A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaBiografía

Gómez de Sandoval, Diego (¿-1623).

Administrador colonial español, nacido en fecha desconocida y muerto en Santo Domingo en agosto de 1623, que hizo frente a la ruina económica de la isla motivada por la despoblación a comienzos del siglo XVII.

La terrible situación del contrabando dominicano a fines del siglo XVI condujo a la Corona a dictar la política de devastaciones de las zonas norte y noroccidental de la Isla; tras muchas discusiones en el seno del Consejo de Indias, Felipe III aprobó la cédula de 22 de febrero de 1602, ordenando el despoblamiento de las mismas. El gobernador y presidente Antonio de Osorio cumplió fielmente con la cédula en los años 1605, con ayuda incluso de tropas puertorriqueñas, llevadas a Santo Domingo en prevención de levantamientos. Se trasladaron los ganados al sur, se despoblaron algunos núcleos ploblacionales y se destruyeron los ingenios existentes. Las zonas indicadas quedaron transformadas en una tierra quemada, donde difícilmente podrían instalarse los extranjeros; se cumplió así con el deseo de la Casa de Contratación de Sevilla, que deseaba evitar toda competencia al monopolio comercial que ejercía.

Para sustituir a Osorio se designó gobernador y presidente de la Audiencia de Santo Domingo a Diego Gómez de Sandoval, que era precisamente el presidente de dicha Casa de la Contratación. Se trataba de un militar con una larga hoja de servicios, iniciada como menino de la reina Ana: había estado en las jornadas de Portugal y Aragón, en el gobierno del principado de Asturias, y en los corregimientos de Murcia y Valladolid. Fue nombrado en 1606 y se posesionó de su plaza a mediados de dicho año. Su mandato entrañaba no pocas dificultades y no era además la persona idónea para sobrellevar la nueva situación. Gómez de Sandoval inició su gobierno mandando realizar un informe económico de la colonia, que le sirvió de poco, ya que decidió mantener las órdenes recibidas de la metrópoli. Ni siquiera fue capaz de mejorar la producción minera de Jarabacoa, que pensó paliar importando mineros mexicanos. Prohibió terminantemente el comercio con extranjeros, las reexportaciones de géneros y se negó a aceptar los esclavos indios llevados por los portugueses desde Brasil. En 1609 realizó un censo de la capital que arrojó un total de mil blancos y 12.000 negros, esclavos en su mayoría.

Para mejorar la extrema situación de pobreza de los habitantes, que les impedía alimentarse, dictó una serie de ordenanzas sobre la ganadería: prohibió la matanza de hembras y becerros, y ordenó a los dueños de hatos mantener jaurías de perros mansos para que, con sus mayorales, se dedicaran a perseguir los perros cimarrones que abundaban y perseguían los ganados; finalmente envió a la Banda del Norte cuadrillas escoltadas por soldados para traer ganados dispersos y llevarlos a Santiago. Nada de esto pudo evitar que la carne llegara a escasear en las carnicerías de las poblaciones, incluso en las de la capital. Un tercio de la población de Bayaguana murió entre 1606 y 1609 y los asaltos de los cuadrilleros a los ganados se repetían por doquier, agravados por el cimarronaje.

En el orden interno actuó también con gran autoritarismo, lo que le valió el enfrentamiento con varios oidores y especialmente con el fiscal Jerónimo de Herrera, que le acusó de elevados gastos en el transporte y distribución del Situado. Las reclamaciones de este fiscal fueron vistas en el Consejo de Indias, que determinó enviar a un visitador para averiguar la razón de sus disensiones con el presidente. Fue el licenciado Ibarra y Gueztara, destinado a alcalde del crimen en la ciudad de México, quien se presentó en Santo Domingo en noviembre de 1617. Consecuencia de esto fue que Gómez de Sandoval resultara multado en 1.500 ducados.

En 1621 España entró en la Guerra de los Treinta Años, lo que agravó aún más la situación de la Isla, en el punto de mira del gran contrabando realizado por los holandeses en el Caribe. El presidente murió en el ejercicio de su mandato en agosto de 1623, y en una situación de penuria económica, ya que dejó unas deudas superiores a los cuatro mil ducados, la mitad de ellos impagados a la Real Hacienda por los fondos de Penas de Cámara. Los propios criados reclamaron las sumas atrasadas que se les debían.

Bibliografía

  • CASSA, Roberto. Historia social y económica de la República Dominicana. Santo Domingo, 2000.

  • FRANCO PICHARDO, Franklin. Historia del pueblo dominicano. Sociedad Editorial Dominicana, Santo Domingo, 1993.

  • MARTINEZ ALMANZAR, Juan. Manual de Historia Crítica Dominicana. Santo Domingo, 1998.

Autor

  • 0210 MLS