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DeportesBiografía

Bekele, Kenenisa (1982-VVVV).

Atleta etíope, especialista en carreras de fondo, nacido el 13 de junio de 1982 en Arsi (Bekoji). Su espectacular trayectoria deportiva, que le ha hecho conseguir varios récords del mundo, dos medallas olímpicas y un oro en un mundial en poco más de un año, le han convertido en una leyenda del atletismo, a pesar de su juventud, y un digno sucesor del que fuera su héroe, una de las grandes figuras del deporte mundial, su compatriota Haile Gebreselassie. Fue, asimismo, el primer atleta capaz de ser campeón olímpico y mundial en todas las superficies, una gesta incomparable.

El propio Bekele ha asegurado que su pasión por el atletismo le sobrevino cuando vio correr a Gebreselassie en la televisión en los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, y se puso como objetivo ser tan grande como él. Así, cuando contaba catorce años, comenzó la carrera deportiva del tercero de seis hermanos de una modesta familia dedicada a la agricultura. Su pueblo está situado en un área poco extensa que, sin embargo, es la que más campeones ha dado a Etiopía. De hecho, a tan sólo diez kilómetros de su casa está el hogar natal de Gebreselassie.

No obstante, Bekele fue un corredor de preparación algo tardía, pues no se dedicó de lleno al atletismo hasta los diecisiete años, en parte por tener que vencer la negativa de sus padres, que querían que se dedicara a un oficio "más provechoso". A pesar de ello, sus magníficas condiciones físicas y el terreno donde comenzó a entrenarse, una altiplanicie muy propicia para la preparación de las carreras de fondo, hicieron que pudiera adquirir en poco tiempo unas características atléticas inmejorables para afrontar las pruebas de cross y las de 5.000 y 10.000 m en pista. Así, pronto llegaron los primeros triunfos, pues con diecinueve años consiguió proclamarse nada menos que campeón mundial júnior de cross, y subcampeón de la prueba corta de la misma especialidad sénior, todo ello en menos de veinticuatro horas.

A pesar de estos prometedores comienzos, nadie podía imaginar la meteórica ascensión del atleta etíope a la elite mundial, ni la increíble hazaña de hacer un triple doblete en los campeonatos mundiales de cross, ganando las pruebas cortas y largas de esta especialidad en 2002, 2003 y 2004. Todo ello gracias a una capacidad de recuperación ciertamente asombrosa, ya que es capaz de correr dos pruebas seguidas con muy pocas horas de diferencia y ganar ambas.

Su paso del cross a las pruebas en pista no se hizo esperar, y tras un corto período de transición afrontó de la mejor manera posible los mundiales de 2003, celebrados en París. Terminó éstos como campeón de los 10.000, superando al "maestro" Gebreselassie; y medalla de bronce de los 5.000, en abierta lucha con el otro "monstruo" del fondo actual, el marroquí Hicham El-Guerruj, aunque al final fuera el keniano Eliud Kipchoge quien se hiciera con la victoria.

No es de extrañar que el año 2004 comenzara con buenas expectativas, las cuales se vieron confirmadas con una doble hazaña: primero, el 31 de mayo, batió el récord del mundo de los 5.000 durante una reunión anual celebrada en la ciudad holandesa de Hengelo, con un crono de 12m 37'35s (el anterior era de Gebreselassie, con 12m 39'36s); y segundo, tan sólo ocho días después, batió el de los 10.000 metros con un tiempo de 26m 20,31s (el anterior, con más de dos segundos de diferencia, también era de Gebreselassie) en la ciudad checa de Ostrava. Con estos argumentos afrontó la cita olímpica de Atenas, en la que anunció que intentaría lograría los oros de estas dos distancias, con permiso de su "maestro" (doble campeón olímpico). De lograrlo, hubiera sido un doblete histórico que nadie había conseguido desde que otro etíope, Mirus Yifter, lo hiciera en Moscú 80.

La prueba del 10.000, celebrada el 20 de agosto, resultó ser un espectáculo prodigioso. Supuso un verdadero "traspaso" de poder entre el que fuera rey, el gran ídolo de Bekele, el gran Gebreselassie, aquel por el que había iniciado su carrera en el atletismo, y que ahora cedía el cetro nada menos que en su prueba, en los 10.000 olímpicos. "Gebre" hizo una magnífica carrera, y dio toda una lección de dignidad hasta los últimos compases, aguantando con evidentes síntomas de sufrimiento el ataque de su sucesor. Pero Bekele, a pesar de la consideración que mostró con el ya destronado rey, impuso una realidad aplastante en forma de espectacular última vuelta. Realmente parecía que estaba disputando los 400, a tenor de la velocidad con la que atacó al resto de rivales. El público, enfervorizado, aclamó al nuevo rey del fondo en pista, y el propio Gebreselassie ofició como maestro de ceremonias.

Bekele había, así, cumplido parte de su desafío. Sin embargo, en la prueba de 5.000, celebrada el día 28, se vio impotente ante la verdadera lección que dio un grandísimo El-Guerruj, que firmó el mejor doblete de su carrera y escribió una página histórica en los Juegos, al repetir la hazaña lograda por Paavo Nurmi en 1924: ganar los 1.500 y los 5.000.

Bekele no consiguió, pues, el ansiado doblete, pero los dos récords del mundo (más otro conseguido en pista cubierta) y sus medallas de oro y plata firmaron un año impresionante y supusieron su ingreso en el selecto club de los mejores fondistas de toda la historia, con tan sólo veintidós años. Su juventud y sus excepcionales dotes auguran un espléndido futuro profesional.

Una nota trágica se interpuso, sin embargo, en su carrera profesional: su novia, Alem Techale, de 18 años de edad, falleció en enero de 2005 por una crisis cardíaca cuando ambos se encontraban entrenando en las altiplanicies de Etiopía. A pesar de ello, Bekele tuvo serenidad para sobreponerse y ganar, dos meses y medio más tarde, el 19 y el 20 de marzo de 2005, el Campeonato del Mundo de Cross en ambas modalidades, cross corto (4 km) y largo (12 km), celebrados en Saint Etienne (Francia). Logró en estas pruebas sendos tiempos de 11m33s y 35m6s. Ya en agosto de ese mismo año consiguió con autoridad la medalla de oro en los Campeonatos Mundiales celebrados en Helsinki, y el 27 de ese mismo mes se superó a sí mismo batiendo su propio récord de los 10.000 en una reunión de la Golden League celebrada en el estadio Baulduino de Bruselas, donde consiguió parar el crono en 26m y 17,53s.

A todas las conquistas anteriores, Bekele sumó otra que le hizo afianzarse aún más como una de las mayores leyendas del atletismo de los últimos tiempos: ser campeón de los 3.000 m en pista cubierta, en la prueba celebrada en Moscú en marzo de 2006. Con esta victoria, se convirtió en el primer atleta que conseguía ser campeón del mundo y olímpico en todas las superficies (cross largo y corto, 10.000 al aire libre y 3.000 en pista cubierta), una gesta en la que el etíope confesó que se había divertido: "tras ganar en cross y al aire libre esto es como un pasatiempo". En cualquier caso, semejante noticia eclipsó su quinto título consecutivo de campeón del mundo de cross corto y largo en abril de 2006, un suma y sigue en su impresionante palmarés que, sin embargo, sería el último en esta especialidad por dos razones: la primera, la prueba corta desaparecería desde ese momento del calendario; y la segunda, porque Bekele anunció su retirada del cross, para "dejar paso a mis jóvenes compatriotas". Todo un gesto para un atleta que contaba con veintitrés años en ese momento.

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  • 0410 FDS