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HistoriaPolíticaBiografía

Fraga Iribarne, Manuel (1922-2012)

Político español, nacido en Villalba (Lugo) el 23 de noviembre de 1922 y fallecido en Madrid el 15 de enero de 2012. Presidente de la Xunta de Galicia entre 1990 y 2005 y presidente fundador del Partido Popular (PP). Con una trayectoria política de más de medio siglo, representaba uno de los escasos ejemplos de perdurabilidad en cargos públicos de primera magnitud en diferentes etapas de la historia de España.

Manuel Fraga Iribarne.

Hijo de emigrantes cubanos, vivió algunos años de su infancia en la isla caribeña, donde nacieron algunos de sus hermanos. De regreso a España, en 1939 inició estudios de Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y un año después se trasladó a la Universidad Complutense de Madrid, donde se licenció en 1944 con premio extraordinario. Obtuvo el doctorado, también con reconocimiento especial, con una tesis sobre "Luis de Molina y el derecho de la guerra", y completó su formación con un doctorado en Ciencias Políticas y Económicas por la Universidad de Madrid.

Con el número uno de su promoción, ganó en 1945 la oposición de letrado de la Cortes Españolas y en 1946 ingresó en la Escuela Diplomática de la que salió como secretario de tercera clase en junio de 1947. Posteriormente y en el ámbito docente, obtuvo en 1948 la cátedra de Derecho Político en la Universidad de Valencia y en 1953 la cátedra de Teoría del Estado y Derecho Constitucional en la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad de Madrid. De forma paralela a su larga trayectoria política, desarrolló durante casi cuatro décadas su magisterio académico en la Universidad madrileña hasta que el 23 de noviembre de 1987, fecha de su 65 cumpleaños, se jubiló como catedrático.

Miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, de la Real Academia Gallega y de la Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación, fue secretario y presidente de la Unión Latina, presidente de la Fundación "Cánovas del Castillo" y patrono vitalicio de la Fundación "Alfredo Brañas". Doctor "honoris causa" por un buen número de Universidades españolas y extranjeras, ostenta cargos honoríficos de varias instituciones académicas y culturales. Ha recibido reconocimientos y condecoraciones dentro y fuera de España y está en posesión, entre otras, de la Grandes Cruces de Carlos III, del Mérito Civil, de San Raimundo de Peñafort, de Isabel la Católica, del Mérito Naval, del Mérito Militar, del Mérito Aeronáutico, de Cisneros y de la Medalla al Mérito al Trabajo. La Academia de Estrasburgo le entregó el "Premio Europa 1997" por su destacada labor como docente y jurista.

Manuel Fraga es autor de cerca de un centenar de libros sobre Ciencia y Teoría Política y colaborador habitual de asuntos políticos en publicaciones españolas y extranjeras. Entre su bibliografía destacan títulos como Así se gobierna España (1949); La crisis del Estado (1955); La familia española ante la segunda mitad del siglo XX (1959); Las transformaciones de la sociedad española contemporánea (1959); Organización de la convivencia (1961); La Monarquía como forma de Estado (1970); Sociedad, Región, Europa (1973); España en la encrucijada (1976); Memoria breve de una vida pública (1980); El pensamiento conservador español (1981); La leal oposición (1984); El retorno a las raíces (1984); En busca del tiempo servido (1987); De Santiago a Filipinas, pasando por Europa (1988); De Galicia a Europa (1991); Administración única. Una propuesta desde Galicia (1992); Impulso autonómico (1994); La lengua gallega de cara al año 2000 (1997) y Ciencia y Tecnología: Desafío político y administrativo (2000).

El franquismo, la transición y la democracia

Manuel Fraga debutó en 1951 en la vida política española con el cargo de secretario general del Instituto de Cultura Hispánica, antes de acceder a la Secretaría General del Consejo Nacional de Educación (1953) y a la Secretaría General Técnica del Ministerio de Educación (1955-1958). También fue secretario de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cortes (1958-1962) y director del Instituto de Estudios Políticos (1961).

