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LiteraturaBiografía

Gimferrer, Pere (1945-VVVV)

Poeta catalán, nacido el 22 de junio de 1945 en Barcelona. Considerado una de las personalidades literarias más importantes de la cultura catalana, obtuvo en dos ocasiones el Premio Nacional de Poesía, por Arde el mar (1966) y El vendaval (1988), y recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas por el conjunto de su obra literaria en 1988. Es miembro de la Real Academia de la Lengua desde 1985 y académico fundador y miembro permanente de la Academia Europea de Poesía con sede en Luxemburgo. Desde 1981 dirige la editorial Seix Barral.

La poesía de Pere Gimferrer se inicia, de factum, con la consecución del Premio Nacional de Poesía de 1966 con su libro Arde el mar, el cual supuso un claro aldabonazo en la esfera literaria del país y en los círculos poéticos (antes sólo había publicado un librito titulado Mensaje del tetrarca, en 1963). Con Arde el mar, todo un hito en su época, Gimferrer, que por entonces firmaba como Pedro, inauguró una poesía de raigambre esteticista y rupturista cuyo cenit fue la publicación en 1970 de la polémica antología realizada por J. M. Castellet Nueve novísimos poetas españoles, en la que estaban incluidos otros notables poetas, como Leopoldo María Panero, José María Álvarez, Antonio Martínez Sarrión o Guillermo Carnero.

La poesía de Pere Gimferrer entre estos años (1966-1969) conforma una primera etapa, completada con el volumen La muerte en Beverly Hills, más la poesía completa en castellano, editada en 1969, donde se sumaban, además de los libros anteriores, algunos poemarios inéditos, como Extraña fruta y otros poemas. Esta edición de su obra poética castellana completa fue reimpresa en 1988, 1979 y 2000 bajo el título de Poemas (1962-1969), añadiéndose algunos poemas antes no publicados.

La primera etapa del poeta catalán está marcada por un fuerte culturalismo, en cuyo contorno aparecen diversas estéticas: surrealismo, barroquismo o venecianismo. Arde el mar, publicado con solo 21 años, supuso todo un giro en la poesía de su tiempo y acercó a los jóvenes de finales de los años sesenta a un clima de ruptura y experimentación. El libro incluía poemas en los cuales había un exceso de culturalismo, cargado de elementos modernos, casi camp, entre los que se hallaban el cine, el cómic o el collage. Poesía fundamentalmente que recuperaba el ambiente de las vanguardias y acercaba la poesía extranjera -Eliot, Pound, Perse, Wallace Stevens, D’Annunzio, Rilke e, incluso, los hispanoamericanos Octavio Paz o Lezama Lima- a los jóvenes que comenzaban a publicar en aquellos años. Toda esta estética fue llamada, no sin acierto, “estética novísima”, y así ha permanecido al paso de los años. Sin embargo, Gimferrer en el año del triunfo de dicha estética, con todas las controversias que formó, dejaba de escribir en castellano y pasaba a hacerlo en catalán, idioma que ya no dejó nunca de utilizar en sus poemas.

Se generaba, pues, en 1970 una nueva etapa del poeta con la publicación de Els Miralls (traducido por él mismo bajo el título de Los espejos), al que le siguieron otros poemarios: Hora foscant (1971), Foc Cec (1973) y L’ espai desert (1976), libro este último con el que cerraba esta etapa, recopilada en castellano con el título de Poesía 1970-1977 (1978). Lo cierto es que el primer volumen, Els Miralls, venía a inaugurar en la nueva poesía en castellano otra línea: la metapoesía, pues trataba de meditar en torno a la funcionalidad de la poesía. Ahora sus poemas, sin abandonar la base surrealista que caracterizó su anterior obra, se pliega hacia una nueva estética, antes sólo esbozada: el Simbolismo. Así llega a denominar la poesía como “un sistema de espejos / giratorios, que se deslizan con armonía”. Con L’Espai desert, Gimferrer concluía esta etapa, al tiempo que conformaba uno de los libros clave de la literatura catalana contemporánea, influyendo, de igual manera, en la poesía en castellano.

Con El vendaval, Pere Gimferrer confluía en lo que venía a ser su tercera etapa poética. Tanto este libro como el posterior, La luz (La llum), eran publicados en ambos idiomas, castellano y catalán, casi en los mismos años. En esta nueva etapa se perfilaba la estética simbolista como la preferente en sus poemas, que ganaban en su aspecto formal, ahora en un entorno poemático más clásico y menos experimental. Por ello pueden leerse sonetos endecasílabos, eneasílabos y alejandrinos, muy al gusto modernista, o cuartetos, siempre respetando la rima consonante. Esto es, si bien en El vendaval aún puede hallarse el verso libre, ya en La luz su poesía tiende a un formalismo, visto, cómo no, desde las perspectivas modernista y simbolista.
Sus dos poemarios Mascarada y El diamante en el agua vinieron a completar esta tercera etapa del poeta. Mascarada era publicado en 1998 (en sensacional versión de Justo Navarro, su traductor oficial). El libro se ofrece como un único poema fragmentado, escritos en eneasílabos libres, donde el simbolismo (Mallarmé, sobre todo) es claro y en donde se da cabida, además, a la crítica social, al amor, al paso del tiempo, entre los temas que desarrolla el poeta. El diamante en el agua, libro publicado en 2002 en castellano, también en versión de Justo Navarro, extendía la propuesta ofrecida en Mascarada y reiteraba el tono cívico social de su anterior trabajo, al margen de seguir indagando en temas tan usuales como el paso del tiempo o la muerte. Un poemario, en definitiva, que continuaba otorgando prioridad a la forma (rima y estrofa, con notoria presencia de eneasílabos), tal y como se había ya observado desde El vendaval.

