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BiografíaEconomía

Echeandía Gal, Salvador (1867-1945)

Empresario español nacido en Irún en 1867 y fallecido en 1945. Primogénito de una familia de comerciantes, fue el encargado de hacer pasar a la historia su apellido como una de las marcas más importantes de productos de droguería.

Salvador, al igual que sus hermanos, dedicó la mayor parte de su tiempo de posgrado a viajar. Esto le permitió estar en contacto con numerosas culturas europeas en las principales ciudades del continente como Viena, Berlín o Londres. Esta influencia europea se dejó notar más adelante en la gestión de su negocio, sobre todo en la publicidad y escaparatismo, donde plasmó las ideas de estos grandes centros de la vanguardia y la cultura europea.

Los comienzos empresariales de Salvador se remontan a 1898, a la calle Arenal, en Madrid, donde abrió una droguería. Comenzó a comercializar un producto contra la caída del cabello; pero pronto se dio cuenta de la necesidad de captar una mayor clientela. Para ello decidió acudir a los lugares principales de reunión de los caballeros de la época y repartir octavillas con publicidad de su producto. Tan sólo dos años después de abrir esta droguería Salvador, junto con Sainz de Vicuña y Rafael Picavea, constituyó la sociedad Gal, en la que Echeandía ejerció las funciones de director general y presidente de la junta general de accionistas. Desde ese momento se comenzaron los primeros trabajos para construir la fábrica de jabones en la calle Ferraz, también de Madrid. Para reclutar a los trabajadores recurrieron a Irún y para formarlos contrató a un maestro jabonero alemán, hecho que confirma la poderosa influencia que ejercieron el resto de países europeos en Echeandía.

El negocio funcionaba bien y la empresa se introdujo en el siglo XX como Sociedad Anónima. En 1905 la perfumería Gal decidió aumentar el mercado y para ello creó la marca Heno de Pravia, con la que llegó a hogares con una economía modesta. Con su negocio centrado en el madrileño barrio de Moncloa abrió otra nueva fábrica en 1915 con mayor tamaño y con servicios asistenciales muy adelantados para la época, ya que proporcionaba a sus trabajadores clínica sanitaria, guardería, seguros, pensiones, etc. Sin embargo, el grueso de las inversiones de la perfumería Gal no eran estos servicios sino la publicidad que, a partir de 1916, contó con la colaboración del dibujante Federico Ribas.

Cada vez con mayor participación familiar en puestos directivos, característica que se irá afianzando con el paso de los años, Salvador comenzó a reestructurar la empresa. Implantó una estrategia de verticalización donde las nuevas empresas eran creadas con el único objetivo de abastecer a la principal. En 1923 se creó en Irún la Sociedad Lorebat dedicada a molturar aceites de coco y de palma importados y abastecer de grasas a la fábrica de Madrid.

El rotundo éxito de la perfumería Gal en España abrió las fronteras a la empresa, que en 1923 fundó, con la aprobación de la Casa Real inglesa, Gal of London. La Casa Real española tampoco se mantuvo al margen y en 1925 nombró a la Perfumería Gal proveedora real. Cuatro años más tarde también las fronteras europeas se le quedaron pequeñas y abrió su primera fábrica en Argentina. En 1930 siguió con la expansión por el continente americano y, mediante la absorción de su competencia, la Perfumería Floralia, llegó a México. Con la única competencia fuerte de perfumería Myrurgia, la Gal se iba haciendo cada vez más fuerte.

Pero esta expansión se vio interrumpida por la Guerra Civil Española. Durante la contienda, Salvador se trasladó a Francia, donde se preocupó de mantener los contactos con los proveedores. La maquinaria también fue trasladada para evitar su destrucción durante el conflicto. Su regreso se produjo en 1939, pero los problemas más graves estaban a punto de llegar. Con el objetivo de favorecer la producción de jabones fabricados con productos españoles, el gobierno franquista prohibió el uso de esencias importadas. Durante este tiempo la perfumería Gal tenía tres marcas que constituían el centro de sus operaciones: Heno de Pravia, colonia Añeja y la pasta dentífrica Dens (más tarde se llamó Neodens y Superdens), que respondía a las exigencias de la época.

A la muerte de Salvador Echeandía en 1945, la Perfumería Gal era una sociedad con beneficios elevados y líder en el sector. Alberto Anabitarte (yerno de Salvador, marido de su hija Victoria) asumió la dirección de la empresa. A la jubilación de Alberto, su sobrino Juan Echeandía le sustituyó al frente de la compañia.

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