Paisley, Ian Richard Kyle (1926-VVVV).
Sacerdote y político británico, nacido en Irlanda del Norte el 6 de abril de 1926. A lo largo de su carrera política se ha caracterizado por una radical defensa de los intereses unionistas protestantes, contrarios a la independencia de Irlanda del Norte respecto a Gran Bretaña. Intransigente en sus planteamientos, fue presidente del Partido Unionista Democrático del Ulster a partir de 1998 y fundador de la organización paramilitar Ulster Defense Association.
Su enemistad con los sectores nacionalistas católicos, que junto con los protestantes forman el núcleo de población residente en Irlanda del Norte, se fue fraguando desde su más tierna infancia. Nació en el seno de una de tantas familias cuyos antepasados habían emigrado a la isla a lo largo del siglo XVII. Paisley recibió una formación académica y profesional fiel a las doctrinas protestantes y al ámbito británico. Estudió Teología durante tres años en el Reformed Presbyterian Theological College, situado en la localidad de Belfast, y se ordenó sacerdote en 1946. Su carrera se centró en un principio en el ámbito eclesiástico, dentro del cual fundó la Iglesia Presbiteriana Libre del Ulster, de la que él mismo se nombró moderador en 1951. Posteriormente, dada la trascendencia social que adquirió su personalidad debido al aumento de apariciones públicas, se introdujo en el ya de por sí complicado espectro político de Irlanda del Norte.
Su controvertida personalidad y su actitud provocadora le han proporcionado una carrera política llena de incidentes. En la década de los años setenta, concretamente en 1970, consiguió por primera vez un escaño como diputado en el parlamento de Stromont, en el Ulster, por la circunscripción de Bannside, perteneciente al condado de North Antrim. Fue expulsado inminentemente por desacato a las órdenes del Presidente del Parlamento. Desde ese instante dirigió sus pasos a la consecución de un escaño como diputado en la Cámara de los Comunes británica, como representante del Partido Democrático Unionista, del que también fue expulsado en 1981. Dos años antes, en 1979, había conseguido un escaño para el Parlamento Europeo.
La historia de Irlanda del Norte se ha caracterizado por su gran inestabilidad política a lo largo del siglo XX. Desde mediados de siglo, las reivindicaciones de los nacionalistas católicos, inicialmente protagonizadas por los más extremistas de esta comunidad, se transformaron en campañas pacíficas y multitudinarias en pos de conseguir la igualdad de derechos políticos, sociales y económicos, que pusieran fin a la discriminación de la población católica. Los años setenta fueron testigo de cómo la lucha mantenida de forma pacífica no había obtenido los resultados esperados, por lo que hubo un recrudecimiento de la situación y un aumento del recurso de la violencia, defendida por el Irish Republicam Army, IRA. Algunas de las acciones terroristas llevadas a cabo por esta organización obtuvieron repuesta de ciertos sectores unionistas que decidieron utilizar el mismo lenguaje. Así fue como Ian Paisley creó una organización paramilitar, Ulster Defense Association, en 1981. La aparición de estas organizaciones no respondía exclusivamente a la necesidad de defensa frente a las acciones terroristas nacionalistas, sino más bien a una misma concepción de la realidad que les hacía convencerse de la necesidad de la violencia como arma de poder útil para mantener su dominio político.
Esta circunstancia, junto a otras medidas y actuaciones escandalosas, hicieron de Paisley el dirigente político más extremista y radical dentro del ámbito político del Ulster. Su trayectoria no dejó lugar a dudas o ambigüedades. En 1969 fue condenado por el Tribunal de Armagh a tres meses y medio de prisión y dos años de libertad vigilada por su participación principal en los disturbios que se produjeron, en ese mismo año, en Irlanda del Norte. Posteriormente, en 1977, fue nuevamente arrestado como uno de los autores del levantamiento de barricadas durante los incidentes de Ballymena, en North Antrim. Y, por último, en 1981, con la decidida misión de hacer ingobernable el territorio del Ulster, convocó numerosos paros y huelgas, así como numerosos disturbios incontrolables.
Ian Paisley continuó defendiendo cualquier recurso con tal de evitar la más mínima desvinculación de Irlanda del Norte con respecto a Gran Bretaña, posición que en la década de los noventa se enfrentaba con una inmensa mayoría, existente en ambas comunidades, que preconizaban la necesidad imperiosa de establecer cualquier vía pacífica para resolver el problema del Ulster y evitar que la historia de este territorio siguiera escribiéndose con la sangre de innumerables muertos.
