Naqi’a (ca.700 a.C.).
(Na-ki-‘-a o Ni-iq-a) Última esposa del rey asirio Senaquerib y madre de Assarhaddón, conocida gracias a un bronce, hoy en el Museo del Louvre. Naqi’a, de origen arameo y llamada en asirio Zaqutu, logró alcanzar una gran influencia en la sociedad asiria, así como en el campo religioso. Influyó también en su esposo para que escogiera como heredero de la corona a su hijo, lo que motivaría incluso el asesinato del propio Senaquerib a manos de sus otros hijos tenidos de otras esposas. Asimismo, a la muerte de Assarhaddón, Naqi’a intervino con energía en la proclamación como rey de su nieto Assurbanipal, conjurando a todos los asirios a respetar la fidelidad que se le debía como reina madre.