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ArquitecturaBiografía

Bramante, Donato Lazzari (1444-1514).

Arquitecto y pintor italiano, de nombre Donato di Pascuccio di Antonio, conocido como Bramante. Nació en Monte Asdrualdo, cerca de Urbino, en 1444 y murió en Roma en 1514. Entre las primeras obras conocidas, se encuentran unos frescos realizados en Bérgamo en 1477, donde realiza figuras de filósofos y perspectivas arquitectónicas en la fachada del palacio del alcalde. En Milán, en 1478, dirige los trabajos de reconstrucción de la iglesia de Santa María presso San Satiro. Por estos trabajos se deduce que su formación la llevó a cabo en la culta corte de los Montefeltro, en Urbino, donde pudo estar trabajando en el círculo de Piero della Francesca como pintor de perspectivas y realizando trabajos de arquitectura para el palacio ducal.

La influencia de Alberti en su formación arquitectónica debió quedar consolidada antes de 1477, durante una visita a Mantua, donde conoció las obras de Mantegna, en particular los efectos de trompeloi de la Cámara de los Esposos, la influencia de esta obra se muestra en los primitivos frescos de Bérgamo, con escenas como la Incisione Prevedari y los Hombres de armas y, posteriormente, en los ejecutados para la casa Panigarola de Milán, en 1490.

En la corte de los Sforza, en Milán, en el complejo monumental de Santa María presso San Sátiro, Bramante recoge la herencia espiritual de los máximos arquitectos del Quattrocento: Brunelleschi y Alberti, sentando las premisas de un nuevo camino para la arquitectura renacentista, creando una espectacular representación del espacio y mezclando las grandiosas estructuras reales con aquellas sugeridas mediante las posibilidades ilusionistas de la perspectiva. En esta corte coincidió con Leonardo, con quien mantuvo un fecundo intercambio de ideas y experiencias. Para los Sforza también trabajó como ingeniero, siendo el organizador de las fiestas y espectáculos de esa corte. Igualmente participa en las discusiones sobre el ciborio del Duomo de Milán, mediante un informe conocido como Bramanti opinio super domicilium seu templum magnum, proyectó la rectoría y el claustro de San Ambrosio, trabajos para la catedral de Pavía y para el castillo de Vigevano y realizó el diseño de la plaza adyacente del castillo, una de las más geniales sistematizaciones urbanísticas de todo el Renacimiento. De 1490, es el Cristo de la Columna, única pintura sobre tabla conocida de Bramante. La última gran obra de su etapa milanesa es la intervención en Santa María delle Grazie, en la que plantea una estructura centralizada, reflejando su conocimiento profundo sobre los grandes monumentos paleocristianos y románicos de Lombardía, anticipando ideas y soluciones que alcanzaran su madurez en los proyectos para San Pedro de Roma.

Después de la caída de Ludovico el Moro en 1499, Bramante abandona Milán y se traslada a Roma, donde profundiza en el conocimiento de la arquitectura clásica mediante el estudio de las ruinas. En 1500, inicia los trabajos dentro del claustro de Santa María della Pace donde se muestra ligado a las experiencias arquitectónicas del período lombardo. Aunque la aplicación de los principios de la perspectiva monofocal, de la proporción y de la simetría, junto con un acusado sentido del ritmo, de la armonía y del equilibrio, ponen la base para la configuración del lenguaje clasicista.

En 1502, inicia la construcción del templete de San Pietro in Montorio, terminado hacia finales del primer decenio del siglo XVI y proyectado para ser el centro de un amplio patio porticado que había ampliado su ritmo circular.