Al margen de su obra poética, Gimferrer publicó dos volúmenes de gran calado literario. Dietario (Dietari) y Segundo Dietario (Segon dietari), editados en castellano en 1984, ofrecían sus dimensiones intelectuales y literarias; mientras que El agente provocador aglutinaba la búsqueda del yo poético por parte del poeta, el proceso desrealizador -tan común en su poesía-, así como a ficcionalidad de su propuesta literaria, proyectado todo ello desde sus inicios poéticos. En definitiva, libros íntimos, a camino entre el ensayo y el diario, que profundizan en el mundo del escritor a través de una búsqueda interiorizada del yo.

Además de los importantes premios antes mencionados, Ginferrer obtuvo en 1980 el Premio Nacional de Traducción por sus versiones del poeta Ausiàs March, el Premio de la Crítica en 1984 y 1989 por sus obras Fortuny y El vendaval respectivamente, el Premio Anagrama de ensayo, el Premio Mariano de Cavia y el Premio Reina Sofía de Poesía; además de otros muchos galardones relativos al ámbito de la cultura catalana.

En diciembre de 2006. Pere Gimferre ganó el 8º Premio Nacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz, que concede la fundación familiar del escritor mexicano. El jurado valoró "tanto la riqueza y el vigor de su obra como la forma con la que reescribe la tradición y contribuye a la vanguardia".

Textos

Una sola nota musical para Hölderlin

Si pierdo la memoria, qué pureza.
En la azul crestería la tarde se demora,
retiene su oro en mallas lejanísimas,
cuela la luz por un resquicio último, se extiende y me delata
como un arco que tiembla sobre el aire encendido.
¿Qué esperaba del silencio? Príncipes de la tarde, ¿qué palacios
holló mi pie, qué nubes o arrecifes, qué estrellado país
duró más que nosotros aquella rosa muerta.
Qué dulce es al oído el rumor con que giran los planteas del agua.

(Arde el mar, 1966)

El Belvedere

A la desnudez del lila
La luz del véspero le aplica
Con el claror de la granada
Un diamante que quema y no crepita.

La bellota en su misterio
a la morera se enhermanda:
sola en el cielo, ya Selene manda
la cumbre azul del cementerio

donde, en cazas, azul y azul, suave
se buscan en el envés del escondrijo
convertido en cúpula de luz.

Para que el ojo vea una nave
en la ribera del cobijo
azul que se resume en su trasluz.

(de El Vendaval, 1989, trad. De Jaime Siles)

Hay una interrupción de luz
Sonríes y veo tus ojos
y tu cuerpo ya no los veo
la primavera por el parque
de crepúsculos de perfil
árboles de invisibles manos
Verte y no verte interrumpida
viajera de los ojos tristes
ojos que sonríen sonámbula
del metro Sèvres-Babylone
princesa blanca de la noche
princesa del hangar del viento
bajo el toldo de luz deshecha.

(fragmento de Mascarada, 1998, trad. de Justo Navarro)

Obra publicada

Obra poética en castellano

Mensaje del tetrarca, 1963.
Arde el mar, 1966.
La muerte en Beverly Hills, 1968.
Poesía 1963-1969, 1969, 1979.
Espejo, espacio y apariciones. Poesía 1970-1980, 1988.
El vendaval (ed. bilingüe), 1989.
La llum / La luz (ed. bilingüe), 1992.
Mascarada (ed. bilingüe), 1998.
Marea solar, Marea lunar, 2000.
El diamante en el agua, 2002.
Amor en vilo, 2006.

Otros libros

Radicalidades, 1978.
Dietari, 1981.
Los raros, 1985.
Cine y literatura, 1985.
Itinerario de un escritor, 1993.
El agente provocador, 1998.
Interludio azul, 2006.

Obra crítica sobre Pere Gimferrer

BARELLA, Julia: “Introducción” a Poemas (1962-1969), Visor, Madrid, 2001, pp. 7-89.
GARCÍA DE LA CONCHA, Víctor: “Primera etapa de un novísimo: Pere Gimferrer, Arde el mar”, Papeles de Son Armadans, Nº 190, 1972, pp. 45-61.
GRACIA, Jordi: “Introducción” a Arde el mar, Cátedra, Madrid, 1997,pp. 11-86.
LÓPEZ, Julio: “Gimferrer, punto y referencia de una época”, Ínsula, Nº 446, 1984, pp. 5 y 6.
VILAS, M.: Pere Gimferrer, Arde el mar: Forma y estética, Annales III, Barbastro, UNED, 1986.

Monográficos en revistas sobre su obra poética

Peña Labra, Nº 62., 1987.
Anthropos, Nº 110-111, 1990.

Autor

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