Bazin, Hervé (1911-1996).
Poeta y narrador francés, nacido en Angers en 1911 y fallecido en Gennes en 1996. Su verdadero nombre era el de Jean-Pierre Hervé-Bazin, pero el autor lo acortó para firmar sus obras como Hervé Bazin, tal vez en recuerdo de su tío, el célebre novelista católico René Bazin (1853-1932).
Nacido en el seno de una familia tradicionalista y conservadora, en la que primaba el peso de la doctrina cristiana, creció en un entorno severo y autoritario que fue el objeto de sus primeras rebeliones. Al tiempo que se oponía a la férrea disciplina familiar, Hervé Bazin comenzó a cultivar una vocación literaria que no había de arrojar sus primeros escritos hasta la plena madurez del autor.
En efecto, irrumpió en el panorama cultural francés con un libro de versos, Jour (1947), que, publicado cuando Bazin ya había rebasado los treinta y cinco años de edad, le presentó como un poeta tardío, aunque ya plenamente maduro para abordar cualquier otro empeño literario de mayor calado. Así, tras recibir el prestigioso premio Apollinaire por esta opera prima, Hervé Bazin se pasó al terreno de la narrativa y dio a la imprenta, un año después, una novela autobiográfica titulada Vipère au poing (1948), a la que pronto siguió otra entrega novelesca encuadrable en el mismo subgénero autobiográfico, La mort du petit cheval (1950).
En ambas obras quedaba patente ese constante ejercicio de rebeldía que protagonizó la infancia y adolescencia del joven Bazin: primero, en el largo enfrentamiento sostenido contra el egoísmo y la intolerancia de su propia madre, empecinada en imponerle a toda costa sus valores religiosos y morales (así, en Vipère au poing); y luego, en la necesidad de huir de aquel asfixiante entorno familiar para empezar a construir su propia vida (huida que constituye el eje temático de La mort du petit cheval).
Entre una y otra obra, Hervé Bazin había publicado otra entrega narrativa titulada La tête contre les murs (1949), obra en la que, sin hacer referencias explícitas a su propia experiencia biográfica, volvía a abordar el conflictivo asunto de las familias excesivamente autoritarias. Para ello, el escritor de Angers se centró en el protagonismo de un delincuente desequilibrado cuyos desajustes emocionales tuvieron su origen en la rigurosa educación moral impuesta por su familia.
Agotado este tema, en la década de los años cincuenta Hervé Bazin siguió publicando interesantes narraciones en las que los conflictos sociales y psicológicos de sus personajes no aparecen tan ligados a las propias vivencias del autor, lo que permite un análisis más distanciado y objetivo. Entre estas novelas posteriores, cabe destacar las tituladas Lève-toi et marche (1952), Así en L'huile sur le feu (1952), Qui j'ose aimer (1956) y Miracle privé (1956), obras a las que siguieron, durante el decenio siguiente, Au nom du fils (1960), Chapeau bas (1963) y Le matrimoine (1967).
Ya por aquel entonces Hervé Bazin estaba considerado como uno de los grandes narradores franceses de la segunda mitad del siglo XX, honor que se le reconoció con su nombramiento como miembro de número de la Academia Goncourt (1958), institución cuya presidencia llegó a ocupar al cabo de unos años. Pero este reconocimiento no le apartó de su plena dedicación a la creación novelesca, que siguió arrojando frutos tan fecundos como Le cri de la chouette (1972), Un feu dévore un autre feu (1978) y L'Église verte (1981).
