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DanzaLiteraturaBiografía

Lifar, Sergey (1905-1986).

Bailarín, coreógrafo, director artístico y escritor ruso nacionalizado francés nacido en Kiev, el 2 de abril de 1905 y muerto en Lausanne el 15 de diciembre de 1986.

Inició sus estudios con Bronislava Nijinska en la Escuela Imperial de Kiev, estudios que continuó con su alumna Anna Vorobieva tras la marcha de Nijinska a occidente en 1921. A raíz de la Revolución Rusa se exilió en Francia; allí debutó en el cuerpo de baile de los Ballets Russes de Diaghileven 1923, cuando éste invitó a los cinco mejores bailarines masculinos de esta escuela a unirse a la compañía. Ascendió a solista en 1924, y fue primer bailarín desde 1925 hasta la desaparición de los Ballets Russes de Diaghilev en 1929. Estrenó los ballets: Les Fâcheux (1924) y Le Train Bleu (1924) de Nijinska, Zéphire et Flore (1925), Les Matelots (1925), Le Pas d'Acier (1927) y Ode (1928) de Léonide Massine, Barabau (1925), La Pastorale (1926), El Triunfo de Neptuno (1926), La Chatte (1927), Apollon Musagète (1928), Le Bal (1929) y Le Fils Prodigue (1929) de George Balanchine, y Romeo y Julieta (1926) de Nijinska y Balanchine, junto a Tamara Karsavina. Para esta compañía realizó su primera coreografía, Le Renard (Stravinsky, 1929).

En 1929 fue nombrado bailarín étoile, maestro de ballet y director artístico de l'Opéra de París, donde estrenó la mayor parte de los ballets coreografiados por él mismo, entre ellos: Les Créatures de Promethée (Beethoven, 1929), obra inicialmente encargada a Balanchine y que éste dejó a Lifar tras contraer la tuberculosis, La Nuit (Sauguet, 1930), Bacchus et Ariadne (Roussel, 1931), Le Spectre de la Rose (Weber, 1931), Jeunesse (Ferroud, 1933), Salade (Milhaud, 1935), L'Après-Midi d'un Faune (Debussy, 1935), Icare (Szyfer, 1935), Le Roi Nu (Francaix, 1936), David Triomphant (Rieti, 1937), Le Cantique des Cantiques (Honegger, 1938), Sylvia (Delibes, 1941), estrenado junto a Lycette Darsonval, Suzanne Lorcia y Solange Schwarz, Le Chevalier et La Damoiselle (Gaubert, 1941), Romeo y Julieta Pas de Deux (Tchaikovsky, 1942), estrenado con Ludmila Tcherina, Les Animaux Modèles (Poulenc, 1942) y Suite en Blanc (Lalo, 1943).

Dimitió de su cargo en l'Opéra al final de la Segunda Guerra Mundial, acusado por otros artistas de confraternizar con altos cargos oficiales alemanes. En 1944 se unió al Nouveau Ballet de Monte Carlo como bailarín principal y coreógrafo, para el que creó: Aubade (Poulenc, 1946), Salomé (R. Strauss, 1946), Chota Roustaveli (Honegger, 1946), Nautéos (Leleu, 1947) y Pavane pour une Infante Défunte (Ravel, 1947), entre otros. En 1947 ingresó de nuevo en l'Opéra de París, como director artístico y bailarín, aunque no se le permitió reaparecer en escena hasta 1949.

En 1956 se calzó las zapatillas por última vez encima de un escenario en Giselle, aunque mantuvo la dirección artística de la compañía hasta 1958. De este período son sus coreografías: Les Mirages (Sauguet, 1947), Zadig (Petit, 1948), Septuor (Lutèce, 1950), Phèdre (Auric, 1950), Blanche-Neige (Yvain, 1951), Cinéma (Aubert, 1953), L'Oiseau de Feu (Stravinsky, 1954), junto a Nina Vyroubova y Youly Algaroff, Romeo y Julieta (Prokofiev, 1955), con el propio Lifar en el papel de Fray Lorenzo, y Chemin de Lumière (Auric, 1957). Interpretó su último papel en el ballet Giselle (1956). Entre sus ballets para otras compañías cabe destacar: L'Amour et Son Destin (Tchaikovsky, 1957) para el Grand Ballet du Marquis de Cuevas, Francesca da Rimini (Tchaikovsky, 1958) para el Ballet de Janine Charrat, Études Chorégraphiques (Schumann, 1960) para el Het Nationaal Ballet de Amsterdam, Bonaparte à Nice (Thiriet, 1960) para el London Festival Ballet, Fêtes d'Hébé (Rameau, 1964) para el Festival de Lyon y Fête chez le Roi Soleil (Rameau, 1969) para el Festival de Nervi.

Fue también coreógrafo invitado en Buenos Aires, Perú, Suecia y Turquía. En 1957 fundó la Universidad de la Danza, y en la temporada 1962-63 regresó a l'Opéra de París. Recibió el título de Professeur de Danse (1932), y la Medalla de Oro Carina Ari (1974) de manos de la princesa Cristina de Suecia, que premiaba tanto su labor coreográfica como el haber salvado los Archivos Internacionales de la Danza de París durante la Segunda Guerra Mundial. Entre los más de veinte libros escritos por Serge Lifar se encuentran: La Danse (París, 1938), Traité de Danse Académique (París, 1949), La Musique pour la Danse (París, 1955) y su autobiografía titulada Ma Vie (París, 1965).

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