En octubre de 1503, Julio II es elegido Papa, con él se inicia una de las mayores empresas artísticas, Bramante fue nombrado superintendente general de todas las construcciones papales, cargo con el que proyectó la unión de los palacios Vaticanos con la villa de Inocencio VIII, mediante el patio del Belvedere y dio comienzo a los trabajos de la reconstrucción de la Basílica de San Pedro. Ninguno de los proyectos fue finalizado por el artista, ni en su continuación se mantuvieron enteramente los diseños originales, aunque las soluciones adoptadas condicionaron los trabajos posteriores y dieron impulso a una nueva orientación de la arquitectura del Renacimiento. Dentro del programa de restauratio urbis de Julio II realizó el trazado de la vía Giulia y de la vía Lungara y proyectó el palacio de los Tribunales y la iglesia de San Biagio, donde rearticula los complejos de las termas y los foros de la época imperial romana. Con el Palacio Caprini, realizado en 1510 y posteriormente destruido, introduce una nueva tipología de residencia urbana.

Celebrado por sus contemporáneos y admirado tanto por la rapidez de invención como por la ciencia de los sistemas constructivos, tuvo como herederos a algunos de los mayores aristas de su tiempo como Rafael, Peruzzi, Sangallo el Joven o Jacopo Sansovino.

Iglesia de Santa María delle Grazie. Bramante

Realizada en Milán, entre 1497 y 1499, supone la más importante realización de Bramante durante su etapa milanesa. Todos los conocimientos que expresa en esta arquitectura serán los supuestos de los que parta en Roma para la codificación del Alto Renacimiento, donde deberá adecuarse a las necesidades y la funcionalidad de la Iglesia triunfante. En las obras de Milán, sintetiza las enseñanzas quattrocentistas, definiendo un esquema clásico que se plasma en Santa María delle Grazie, en la que debe completar una iglesia construida en estilo gótico, enfrentándose al mismo problema que hacía un siglo había tenido que superar Brunelleschi en Santa María de las Flores.

Su realización se centra en la cabecera, donde idea una estructura centralizada y plantea una solución severa, clásica y proporcionada, coronando la construcción con una cúpula de media naranja.

En el exterior se articulan elementos ornamentales típicamente clásicos, como cabezas y balaustres, dentro de una estructura nítida y clara en la que predomina la sencillez y la reducción, para dejar paso a lo constructivo.

Templete de San Pietro in Montorio. Bramante

Realizado en Roma, es una pieza clave para entender la arquitectura del Alto Renacimiento. Como en la escultura es La Piedad de Miguel Ángel o en pintura La Virgen de las Rocas de Leonardo, la nota característica es la centralidad, idea clave del lenguaje clasicista.

Es un pequeño edificio, de planta circular, centralizada, rodeado de un pórtico de columnas, cubierto con cúpula de media naranja. Utiliza un orden dórico toscano que va a servir de referencia a todas las dimensiones adoptadas en el resto del edificio, con lo que Bramante pone de manifiesto la idea de simetría, propia del clasicismo, la perfecta articulación de las partes con el todo. El problema de las relaciones bidimensionales entre las partes de un edificio y la constancia de la relación de escalas, es una de las ideas que codifica el Alto Renacimiento y que será difícil de traspasar de organismos reducidos a edificios de grandes dimensiones.

El templete, de pequeñas dimensiones, resulta monumental por la perfecta relación de las partes y la proporción entre estas. El primer cuerpo, de orden toscano, se asienta sobre una escalinata y un pequeño podio, sobre el que se sitúa la cella, rematada por un entablamento de triglifos y metopas. Los triglifos se corresponden con el eje de las columnas. El templete fue ideado para ser el centro de un vasto patio porticado que habría amplificado su ritmo circular.

Para la realización de esta arquitectura, Bramante busca su inspiración en las ruinas de la Antigüedad, pero no existe un intento de imitación, sino que su concepción científica de la arquitectura le lleva a la búsqueda de la verdad absoluta. El templete responde a este ideal de belleza.