Procurador de las Cortes franquistas desde 1955 hasta 1977 (Legislaturas V a X), fue miembro del Consejo de Estado y desempeñó el cargo de consejero nacional del Movimiento. Como diplomático, fue consejero de Embajada en 1961 y ministro plenipotenciario en 1963. También formó parte de numerosas delegaciones ante organismos internacionales y una década después se convirtió en titular de la Embajada nacional en el Reino Unido.

Con fama de burócrata eficaz, Manuel Fraga ocupó entre 1962 y 1969 el Ministerio de Información y Turismo y, de inmediato, lideró en el Gobierno la corriente reformista o aperturista que insistía en la necesidad de adaptar las instituciones del régimen, especialmente la Organización Sindical y el Movimiento, a los cambios que el desarrollo económico imponía. Frente a su posición, los llamados inmovilistas se oponían a cualquier tipo de reforma interna. Durante su etapa en el undécimo Ejecutivo de Franco fue secretario del Consejo de Ministros y como responsable de su cartera ministerial promulgó la Ley de Prensa e Imprenta (1966) -que suprimía la censura previa- y el Estatuto de Publicidad. También impulsó el desarrollo turístico de España hasta convertir el sector en la primera industria nacional y, durante su gestión, se construyó la red de paradores nacionales.

Manuel Fraga Iribarne.

Alejado de la responsabilidad de Gobierno tras su cese en 1969, retomó sus actividades académicas y diplomáticas. En junio de 1973 volvió a la primera plana de la actualidad política nacional cuando su nombre fue incluido, junto a los de Carrero Blancoy Fernández Cuesta, en la terna de 'presidenciables' que el Consejo del Reino presentó al jefe del Estado. Finalmente, Franco optó por ceder las funciones ejecutivas del Gobierno al almirante Carrero y Manuel Fraga fue nombrado embajador de España en el Reino Unido, el 13 de septiembre de 1973. Permaneció en el cargo hasta su regreso a España en noviembre de 1975.

A la muerte de Franco, Arias Navarro, presidente del último Gobierno de la dictadura, asumió también la dirección del primer Gabinete de la monarquía, en el que Manuel Fraga fue nombrado vicepresidente del Gobierno para Asuntos del Interior y ministro de la Gobernación. Durante su etapa en el Ministerio, impulsó la legalización de asociaciones y partidos políticos pero su gestión al frente de Gobernación quedó seriamente ensombrecida por los sucesos de Vitoria (el 3 de marzo de 1976 cinco trabajadores murieron abatidos por la policía) y Montejurra (el 9 de mayo de 1976 dos personas murieron en un enfrentamiento entre facciones carlistas). Confirmada la caída del Gobierno Arias en julio de 1976, tras perder la confianza del Rey, Fraga cesó como ministro y, aunque su nombre volvió a integrar las quinielas políticas de los 'presidenciables', la designación de Adolfo Suárez como jefe del Ejecutivo le alejó finalmente del Gobierno de la transición democrática española.

En las elecciones generales del 15 de junio de 1977, Manuel Fraga encabezó la plataforma conservadora Alianza Popular (AP), logró escaño de diputado por Madrid en las Cortes Constituyentes y fue designado portavoz de su grupo parlamentario y miembro de la Diputación Permanente. Junto a Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez Llorca, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Miguel Roca Junyent, Jordi Solé Tura y Gregorio Peces Barba, fue miembro de la ponencia encargada de redactar la Carta Magna española; labor que los llamados "padres de la Constitución" desarrollaron entre 1977 y 1978.

Desde este momento, el veterano político gallego renovó su acta como diputado de AP en los comicios de 1979, 1982 y 1986 y desarrolló una notable labor parlamentaria en las tres primeras legislaturas de la democracia. Después formó parte de las listas populares elaboradas para concurrir a las elecciones al Parlamento Europeo del 10 de junio de 1987, logró acta de eurodiputado y tuvo que abandonar, por incompatibilidad, su escaño en el Congreso nacional. En el foro europeo formó parte de la Comisión de Asuntos Políticos y, como suplente, de la Comisión de Relaciones Económicas Exteriores y de la Subcomisión de Seguridad y Desarme. En 1989 renunció a su escaño en el Europarlamento para preparar su candidatura a la presidencia de la Xunta de Galicia.

