culminaba con una marcha de retorno cantando, acompañados con bombos y trompetas.

También organizaba y preparaba el método a seguir en las expediciones, de una manera rígida y dictatorial. Este rasgo de su carácter fue producto del tesón con el que emprendió sus estudios botánicos, en un inicio prácticamente de forma autodidacta; sin embargo, esta rigidez de su carácter le acarreó conflictos con sus alumnos y otras personas con las que realizaba estudios e investigaciones.

Pese al éxito científico (o mercantil) de las expediciones promovidas por Linneo, muchos de los jóvenes estudiantes pagaron con su vida las aventuras emprendidas en pos del conocimiento de regiones agrestes o selváticas. Así, de 20 expedicionarios que se dirigieron a varias partes del mundo, ocho murieron y uno tuvo que abandonar sus propósitos preso de la locura, afectado por la rudeza de los viajes. Entre ellos se encontraba el gran botánico y expedicionario Pehr Löfling, quién perdió la vida en 1756 en su expedición al Orinoco, no sin dejar una hermosa obra descriptiva de plantas y animales de varias partes de América y Europa, entre las que se incluye España.

Löfling, durante su estancia de tres años en España, estudió la flora y la fauna, clasificó especies de plantas a las que dio nombre; algunas de ellas corresponden a nombres de botánicos españoles con los que colaboró. Algunas de estas denominaciones fueron hechas por conveniencia política o por reconocimiento. Así nacieron nombres dedicados a José Quer en el género Queria, u Ortegia en honor a Gómez Ortega, que Linneo publicó en Species plantarum.

Las denominaciones provocaron muchas veces conflictos de Linneo con sus discípulos. Linneo dejó siempre para sí su propio criterio, por ello algunos de sus discípulos renunciaron a entregarle incondicionalmente el resultado de sus viajes e investigaciones.

El Sistema de Linneo

Los primeros esbozos de su teoría aparecieron al menos en 1730; Linneo conoció los experimentos del francés Vaillant sobre los órganos reproductivos de las plantas, y ahondó en el estudio de la estructura y de los mecanismos de reproducción que generaban las semillas. Dividió veinticuatro clases para las plantas Criptógamas (Cryptogamia), con órganos reproductores rudimentarios, y treinta y tres clases de Fanerógamas (Phanerogamia) o plantas provistas de flor. Linneo se dio cuenta desde muy pronto que la morfología sexual era una base perfecta para organizar los sistemas botánicos. Al inicio de su teoría, organizó a las plantas de acuerdo a la costumbre en las escuelas, de separar las plantas con flor, las que poseían uno dos, tres o más estambres, y así las dividió en Moniandria, Diandria o Poliandra.
El método taxonómico era artificial y como tal era reconocido por el propio Linneo. El sistema recibió numerosas críticas, fundamentalmente en Alemania y en Francia, donde el sistema de clasificación en boga era el de Tournefort. Una de las más fuertes críticas venía de parte del botánico Johann Siegesbeck, que censuraba el explícito criterio sexual de la clasificación linneana, y llegó a considerarlo como una "aborrecible prostitución", a lo que Linneo respondió nombrando con el nombre específico de Siegesbeckia a una insulsa e inútil maleza europea.

Linneo fue modificando su teoría a medida que se acumulaban más especies y era necesario un criterio más preciso. Se esforzó por crear un sistema natural (methodus naturalis) más acorde con la realidad. En sus obras posteriores el criterio de clasificación, según la morfología sexual, se extendería gradualmente a otras características de los órganos reproductores, hasta que culminó su concepción teórica en sus obras Species plantarum y Systema naturae.

Linneo pensó desde un principio que las especies que observábamos habían llegado hasta nosotros tal como habían sido originadas en el principio de la Creación; sin embargo, este criterio también tuvo que ser modificado ante numerosas evidencias. Linneo creyó, más adelante, que nuevas especies podrían aparecer por hibridación a partir de las especies fijas, mediante fertilización cruzada (polinización). Este criterio surgió al estudiar las especies de Linaria, y en particular un híbrido de Linaria vulgaris; este y otros criterios de transformación de unas especies en otras nuevas sería discutido posteriormente por Darwin.

