O’Farrill y Herrera, Gonzalo (1754-1831). El destacado militar y político español que vivió entre dos mundos
Gonzalo O’Farrill y Herrera, nacido en La Habana el 22 de enero de 1754 y fallecido en París el 19 de julio de 1831, fue una figura esencial en la historia de España y Cuba durante los convulsos momentos que marcaron el tránsito hacia el siglo XIX. Hijo de Juan José O’Farrill y de Luisa Herrera, de ascendencia irlandesa, Gonzalo O’Farrill vivió una carrera llena de altibajos políticos y militares, sirviendo a las coronas española y francesa en una época de enormes transformaciones en Europa y América. Su vida estuvo marcada por la lealtad a sus reyes, pero también por una constante lucha con la incertidumbre política y los cambios que traían consigo los nuevos tiempos.
Orígenes y contexto histórico
Gonzalo O’Farrill y Herrera creció en un ambiente marcado por la influencia de su familia, originaria de Irlanda, y por la cultura cubana en la que nació. Estudió en la prestigiosa Escuela de Sorèze en Francia, así como en la Escuela Militar de Ávila, en España. Su educación lo preparó para ingresar en el mundo militar, un campo en el que se destacó notablemente.
En sus primeros años como joven voluntario, se unió al ejército francés, pero rápidamente se alineó con el ejército español durante la guerra de América. Esta decisión le permitió servir en diferentes frentes, destacándose en los presidios de África y en Navarra, así como en los Pirineos orientales durante la guerra contra la Convención.
La carrera de O’Farrill en las fuerzas armadas le llevó a recibir el reconocimiento de sus superiores, siendo nombrado en 1798 Inspector General de Infantería. En 1799, su carrera dio un giro importante cuando fue enviado a Rochefort, Francia, con una misión reservada. Durante este tiempo, O’Farrill tuvo la oportunidad de viajar por varios países europeos, incluyendo Alemania, Suiza, Italia, Holanda e Inglaterra, ampliando su perspectiva sobre los eventos que ocurrían en el continente europeo.
Logros y contribuciones
A lo largo de su carrera, O’Farrill se mostró como un líder militar competente y un político influyente. En 1805 fue nombrado Ministro en Berlín, pero su relación con el emperador Napoleón fue problemática, ya que este último lo descalificó por considerarlo de origen irlandés. Sin embargo, su carrera no se detuvo allí. En 1806, O’Farrill asumió la defensa de Etruria, en Italia, al mando de una división española. Fue también el autor del Reglamento de las Milicias, un documento clave para la organización de las fuerzas en tiempos de guerra.
La Revolución española, que llevó al derrocamiento de Carlos IV y la invasión napoleónica, marcó otro punto crucial en la vida de O’Farrill. En marzo de 1808, el rey Fernando VII lo nombró Director General de Artillería, y más tarde, en abril de ese mismo año, fue designado Ministro de la Guerra. Sin embargo, la situación política se complicó rápidamente con la marcha del rey, lo que obligó a O’Farrill a formar parte de la Junta de Gobierno, que fue establecida por Fernando VII para enfrentar la invasión napoleónica.
Su papel en estos momentos críticos fue significativo. Ante el caos del 2 de mayo en Madrid, O’Farrill recorrió las calles de la ciudad junto con Azanza, un compañero de confianza, para calmar los ánimos. En ese mismo contexto, O’Farrill firmó varias cartas en defensa de la situación del país, un esfuerzo por estabilizar la situación política del momento.
Momentos clave
Durante los eventos que se sucedieron a la invasión de Napoleón y la abdicación de Carlos IV en 1808, la figura de O’Farrill estuvo en el centro del debate político y militar. Fue uno de los firmantes de las cartas enviadas por la Junta de Gobierno al rey, buscando justificar su postura frente a los desafíos políticos que surgieron con la invasión. Estas cartas fueron publicadas en la Memoria justificativa, que posteriormente se convirtió en un documento clave en la historia de España.
Sin embargo, la postura de O’Farrill frente a la abdicación de Carlos IV generó polémica. Su crítica a las decisiones tomadas por el rey le valió la desconfianza de algunos líderes políticos, entre ellos Murat, quien consideró a O’Farrill como un agente británico, una acusación que estuvo cerca de llevarlo a juicio. Solo la intervención de Moncey evitó que fuera procesado.
La actitud política de O’Farrill durante la guerra y su posterior defensa del Antiguo Régimen se reflejaron en su publicación de la Memoria sobre los hechos que justifican su conducta desde marzo de 1808 hasta abril de 1814 en 1815, un texto que escribió junto con Azanza. Este documento defendía sus decisiones durante los años de guerra, aunque también revelaba su lealtad al sistema monárquico tradicional, lo que le dificultó entender los cambios radicales que se estaban produciendo en España.
Relevancia actual
La figura de Gonzalo O’Farrill y Herrera puede ser vista hoy en día como un símbolo de la transición entre dos eras: la del Antiguo Régimen y la de los grandes cambios que trajo consigo la Revolución Francesa y la invasión napoleónica. Su defensa del sistema monárquico y su insistencia en la lealtad a los reyes, incluso frente a las dificultades políticas y militares, lo convirtió en una figura clave durante los primeros años del siglo XIX en España.
Su vida también destaca la tensión entre las viejas estructuras de poder y las nuevas ideas que comenzaban a surgir en Europa. A pesar de que su figura estuvo marcada por la controversia, y de que fue considerado un traidor por algunos sectores durante los años de la guerra, su contribución al entendimiento de los eventos de 1808 a 1814 sigue siendo relevante para historiadores y estudiosos de la época.
Su legado está presente en los archivos históricos y en las publicaciones de la época, como la Memoria justificativa de 1815, que sigue siendo un documento importante para comprender los conflictos y las tensiones que marcaron la historia política de España en los primeros años del siglo XIX. Además, la relación de O’Farrill con otras figuras históricas de la época, como Napoleón, Fernando VII, Carlos IV, Murat, Moncey y Azanza, muestra cómo se entrelazaron los destinos de España, Francia y el resto de Europa durante este periodo turbulento.
En resumen, Gonzalo O’Farrill y Herrera es una figura compleja que refleja las tensiones de su época, y cuyo papel como militar y político fue clave en los momentos decisivos de la historia española durante la Guerra de Independencia y los primeros años del reinado de Fernando VII.
MCN Biografías, 2025. "O’Farrill y Herrera, Gonzalo (1754-1831). El destacado militar y político español que vivió entre dos mundos". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/o-farrill-y-herrera-gonzalo [consulta: 20 de junio de 2025].