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FilosofíaBiografía

Kant, Immanuel (1724-1804).

Filósofo alemán nacido en 1724 y fallecido el 12 de febrero de 1804; máximo representante de la Ilustración de su país, Kant llevó a cabo una verdadera revolución filosófica. Se ha dicho que toda filosofía anterior a Kant es antigua, y toda filosofía posterior a él es moderna.

Vida y obras

Kant provenía de una familia modesta, probablemente de origen escocés, establecida en Königsberg (Prusia). Recibió una educación basada en el pietismo que profesaba su madre, y que era propio también del Collegium Fridericianum, en el que realizó sus primeros estudios. De allí salió Kant con un buen conocimiento del latín y de los clásicos. En 1740 se inscribió en la universidad, donde siguió lecciones de física newtoniana y de matemáticas, lo que dio lugar a su primera obra: Ideas para una verdadera estimación de las fuerzas vivas (1749). Tras la muerte de su padre, se vio obligado a ganarse la vida dando clases particulares a los hijos de familias acomodadas (1746-54). En 1755 obtuvo el doctorado con De igne y la libre docencia con la disertación Principiorum primorum cognitionis metaphysicae nova dilucidatio. También en 1755 publicó bajo el anonimato, su Historia universal de la naturaleza y teoría del cielo, donde exponía la tesis de la formación del sistema solar a partir de una nebulosa originaria, hipótesis que no tuvo ningún eco, pero que se halla próxima a la formulada en 1796 por el físico Laplace, por lo que es conocida comúnmente con el nombre de "hipótesis de Kant-Laplace". Como docente libre comenzó a enseñar un poco de todo: matemáticas, física, lógica, moral, geografía, derecho natural, historia de la filosofía, etc. El año 1769 se considera clave en el proceso del pensamiento de Kant, ya que en ese año, según sus propias palabras llegó a "una concepción que creo no cambiará más y que permitirá examinar todas las cuestiones metafísicas con un criterio fácil y seguro". Se ha subrayado la importancia del influjo de Hume, el cual según el propio Kant le "despertó del sueño del dogmatismo". Pero se sabe que esa "gran luz" consistió en el descubrimiento del espacio y el tiempo constitutivos de las formas del mundo.

Lo cierto es que este año marcará la decisión entre la etapa precrítica y crítica en el pensamiento de Kant. Sólo en 1770 la universidad de Königsberg lo acogió como profesor ordinario en la cátedra de Lógica y Metafísica. Desde entonces la vida de Kant se desenvolvió con cierta holgura y sin acontecimientos exteriores de relieve. Aparte de la enseñanza, en que sobresalía bastante por su brillantez, concentró su actividad en la elaboración de sus escritos, a los que se dedicó hasta el fin de sus días. Murió en Könisberg en plena decrepitud. Sus restos reposan en el claustro de la catedral de esta ciudad prusiana, de donde prácticamente no se había movido en toda su vida. Cuando falleció musitando "es ist gut" (está bien), había perdido el sentido de la vista y la memoria.

Las principales obras de Kant son: Crítica de la razón pura (1781), obra que supondrá un hito en la filosofía moderna); ante las quejas de dificultad de comprensión que para muchos suponía esta obra, escribió Prolegómenos a toda metafísica futura (1783). Entre 1785 y 1790 aparecieron las otras dos obras no menos famosas: Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio. A raíz de la Revolución Francesa aparecen: La religión dentro de los límites de la razón (1793) y La paz perpetua (1795). Disputa entre las facultades (1797, en la que afronta temas referentes a religión y que le habían sido prohibidos por el rey Federico Guillermo II). A la época precrítica pertenecen, además de las citadas en la biografía: La única base posible para una demostración de la existencia de Dios (1762), y Sueños de un visionario explicados por los sueños de la metafísica (1766). Justo es recordar también: Antropología en sentido pragmático (1800), Lógica (1800), Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime (1764), Idea de una historia universal en sentido cosmopolita (1784), ¿Qué es la Ilustración? (1784) y los escritos Opus postumum, editados en 1920, 1936-38.

Doctrina filosófica

Crítica de la razón pura

En la Crítica de la razón pura Kant se pregunta por la posibilidad de que la metafísica pueda convertirse en una disciplina científica, ya que, a su modo de ver, las elucubraciones que se habían dado hasta entonces en ese terreno carecían de fundamento sólido, lo que hacía imposible el avance y el acuerdo respecto a las materias que dicha disciplina trataba. Para dilucidar esta cuestión, es necesario proceder a una crítica de la razón que determine las condiciones de posibilidad y los límites de validez de la capacidad cognoscitiva del hombre en los diferentes campos de su actividad.

La primera edición de esta obra fue publicada en 1781, y la segunda, que incluía profundas modificaciones, en 1787. Se trata de un hito fundamental en la historia de la filosofía: en primer lugar, su planteamiento constituye una síntesis entre empirismo y racionalismo, tendencias enfrentadas y radicalmente opuestas hasta entonces; en segundo lugar, a partir de la publicación de este libro no tiene sentido preguntarse por el problema del conocimiento humano sin antes cuestionar cuál es el límite de este conocimiento, impuesto por la propia naturaleza del hombre, más allá del cual se hace imposible la aprehensión de lo real.
Véase Crítica de la razón pura.