La obra de Linneo que más trascendencia ha tenido es Species Plantarum, publicada por vez primera en 1753. Su elaboración llevó más de cinco años y era el resumen de todos los trabajos teóricos y prácticos realizados con anterioridad. Species Plantarum fue el resultado de un trabajo agotador: Linneo escribió en 1749, cuatro años antes de la publicación de su gran obra, lo siguiente: "Para sacar de mi mente Species Plantarum ¿será necesario que trabaje hasta la muerte? o tendré que renunciar a ver y tocar el mundo?".

En Species Plantarum se establece el sistema binomial para ordenar las plantas teórica y prácticamente; esta forma de clasificación se basa, como se ha dicho, en las características sexuales de las especies del reino vegetal. Linneo aplica su criterio y clasifica unas ocho mil especies de plantas, minuciosamente descritas de acuerdo a un esquema que puede ser aplicado por cualquier otro botánico. Las descripciones y nombre de cada especie aparecen detalladamente explicados en latín. Species Plantarum apareció en una edición de dos volúmenes, ilustrados con dibujos que totalizaban 1.200 páginas.

Sus planteamientos causaron numerosas controversias y una oposición muy grande en los naturalistas de su tiempo. Su teoría se fue modificando bajo la presión de la experiencia de miles de plantas que él mismo recogía o le enviaban sus colaboradores o recibía de los numerosos científicos con los que se comunicaba. Linneo mantuvo una copiosísima relación y correspondencia con científicos naturistas de su tiempo en toda Europa; el sistema binomial de clasificación se impuso por su impecabilidad, precisión y sentido práctico.

El sistema taxonómico de Linneo basado en la forma binominal, consiste en que la primera designación corresponde a los géneros y la segunda define la especie específica; ambos términos son latinos, ya que en aquella época el latín era la lengua en la que se difundía el conocimiento. Esta forma binomial fue claramente explicada y expresada en sus obras Fundmenta Botanica y Classes Plantarum. Este sistema claro y sintético persiste en nuestros días como expresión científica de la denominación, tanto de especies del mundo vegetal como de los animales.

Su sistema de identificación se impuso rápidamente y con fuerza. A cada planta o especie animal le correspondería un nombre establecido dentro de una pirámide; así, el lobo es, según el sistema binominal, Canis lupus, donde Canis es común a otras especies como el zorro. La pirámide taxonómica en la que se encuentra la especie lobo es la siguiente:

Especie: Canis lupus
Género: Canis
Familia: Cánidos (Canidae)
Orden: Carnívoros (Carnivora)
Clase: Mamíferos (Mammalia)
Subphylum: Vertebrados (Vertebrata)
Phylum: Cordados (Cordata)
Reino: Animal

Cada especie podía agrupar subespecies. En el caso de las plantas, la estructura de los órganos reproductores sería la clave para distinguir y colocar cada especie en su categoría. Linneo decía que así cada especie encajaría con su denominación, como un badajo en una campana, y así podría resonar tal como Canis lupus lo hace. En botánica ocurre que el nombre de la rosa -la rosa rosae de los latinos- es Rosa canina; aquí la hermosa flor se encuentra en la dulce voz Rosa, y al mismo tiempo las espinas en forma de caninos de lupus están representadas en una de sus especies. Paradógicamente, la mordedura producida por los lobos o los perros se cura con los tallos de verdes espinas del rosal.

Los nombres en latín encierran además las estrechas relaciones de las plantas que se encuentran ya selladas en el lenguaje y enlazadas por la cultura. Así, una planta común en las dunas mediterráneas, la Euphorbia paralias, lleva el nombre de Euphorbos, quién fue curado por una planta de este género y que provenía de los desiertos africanos, según cuenta Plinio en su Historia Naturalis.