El partido

Fraga aún ocupaba el cargo de embajador de España en Londres cuando en mayo de 1974 y alrededor de sus postulados ideológicos y los de otros políticos afines se constituyó en Madrid GODSA (Gabinete de Orientación y Documentación, S.A.), una sociedad dedicada al análisis y la reflexión política que estaba llamada a convertirse en el embrión de un partido político que abanderara la causa del reformismo una vez desaparecido el régimen franquista. Tras la muerte del dictador y al amparo de la nueva Ley de Asociación Política, GODSA elaboró un programa ideológico que sirvió de fundamento para lanzar públicamente el movimiento Reforma Democrática (RD), de cuya presidencia se hizo cargo Manuel Fraga.

De cara a las elecciones generales de 1977 y con el fin de promover una gran coalición política, Fraga mantuvo contactos con líderes de otras formaciones y, como resultado de la negociación, se presentó en Madrid en el otoño de 1976 el manifiesto de Alianza Popular; una federación de partidos identificada ideológicamente con una "alianza de derechas, populista, centrista y conservadora". En el primer Congreso de AP, celebrado en marzo de 1977, Federico Silva, líder de Acción Democrática Española (ADE), fue nombrado presidente y Fraga Iribarne, líder de Reforma Democrática (RD), secretario general. Tras los comicios generales en los que AP logró discretos resultados (16 diputados y 2 senadores) y en un clima de fuertes tensiones internas, la formación celebró en enero de 1978 su segundo Congreso, en el que Félix Pastor relevó a Silva en la presidencia mientras Fraga resultó reelegido secretario general. El año concluyó con sonadas escisiones en el seno de AP; circunstancia poco favorable a pocos meses de las elecciones legislativas de 1979, a las que AP concurrió finalmente formando parte de la plataforma Coalición Democrática. Los resultados fueron nuevamente decepcionantes (9 diputados y 3 senadores) y Fraga Iribarne presentó su dimisión como secretario ejecutivo de Alianza Popular. Antes de finalizar 1979, las disputas internas provocaron también el cese de Pastor y el 9 de noviembre Manuel Fraga fue nombrado presidente interino hasta la celebración de un nuevo Congreso Nacional.

El III Congreso de los populares, celebrado en diciembre, confirmó a Fraga en la presidencia y nombró secretario general a Jorge Vestrynge. Ambos cargos se reeditaron en 1981 y 1982 durante el IV y V Congresos de la formación. Alianza Popular concurrió a las elecciones generales de octubre de 1982 en coalición con el Partido Demócrata Popular (PDP) de Óscar Alzaga y, con 106 escaños en el Congreso y 54 en el Senado, se convirtió en el primer grupo de oposición del arco parlamentario. El arrollador triunfo socialista de aquel año volvió a repetirse en los comicios de 1986, cita electoral en la que la coalición AP-PDP y el PDL de José Antonio Segurado se presentaron bajo el paraguas unitario de Coalición Popular. El bloque conservador mantuvo sus 106 diputados en el Congreso y elevó a 63 el número de senadores pero los resultados no cumplieron los objetivos previstos por Manuel Fraga, reelegido presidente en el VI (1984) y VII (1986) Congresos Nacionales de AP, que comenzó a cuestionar la infructuosa política de pactos de su grupo político.

