Sabur, Rey de la taifa de Badajoz (ca. 960-1022).
Rey de la taifa de Badajoz nacido hacia 960 y muerto el 8 de abril de 1022. Fue el primero en proclamarse independiente en el territorio de Badajoz a finales del periodo califal y mantuvo su dominio hasta su muerte.
Sabur perteneció a la clase de los saqaliba, esclavos de origen europeo que durante el califato omeya ejercieron importantes puestos en la corte, y durante su juventud fue paje de Faiq, un influyente oficial del califa al-Hakam II. En 976, tras la caída de al-Hakam II y la entronización de Hisham II, Sabur se unió al partido amirí, cuya cabeza visible era Almanzor y hacia 981 recibió de él el mando de la Marca del Guadiana y las comarcas occidentales desde la fortaleza de Badajoz. En los años siguientes el poder de Sabur fue creciendo como resultado del importante papel que jugó la marca del Guadiana como punto de apoyo y aprovisionamiento militar en gran número de campañas emprendidas por Almanzor contra los cristianos entre 977 y 1002.
Aunque se desconoce la fecha exacta en la que Sabur se declaró independiente del poder central, podemos afirmar que hacia 1009 -año en el que fue asesinado el califa Abd al-Rahman Sanchuelo- Sabur tenía ya pleno control sobre las tierras del Guadiana y hasta el Atlántico, titulándose hayib, como casi todos los iniciadores de los reinos de taifas. El cronista Ibn Hayyan, sin precisar la fecha, narra como Sabur, ayudado de Abdallah ibn Muhammad, Ibn Maslam ibn al-Aftas se rebeló y poseyó Badajoz y las tierras occidentales. Según Ibn al-Jatib, durante todo su reinado y hasta su muerte, Sabur confió todos los asuntos del gobierno de sus tierras a Ibn al-Aftas, que le sucedió a su muerte.
Sabur tuvo dos hijos, Abd al-malik y Abd al-Aziz, que a su muerte eran menores de edad, por lo que se ocupó de la regencia Ibn al-Aftas, que desde el cargo de regente se hizo con el poder nominal e instauró la dinastía aftásida en el reino de Badajoz.
Las crónicas retratan a Sabur como un valiente soldado con escasas dotes mentales, motivo por el cual delegaría su poder en su futuro sucesor. Su epitafio sepulcral se encuentra conservado en el museo arqueológico de Badajoz.
Bibliografía
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JMMT