Crítica de la razón práctica

Publicada en 1788, se trata de la obra más importante de Kant en el terreno de la moral. En ella se determina la naturaleza de la ley moral y el género de adhesión que implican los principios prácticos. La obligación se convierte en una ley que la razón impone (como imperativo categórico de la exigencia moral o ética) a la voluntad, y el respeto a esta ley se establece como único móvil de la acción.
Véase Crítica de la razón práctica.

El Derecho y el Estado

El Derecho tiene la finalidad de establecer las condiciones que hagan posible la armonización de la libertad particular con la libertad de los demás miembros de la sociedad, conforme a la ley general de la libertad. Se trata de una regulación convencional que va a propiciar el positivismo jurídico.

El Estado se forma por la avenencia de voluntades plasmadas en leyes. Son estas leyes las que, fijadas por la mayoría, automáticamente ponen "fuera de ley" a las conductas disidentes respecto a ellas. No hay, pues, fuera del espíritu de conveniencia común, otro imperativo de orden extrahumano que pueda imponerse como norma que debe seguirse. Según manifiesta en el escrito Conjeturas sobre los comienzos de la historia humana (1786), se advierte ya en los más remotos pasos de la especie humana, una cierta oposición entre el conjunto de factores que configuran una determinada naturaleza humana y una tendencia a la modificación de esa naturaleza; es decir, una apertura a la posibilidad, a la libertad. Dice Kant que la libertad y la razón dieron principio a la historia: con la razón se intentaba conocer el presente; con la libertad se proyectaba el futuro. Esto realza un principio de acción del obrar humano: el enfrentamiento entre las pulsiones individuales (que empujan hacia una felicidad acomodaticia), y las conveniencias de la especie (que hacen al individuo acomodar sus deseos al bien común). Precisamente gracias a esta orientación reguladora se podrá asegurar la "paz perpetua", y no sólo al interior de un Estado, sino de los Estados entre sí. Para esto último será necesario el establecimiento de una legislación universal, fruto de la cual habrá de surgir la Sociedad de Naciones. Kant reconoce que está lejos ese día, pero no por ello se ha de dejar de buscarla. Los hombres son capaces de poner en práctica conductas "razonables", y lo razonable apunta en el sentido de unificación, dentro de la diversidad de la especie humana.

La religión

De su reivindicación del carácter autónomo de la moral depende asimismo la concepción kantiana de la religión, que queda reducida a la moralidad y fundamentada en ella. Según Kant, sería ir en contra de la moral y de la libertad considerar obligatorias ciertas acciones porque son órdenes de Dios; al contrario, deben ser consideradas órdenes de Dios aquellas acciones a las que estamos moralmente obligados. La religión "en los límites de la simple razón" se convierte en conocimiento de todos los deberes como órdenes divinas, pero no como sanciones u ordenamientos arbitrarios y contingentes dictados por una voluntad externa. Por ello no existirán distintas religiones, sino solamente una religión moral universal, una especie de iglesia invisible que abraza a todos los hombres que adoran a Dios de modo puro e incondicional.

Crítica del juicio

En su obra Crítica del juicio Kant se propone completar el sistema de la crítica indagando la función relativa a la facultad del juicio, a la que asigna una posición intermedia entre entendimiento y razón ( o entre naturaleza y libertad). En general el juicio es la facultad de pensar un particular como contenido en el universal. La Crítica del juicio se articula en dos partes, dedicadas respectivamente a una "crítica del juicio estético", y a una "crítica del juicio teleológico". La primera trata del juicio en relación con el sentimiento de placer y displacer. Kant trata de suministrar una "crítica del gusto", un examen de nuestra capacidad de juicio estético. Los juicios de gusto no contribuyen mínimamente al conocimiento de las cosas, pero crean una relación inmediata entre sentimiento de placer-displacer y facultad cognoscitiva. Cuando decimos que un objeto es bello, no equivale solamente a decir "me gusta". Llamamos bello a un objeto que gusta en virtud de una finalidad por otro lado no referible a un fin o a una voluntad, sino únicamente al juego armónico que se crea entre imaginación (llamada en este caso "productiva") e intelecto, con ocasión de la representación de un objeto dado (véase Lo dado). Kant une al tratamiento de lo bello el de lo sublime, aunque con menor relieve. Define lo sublime como lo que es grande absolutamente (y no comparativamente), o sea, infinito, y lo reduce a una conexión no armónica de la imaginación con la razón.

La crítica del juicio teleológico aparece más ligada a la problemática de la época. El juicio teleológico sirve para establecer en diferentes grados, leyes especiales y taxonómicas de la naturaleza, en tanto distintas de las leyes universales a las que da lugar el entendimiento. A esta crítica no corresponde ningún tratamiento doctrinal, sistemático: es decir, del juicio se da crítica, pero no ciencia.

Bibliografía

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  • HEIDEGGER, M., Kant y el problema de la metafísica, México, 1954.

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  • BRUCH, J. L.,La philosophie religieuse de Kant, París, 1968.

  • CARABELLESE, P., La filosofia dell'existenza in Kant, Bari, 1969.

Autor

  • CCG.