Claustro de Santa María della Pace. Bramante

En esta obra romana, Bramante va a desarrollar todo el programa de su arquitectura clasicista. En primer lugar, establece una relación con las fuentes históricas y su filiación al sistema de los ordenes vitrubianos, en función de una arquitectura más utilitaria. Dispone el esquema de la mecánica de la combinatoria de los ordenas, que se convertirá en el esquema de clasicismo. Tendrá también que solucionar el problema de las relaciones bidimensionales entre las partes del edificio y la constancia de la relación de escalas, con lo que establece el principio de que un edificio no es sólo clásico por la sucesión de sus ordenes vitrubianos, sino que éstos deben ser relacionados con el sistema de proporciones para organizar armónicamente las partes. Así, el claustro se muestra como la aplicación de un programa donde domina el sometimiento a la ley de los órdenes y su combinatoria. El patio queda organizado en dos pisos, en el inferior se disponen macizas pilastras jónicas y en el superior se establece la alternancia de pilastras compuestas y columnillas. Esta organización se basa en el sistema de proporciones establecido en todo el patio. Los grandes arcos del cuerpo inferior se dividen en dos huecos adintelados, mientras que en superior la división se establece mediante las columnillas. Se resaltan los elementos sustentantes, como las pilastras, simplificándose los motivos ornamentales.

Jardines del Belvedere. Bramante

Como arquitecto del Vaticano, Bramante es nombrado superintendente de todas las construcciones papales, durante el pontificado de Julio II. Como tal, se le plantea la unión de los centros religiosos más importantes de la ciudad, dentro del programa de renovación urbanística que se pretendía operar en Roma, como capital de orbe católico y como exaltación del poder del papado.

Bramante proyecta la unión de los palacios vaticanos con la villa de Inocencio VIII, para lo cual plantea los jardines del Belvedere.

El arquitecto tendrá que resolver dos problemas iniciales. Primero establecer una relación directa con las fuentes clásicas y segundo realizar una arquitectura paisajista a escala monumental. La obra de unos 300 metros de longitud, se plantea como un inmenso jardín en el que hay que salvar unos desniveles de terreno. Bramante articulará dos grandes crujías que se rematan en una fachada monumental, éstas presentan columnatas que se repiten rítmicamente. El espacio interior queda organizado mediante terrazas de distintas alturas comunicadas con un sistema de rampas y escalinatas a media vertiente, lo que permite solucionar los desniveles de terreno existentes.

En la actualidad, el conjunto está fragmentado. Sin embargo, el proyecto original se conoce por un Boceto de 1503. En él se observa como Bramante, inspirado en las descripciones que hace Plinio el Joven de villas romanas en su Historia Natural y en el templo de la Fortuna en Palestrina, dispone: un aterrazamiento del terreno, unos accesos monumentales mediante dobles rampas, una articulación de los muros mediante la disposición y combinación de los ordenes clásicos que coinciden con cada nivel de aterrazamiento, lo que confiere una gran movilidad al conjunto. De este boceto, se puede destacar la monumental escalinata que Bramante había ideado en la zona de acceso, que finalmente no fue construida.

De su proyecto original, se construyó el Patio de San Damaso en el que se refleja una estructura muy severa y monumental, con una perfecta combinación de órdenes, primero toscano, luego jónico y por último corintio. El piso superior es posterior a los diseños de bramante.

La fachada de remate de los jardines, está concebida como una exedra monumental, cubierta con cúpula de media naranja que recuerda a la estructura del templete de San Pietro in Montorio, la exedra se concibe como un vaciado de ese templo. No recurre a ningún elemento ornamental excepto a los que responden al propio carácter constructivo. La parte inferior está compuesta por un acceso por rampas laterales. La exedra se remata con un peristilo semicircular cuyos extremos terminan en pares de columnas romanas monumentales que sustentan un frontón. Esta solución la toma de las grandes villas y será muy utilizada en la arquitectura urbanística del siglo siguiente, desarrollándose a escala monumental en la plaza de San Pedro. La escalera monumental es una escalera de caracol que da acceso al peristilo circular de la exedra del Belvedere. En ella, Bramante plantea una solución que tendrá un gran éxito en los años siguientes. El problema con el que tenía que enfrentarse era encajar un elemento ascensional en un hueco ya establecido y lo arregla mediante un sistema helicoidal de rampas. En su propuesta, Bramante subvierte el orden clásico. En éste el eje de la columna debía formar ángulo recto con el frontón, sin embargo, para mantener la verticalidad de las columnas de la escalera de caracol, Bramante introduce en su parte inferior una espacie de cuña, sobre la que se monta la columna y otra más pequeña entre el capitel y el arquitrabe. Este último prescinde del friso de metopas y triglifos, puesto que debían ser colocados de forma proporcional. Con esta escalera, Bramante introduce una de las primeras licencias del estilo del Alto Renacimiento.