Al tiempo que el PDP abandonaba la disciplina popular para integrar el Grupo Mixto en el Parlamento, se desataba una profunda crisis interna en el seno de AP entre quienes defendían el liderazgo de Manuel Fraga y quienes entendían que había llegado el momento del relevo en las filas de la derecha española. Fraga presentó su dimisión como presidente popular en diciembre de 1986 y los disidentes de la corriente renovadora abandonaron la formación pero la crisis no resultó completamente zanjada hasta que en febrero de 1987, durante el VIII Congreso de Alianza Popular, Manuel Fraga confirmó su renuncia a la presidencia del partido y propuso como sucesor al hasta entonces presidente de AP en Andalucía, Antonio Hernández Mancha, que resultó elegido por una cómoda mayoría. Sin embargo, la gestión del nuevo presidente no encontró respaldo entre los principales "barones" del partido y fueron los representantes de esta nueva corriente crítica, José María Aznar y Alberto Ruiz Gallardón, quienes reclamaron la veteranía de Manuel Fraga para organizar y presidir el IX Congreso de AP, denominado de la refundación.

Precedido de intensas negociaciones para aglutinar diversos sectores del centro-derecha, incluidas las formaciones democristianas, liberales e independientes, con el fin de formar una alternativa de Gobierno frente al PSOE, el Congreso se celebró en Madrid los días 20 al 22 de enero de 1989 y supuso la aprobación de un nuevo proyecto político, que a partir de entonces quedó rebautizado como Partido Popular (PP). Manuel Fraga ocupó la presidencia de la nueva formación hasta que, en septiembre de ese mismo año, tomó el relevo de forma interina el nuevo líder del partido, José María Aznar. La reorganización interna quedó confirmada en el X Congreso, celebrado en Sevilla entre el 31 de marzo y el 1 de abril de 1990, en el que Fraga asumió la presidencia honorífica del PP y José María Aznar fue confirmado en la presidencia ejecutiva. Catorce años después, con ocasión del XV Congreso de los populares en el que Mariano Rajoy fue elegido nuevo presidente del partido, Aznar asumió la presidencia de honor del PP y Fraga se reservó el título y las atribuciones de presidente fundador.

Presidente del Partido Popular de Galicia desde 1991, su liderazgo se mantuvo incuestionable en los sucesivos Congresos Regionales del partido. En el XI, celebrado el 16 de marzo de 2002, Manuel Fraga logró la reelección con el voto favorable del 98,66% de los compromisarios. Dos años y medio después, con 82 cumplidos, la gestión de Fraga al frente del partido en Galicia volvió a contar con el respaldo mayoritario de sus compañeros de formación. El líder popular Mariano Rajoy aprovechó la tribuna del XII Congreso Regional para proclamar de nuevo la candidatura de Manuel Fraga a la presidencia de la Xunta en 2005. Quince años después de su designación como número uno del partido en Galicia, el relevo en la presidencia se produjo finalmente en el XIII Congreso del PPdeG, celebrado en enero de 2006, con el nombramiento de Alberto Núñez Feijoo como nuevo jefe de filas de los populares gallegos.

En el ámbito internacional, formó parte del Grupo Demócrata Europeo entre 1987 y 1989 y también participó de forma activa, junto a otros líderes mundiales como George Bush, Margaret Thatcher y Jacques Chirac, en la creación de la internacional conservadora Unión Democrática Internacional (IDU); organización de la que fue vicepresidente.

La presidencia autonómica

Cumplido el objetivo de ceder el testigo del liderazgo del partido a escala nacional, Fraga comenzó a proyectar su futuro político lejos de Madrid. En este sentido, rehusó incluir su nombre en las listas populares de cara a las elecciones generales celebradas el 29 de octubre de 1989 y renunció a su escaño en el Parlamento Europeo con la intención de preparar su candidatura a la presidencia de la Xunta de Galicia en los comicios del 17 de diciembre de ese mismo año. Y así, mientras Felipe González iniciaba su tercer mandato al frente del Gobierno español, Manuel Fraga lograba en Galicia la primera mayoría absoluta de los populares en el Parlamento autonómico. 38 escaños reunió el PP frente a los 28 obtenidos por los socialistas del presidente saliente, González Laxe, y los 5 atesorados por los nacionalistas (BNG) de Xosé Manuel Beiras.