En 1745, Linneo publicó Flora de Suecia (Flora suecica) y en 1746 Fauna suecica, resultado de los numerosos viajes y expediciones al interior del país. En el primer libro se encuentran clasificadas 1.140 especies de aquellas regiones. Estos trabajos fueron la conclusión del estudio de miles de ejemplares de plantas, de su minuciosa descripción y clasificación según el sistema basado en la morfología de los órganos sexuales de las plantas. Todo ello constituyó la base teórico-práctica de la monumental obra Species plantarum.

Linneo extendió el sistema binomial al reino animal e intentó una clasificación total de los seres vivos en su obra Systema Naturae, publicada entre 1758 y 1759. Todas las denominaciones, tanto del reino vegetal como del animal que fueron acuñadas por Linneo, llevan su inicial para indicar que fueron clasificadas por él. Así por ejemplo, en la literatura botánica puede leerse Rosa Canina, L, Sp. Pl. (1753), lo cual significa que el nombre científico de esta rosa fue acuñado como Rosa canina por Linneo (L.) en Species Plantarum (Sp. Pl.) publicada por vez primera en 1753.

En trabajos posteriores a esta gran obra, Linneo comienza a sintetizar los vastos conocimientos que adquirió durante su vida. En algunos informes académicos a la Sociedad de Ciencias de Estocolmo y en una obra poco conocida titulada Transactions, aborda temas como distribución geográfica de las especies, ecología, entre otros temas generales que unifican las ciencias de la naturaleza. Publicó también tratados de medicina como Materia Medica, en 1749, o Clavis Medicinae de 1766.

Linneo heredó de sus padres la profunda religiosidad. Él veía las obras de un Dios en todas las cosas creadas. Se creyó un elegido por la divinidad para penetrar en los secretos de la naturaleza y la vida, pero su sentido religioso estaba estrechamente relacionado con la naturaleza a la que veneraba, como una auténtica deidad. El sentido religioso naturista y la armonía que conlleva el universo que Linneo concebía tienen un parangón en la excelsa música de Haydn, en "La Creación".

Linneo Sentía una atracción por el mundo de la naturaleza, cuya iniciación tuvo lugar en los bosques de Laponia. Tenía una fe ciega en los dogmas cristianos y en las leyendas, a tal punto que siempre creyó que las golondrinas dormían en el fondo de los lagos helados durante el invierno. Al mismo tiempo poseía una compulsión por el orden y la clasificación. Su sentido científico, su lógica, era aristotélico, y su forma discursiva escolástica; sin embargo, el pensamiento científico, donde las teorías se cotejan continuamente con la realidad para transformarlas, permitieron a Linneo evolucionar y modificar su pensamiento constantemente. Ante todo, Linneo fue un científico observador y fiel a la naturaleza.

Organizó las plantas en un sistema (divisio) y creó una denominación (denominatio) binomial, que le es propia a cada especie. Investigó la fisiología experimentando sobre la hibridación, polinización, latencia de las semillas. Estudió la diseminación de semillas y frutos.

En algunas obras como Oeconomia naturae, publicada en 1749 y Politica naturae (1760), Linneo diserta sobre el equilibrio y la armonía de la naturaleza. El avance predominante de los insectos frena la extensión del mundo vegetal y los pájaros detienen el avance excesivo de los insectos. Este equilibrio competitivo sería retomado posteriormente por Darwin. Esta lucha competitiva que contiene y equilibra es el reflejo de la propia vida de Linneo, quién con ímpetu impuso, en contra de las críticas, su impecable sistema de clasificación y las teoría que defendió con tesón.

Linneo emprendió la clasificación del reino animal tal vez con menos fortuna o más errores que los que se encuentran con las plantas. Estableció seis clases en el reino animal, ordenadas a partir de diferentes órganos o características morfológicas. Así, los mamíferos se clasificaban de acuerdo a los molares y dientes. Los pájaros de acuerdo al pico. Los peces por sus aletas y los insectos por sus alas. A estos grupos añadió los anfibios (Amphibia) y los gusanos (Vermes). Linneo fue el primero en considerar a las ballenas como mamíferos y en incluir en el mismo grupo a hombres y monos (idea herética en su tempo), aunque cometió errores como clasificar a los rinocerontes dentro de los roedores.