El Belvedere resuelve una serie de problemas importantes, convirtiéndose en un modelo referencial para toda la arquitectura del siglo XVI.

Proyecto de San Pedro del Vaticano. Bramante

La iglesia de San Pedro era una basílica paleocristiana poco adecuada para recibir a un alto numero de peregrinos y poco acorde con las ideales exaltatorios del pontificado de Julio II. El Papa concibe la renovación de la vieja basílica encargando el proyecto a Bramante, quien llamará al Vaticano a Rafael y a Miguel Ángel, entre otros. El nuevo templo tenía que ser inmenso, capaz de reunir potencial e ideológicamente a la humanidad entera.

El proyecto de Bramante plantea una iglesia de enormes magnitudes con planta centralizada y unitaria y con una centralización a nivel espacial como de volumetría. Esta idea que había funcionando perfectamente en el templete de San Pietro in Montorio presenta grandes problemas a la hora de ser trasladada a un edificio de grandes dimensiones. La solución de este problema fue lo que demoró tanto la construcción de la basílica.

Bramante proyectó una planta de cruz griega, inscrita en un cuadrado, con capillas a los lados, igualmente de planta central. Todo se dispone y se dirige hacia el núcleo central, el lugar de intercesión de la cruz, que se cubre con una cúpula de media naranja apoyada en cuatro grandes machones. Los brazos de la cruz se rematan en ábsides semicirculares y todo articulado con una arquitectura clasicista.

Los principales problemas que se van a plantear serán, a nivel de funcionamiento, la necesidad de organizar un taller arquitectónico impresionante y, a nivel técnico, una serie de problemas técnicos que Bramante no podrá resolver. Cuando Miguel Ángel termine la basílica, éste será el único proyecto, de los muchos que le siguieron, que tendrá en cuenta. Planteó una reducción de los brazos de la cruz y una ampliación del espacio central y de los machones.

A este proyecto original, el propio Bramante introducirá una serie de variaciones, en proyectos sucesivos, con los que trata de solucionar los problemas técnicos. Proponiendo, en uno de ellos, una proyección longitudinal de una nave que tendría capacidad de albergar a un número mayor de fieles. Éste será el proyecto que reinterpretarán Rafael, Peruzzi y Sangalo, y del cual prescindirá Miguel Ángel.

Palacio Caprini. Bramante

También conocido como Casa de Rafael, artista que le ocupó en 1510. Posteriormente será destruido.

Basándose en los conocimientos científicos que tenía de la antigüedad, Bramante establece una nueva tipología de residencia urbana que va a desplazar al modelo florentino del Quattrocento.

El palacio se dispondrá en dos pisos, que no van a ser separados por cornisas, como en Florencia, sino por un tratamiento de distintas calidades. El piso bajo presenta un fuerte almohadillado a la rústica, mientras que el superior se articula mediante pilastras, el piso inferior, destinado a servicios de tiendas, queda perfectamente diferenciado de la planta noble. Este modelo se exportará a toda Italia y, en Venecia, incluirá la variante de dos pisos nobles, debido a la escasez de suelo urbano.

Bramante. Templete de San Pietro in Montorio.

Bramante. Sección del templete de San Pietro in Montorio.

Bramante. Dibujo del patio porticado palacio de la Cancellaria.

Bramante. Sección del patio porticado del palacio de la Cancellaria.

Bibliografía

  • BENÉVOLO, L.: Historia de la arquitectura del Renacimiento. Madrid, 1973.

  • BRUSCHI, A.: Bramante. Madrid, 1987.

  • MURRAY, P.: Arquitectura del Renacimiento. Madrid, 1972.

Autor

  • Esther Alegre Carvajal