La ceremonia de investidura del veterano político se celebró el 5 de febrero de 1990 en Santiago de Compostela; ciudad que los conservadores convirtieron en escenario de una auténtica romería con 1.200 gaiteiros y 500 litros de queimada para saludar la toma de posesión de Manuel Fraga. Asentado en la presidencia del Ejecutivo gallego, los problemas del sector pesquero se convirtieron en objetivo prioritario del nuevo presidente quien, apenas un trimestre después de asumir el cargo, solicitó al Gobierno central las máximas transferencias en este área (puertos, regulación de actividades pesqueras, laboratorios del Instituto de Oceanografía y el Instituto Social de la Marina). También en aquellos primeros meses de ejercicio hizo valer su posición favorable a una reforma constitucional dirigida a convertir el Senado en una auténtica Cámara de representación territorial así como a la creación de un Senado Europeo de base regional que garantizara la participación de las distintas nacionalidades en los procesos de unidad europea.

El 17 de octubre de 1993, los gallegos acudieron a las urnas para elegir a sus representantes autonómicos por cuarta vez en su historia y Manuel Fraga revalidó el triunfo con una victoria arrolladora que colocaba 43 diputados populares en los bancos del Parlamento regional. Los socialistas, liderados por Antolín Sánchez Presedo, tuvieron que conformarse con 19 escaños mientras el BNG confirmó su ascenso con 13. En cualquier caso, los rivales de Manuel Fraga, que habían aventurado para el político de Villalba un protagonismo efímero y un retiro discreto tras cumplir el sueño de presidir el Gobierno regional durante una legislatura, tuvieron que afrontar la realidad incuestionable de asistir a la consolidación de un proyecto autonómico eminentemente fraguista. El presidente de la Xunta juró el cargo el 5 de diciembre de 1993, para un nuevo periodo cuatrienal.

Durante su segundo mandato, mantuvo firme su defensa de la presencia autonómica en la toma de decisiones a escala europea así como de su proyecto de transformación del Senado en Cámara territorial. Igualmente, se manifestó contrario a la fórmula de financiación, propuesta por el entonces Gobierno central socialista, de ceder el 15% del IRPF a las Comunidades Autónomas y, en este sentido, presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional a finales de marzo de 1994. Finalmente, y tras la victoria de su partido en las elecciones generales de marzo de 1996, la Xunta de Galicia retiró el recurso planteado ante el Constitucional, toda vez que los populares habían acordado con nacionalistas vascos y catalanes la corresponsabilidad fiscal y la cesión del 30% del IRPF.

Las elecciones autonómicas del 19 de octubre de 1997 dejaron clara la indiscutible hegemonía de Manuel Fraga en Galicia y los populares, con 42 escaños, revalidaron por tercera vez consecutiva su mayoría absoluta en la Cámara regional. El BNG se convirtió en la segunda fuerza política con 18 escaños mientras los socialistas gallegos, encabezados por Abel Caballero, cosecharon con 13 diputados los peores resultados de su historia. Investido presidente el 9 de diciembre de 1997, centró su tercer mandato en programas de desarrollo tecnológico, social y de infraestructuras en la región. Durante esta legislatura, la Xunta tuvo que lidiar con el llamado "mal de las vacas locas", crisis que salpicó la gestión de Manuel Fraga y que, en enero de 2001, le obligó a salvar una moción de censura, presentada por el BNG, en el Parlamento.

A pesar de los insistentes rumores sobre su delicada salud y su avanzada edad, Manuel Fraga logró por cuarta vez consecutiva la mayoría absoluta en los comicios autonómicos celebrados el 21 de octubre de 2001. Con una victoria arrolladora que volvió a superar el 50% de los votos (41 escaños frente a los 17 logrados tanto por socialistas como por nacionalistas), el veterano político asumió nuevamente el reto de presidir el Ejecutivo gallego por un periodo de cuatro años. El 15 de diciembre tomó posesión como presidente de la Xunta y, sólo un año después, a finales de 2002, vivió uno de los momentos más difíciles de su carrera política cuando el hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas gallegas provocó la mayor catástrofe ecológica de la historia de España. La cadena de decisiones polémicas que adoptaron las administraciones central y autonómica -ambas gobernadas por el Partido Popular- durante la crisis, afectó directamente a las instituciones gallegas y a su presidente. La oposición socialista y nacionalista hizo valer sus reproches en el Parlamento con la presentación de dos mociones de censura que Manuel Fraga pudo superar merced, una vez más, a la mayoría absoluta de su grupo político en la Cámara gallega.