Paisley, como líder de una de las formaciones políticas de Irlanda del Norte, fue invitado a sumarse a las conversaciones con el gobierno británico de John Major para negociar la paz en Ulster. La primera reunión a la que asistió Paisley junto a otros líderes unionistas se celebró en Londres, el 11 de febrero de 1992. Desde el principio se observó que las dificultades para llegar a cualquier tipo de acuerdo serían múltiples, pues las divergencias no sólo se encontraban en el antagonismo político de las dos comunidades, sino dentro de los propios sectores unionistas. Paisley y su formación eran los que menos margen estaban dispuesto a conceder.
Las negociaciones se estancaron enseguida debido a su intransigencia y a sus discursos reaccionarios, contrarios a aceptar dos artículos de la constitución irlandesa que contemplaban reivindicaciones de soberanía. En realidad, el rechazo al proceso pacificador era total, por cuanto tanto el gobierno irlandés como el británico habían aceptado como base del proyecto de paz la concesión de un notabilísimo margen de autonomía política para el Ulster, que dispondría de Parlamento, aun manteniendo una teórica dependencia del Reino Unido. Por esta razón, a pesar de haber sido excluidos los dos artículos antes mencionados, Paisley abandonó igualmente las negociaciones. Poco más tarde, durante el mes de septiembre de 1992, volvió a reunirse con John Major, al que presentó un documento básico para reanudar las negociaciones con la condición sine qua non de que el gobierno británico suspendiera las conversaciones con el Sinn Féin, rama política del IRA, comprometido en la búsqueda de una solución pacífica para el Ulster. El requisito no fue aceptado, entre otros motivos porque las conversaciones se encontraban bastante avanzadas. El 13 de diciembre de ese mismo año culminó la Declaración de Downing Street, pre-acuerdo de pacificación. La reacción del reverendo Paisley no se hizo esperar. Sin ningún pudor acusó al gobierno británico de negociar con los asesinos del IRA, traicionando los propios intereses de los irlandeses.
En 1994, Paisley se entrevistó de nuevo con el Primer Ministro británico, sin que tampoco se alcanzara el más mínimo acuerdo. Paisley mantenía la misma postura radical de que había hecho gala a lo largo de toda su carrera política. Expulsado del Parlamento durante una semana por lanzar insultos y descalificaciones contra diferentes miembros del parlamento británico, también tuvo que ser desalojado de la vivienda del primer ministro británico, en Downing Street, al poner en tela de juicio la palabra de John Major sobre la limpieza del proceso negociador y del pre-acuerdo de paz. A partir de 1995, año en el que se dio a conocer el documento marco para la paz de Irlanda, que fue firmado por los gobiernos británico e irlandés como producto del entendimiento alcanzado con el Sinn Féin y otras fuerzas políticas durante el proceso negociador, Ian Paisley dedicó todos sus esfuerzos en dificultar, bloquear y paralizar la puesta en marcha del proyecto. A nivel internacional, principalmente en los Estados Unidos de América donde existe un importante sector de población de origen irlandés, Ian Paisley despierta sentimientos de desaprobación; de hecho, desde 1982 ha sido declarado persona non grata, y tiene prohibida la entrada, bajo ningún concepto, en el país. Pero esta circunstancia tampoco propició un cambio de actitud.
Para algunos, Paisley representa la defensa férrea de los intereses unionistas, conjugados con una sincera fidelidad hacia Gran Bretaña. Para otros, su posicionamiento político e ideológico sólo es producto de un alto grado de intransigencia e irresponsabilidad política, que puede acabar imponiéndose sobre los deseos de la mayoría.
El 8 de mayo de 2007, unionistas y republicanos formaron un Gobierno de unidad en Irlanda del Norte, que puso fin al conflicto histórico de cuatro décadas que sufrió Irlanda del Norte. Ian Paisley fue nombrado ministro principal de un Gobierno compartido entre católicos y protestantes, cuyo viceprimer ministro fue el número dos del Sinn Fein, el brazo político de IRA, Martín McGuinness. El 31 de mayo de 2008 fue sustituido por Peter Robinson, al mando del partido unionista de Irlanda del Norte.