Sus conceptos sobre la taxonomía fueron publicados en su Systema naturae, en la que describía y clasificaba 549 especies de animales. En la última revisión de esta obra llegó a incluir 5.897 especies. En sus estudios del reino animal destacó la entomología, ya que desde su niñez coleccionó y estudió numerosos insectos. Los órdenes de insectos que estableció en ediciones revisadas de Systema nature son válidas hasta hoy día.

Estudió los fósiles detalladamente y tuvo el acierto de incluir a los trilobites (entomolifhus) en la clase de los artrópodos. Linneo imaginó el mundo creado en siete días, como concibe el cristianismo. Situó el Paraíso en una isla en medio del océano cerca de las coordenadas del ecuador. Creía que las aguas mermaron dejando al descubierta la tierra por las que las especies creadas se expandieron. Observó cómo los sedimentos de la tierra se habían formado a lo largo de eras geológicas. El tímido sentido de la evolución que llegó a concebir tenía así un principio religioso que no chocaba directamente ni con sus creencias ni con las de la época rígida en la que vivió. Hoy día, los taxónomos continúan perfeccionando el "sistema natural" de clasificación, pero las bases actuales se centran en las relaciones evolutivas de los distintos taxones.

Clasificó también el mundo mineral, en el que los cristales y su estructura constituían el criterio básico de clasificación, dejando a un lado la composición química de los minerales. Linneo fue uno de los pioneros de la moderna cristalografía, tal como puede apreciarse en De crystallorum generatione, publicada en 1747.

Linneo vivió en su ultima etapa en Suecia como profesor de medicina y botánica. Su casa se encontraba al lado del jardín botánico de Uppsala. En 1758 se mudó a una residencia cercana que mandó construir en Hammarby. En 1762 recibió el título que le dio rango de nobleza, debido a sus méritos científicos y a la importancia mundial de su trabajo. A partir de esa fecha sería Carl von Linné.

A principios de 1770 las fuerzas de Linneo comenzaron a flaquear; en la primavera de 1774 fue víctima de un ataque cerebral del cual aparentemente se recuperó. Pero con los años decayó y sucesivos ataques le dejaron parcialmente paralizado; al final sin memoria incapaz de reconocer la más común de las plantas. Esta pérdida de sus extraordinarias facultades debió ser terrible para él y para sus allegados. Linneo murió el 10 de enero de 1778.

La magnífica colección de plantas de todo el mundo (herbarium) recopiladas a lo largo de su vida, así como los derechos de su obra escrita, pasaron como herencia a su hijo Carl Linneo el joven, quien le sucedió como profesor de botánica. A la muerte de su hijo, acaecida en 1783, las colecciones de plantas y casi la totalidad de su obra fueron vendidas por 900 guineas a un joven médico inglés llamado James Edward Smith, quién fundó en 1788 la Sociedad Linneana de Londres (Linnaean Society of London), sociedad que conserva y difunde los trabajos de Linneo desde este país y que es depositaria de casi todas las obras de Linneo. Solo unas pocas de ellas, como Praeludia sponsaliorum plantarum y Nemesis divina se encuentran en Suecia, en concreto en la Universidad de Uppsala.

Linneo dejó una gran herencia al conocimiento y a la ciencia de la botánica. Su entusiasmo, precisión y orden irradia en la mente de los amantes de la naturaleza hasta el presente. La sensibilidad de Linneo al mundo de las plantas se deja ver en esta sentencia, válida incluso hasta en nuestros días:

"Hierbas y plantas que engalanan bosques campos y caminos, son joyas medicinales. Pocos ojos lo ven, pocas mentes lo comprenden. Debido a esta carencia de observación y conocimiento, el mundo sufre una inmensa pérdida".

Bibliografía

  • LINDROTH, Sten: Carl von Linné en Swedish men of science.

  • SOUSBY, B.H.: A Catalogue of the Works of Linnaeus. London, 1933.

  • FRIES, T. M.: Linnaeus The Story of His Life. London, 1923.

  • BLUNT, Wilfrid: The compleat Naturalist. A life of Linnaeus. London, 1971.

Autor

  • Manuel García Villa