Una crisis interna de extraordinaria envergadura, que estalló en el PP regional en los últimos meses de 2004, y algunos síntomas de debilitamiento en la salud del presidente hicieron saltar las alarmas y también los primeros rumores sobre la necesidad de buscar reemplazo al jefe de filas de los conservadores gallegos. Pero todos los ejercicios cabalísticos concluyeron de forma radical cuando el propio Mariano Rajoy, secretario general de los populares, acudió a Galicia para cerrar la crisis y proclamar nuevamente a Manuel Fraga candidato del partido a la presidencia de la Xunta, en las elecciones previstas para octubre de 2005. Razones de estrategia política aconsejaron al presidente del Ejecutivo autonómico el adelanto electoral y los comicios al Parlamento gallego se celebraron, finalmente, el 19 de junio. El Partido Popular, con su líder histórico a la cabeza, volvió a ser la fuerza política más votada. En esta ocasión, sin embargo, se redujeron considerablemente las distancias entre los populares y los partidos progresistas de la región, el PSdG y el BNG, de modo que un único escaño se aventuraba decisivo para otorgar la gobernabilidad de la Xunta. Durante una semana se mantuvo la incertidumbre sobre los resultados definitivos hasta conocer el escrutinio del voto emigrante que, finalmente, no decantó la balanza en favor del candidato popular. Manuel Fraga perdió el apoyo mayoritario de los electores y socialistas y galleguistas anunciaron un pacto de Gobierno para poner en marcha la alternancia de poder en el Ejecutivo autonómico. Emilio Pérez Touriño, líder del PSdG, fue investido nuevo presidente de la Xunta el 29 de julio de 2005.

En el área de las relaciones interregionales y en su calidad de presidente del Ejecutivo gallego, Fraga formó parte de la Asociación de la Regiones de Europa (ARE), la Asociación de las Regiones Fronterizas de Europa (ARFE), el Centro de Desarrollo Regional (CEDRE) y la Organización Sur Europa Atlántica (SEA). Además, fue vicepresidente de la Comisión del Arco Atlántico del Consejo de las Regiones Periféricas y Marítimas (CRPM) y miembro del Consejo Consultivo de los Entes Regionales y Locales de la Comunidad Europea y del Comité de las Regiones de la Unión Europea.

Tampoco tras abandonar la presidencia de la Xunta, Manuel Fraga optó por retirarse de la vida pública y, pese a su avanzada edad y dilatada carrera, anunció su deseo de convertirse en senador. El 7 de febrero de 2006 fue designado por el Parlamento gallego representante autonómico en la Cámara Alta con 74 votos de los 75 que conforman el Parlamento autonómico. Tres semanas antes, la sucesión de Fraga al frente del partido en Galicia quedó garantizada con la elección de Alberto Núñez Feijoo, en el XIII Congreso Regional, como nuevo líder de los populares gallegos. En marzo de 2008 volvió a ser designado senador autonómico por Galicia.

Fraga fue uno de los políticos en activo mas anciano del mundo. Su condición de senador mas longevo le llevó a presidir en 2008 la mesa de edad en la constitución de la Cámara Alta. El 2 de septiembre de 2011 hizo público su abandono de la política activa. El 15 de enero de 2012 falleció a los 89 años de edad, en su casa de Madrid.

Enlaces en Internet

http://www.xunta.es; Página oficial de la Xunta de Galicia.
http://www.parlamentodegalicia.es; Página oficial del Parlamento de Galicia.
http://www.pp.es; Web del Partido Popular (PP).
http://www.ppdegalicia.com; Web del Partido Popular de Galicia (PPdeG).

Autor

  • Isabel Sánchez Calvo