Nano, Fatos (1952-VVVV).


Político y economista albanés, nacido en Tirana el 16 de septiembre de 1952. Vinculado al Partido comunista albanés, su carrera política comenzó a partir de 1990, cuando ocupó la presidencia del Partido Socialista de Albania, formada por los antiguos comunistas. Alcanzó el cargo de Primer Ministro de Albania en dos ocasiones. La primera de ellas tras la celebración de las primeras elecciones libres pluripartidistas de 1991 -que sólo pudo mantener durante un año debido la inestabilidad política del país- y, posteriormente, en 1997, en un gobierno de reconciliación nacional, del cual dimitió un año después.

Se licenció en Economía por la Universidad de Tirana, y se especializó en economía política. Una vez concluidos sus estudios trabajó, hasta 1978, como economista en la planta metalúrgica de Elbasan. Después de esta experiencia, pasó a formar parte del equipo de investigación económica del Instituto de Estudios del Marxismo-Leninismo de Tirana, donde permaneció hasta 1981. Tras desarrollar distintos puestos de trabajo, en 1984 se incorporó como profesor en la Facultad de Economía de la Universidad de Tirana, donde años atrás había realizado sus estudios, compaginando sus tareas con el desarrollo de distintas investigaciones sobre los problemas económicos y sociales relacionados con las posibles reformas de mercado para la Europa Central y Oriental, en general, y Albania, en particular, a instancias del Instituto de Estudios Económicos, con el que anteriormente ya había colaborado.

Albania sufría por estos años el mismo proceso desintegrador que envolvió al resto de Democracias populares de Europa Central y Oriental y a la Unión Soviética, con la particularidad de que a lo largo de más de cuatro décadas de supremacía comunista, bajo el liderazgo de Enver Hoxha que se mantuvo en el poder desde 1945 hasta su muerte en1985, Albania había constituido la representación más ortodoxa del modelo estalinista, que no fue abandonado ni tras la muerte de Stalin. Albania entregada a esta fidelidad dogmática, había roto relaciones, con Yugoslavia de Tito, con la Unión Soviética en los años sesenta y, una década después, con la China Maoísta, acusándola de desviacionismo teórico. Aislada terminó convirtiéndose en uno de los países más pobres del mundo, que, en el ámbito político, se combinó con el empleo de una represión sin límites. Durante el mandato de Alia Ramiz, sucesor de Hoxha, se habían intentado introducir algunas reformas, sobre todo encaminadas a subsanar el aislamiento internacional, aunque con la firme intención de mantener el monopolio del Partido Comunista. La extrema situación de las condiciones de vida de la población provocaron numerosas revueltas sociales y un éxodo masivo de población hacia los países colindantes, principalmente, Grecia e Italia, que presionaron al gobierno para iniciar un proceso democratización.

En este contexto, Fatos Nano fue nombrado en 1990 secretario general del Consejo de Ministros, al tiempo que, durante varios meses, se encargaba también de la vicepresidencia, una vez destituido Adil Carcani, y se encargó de preparar las elecciones de marzo de 1991, destinadas a llevar a cabo la liberalización del régimen. En dichas elecciones el Partido Socialista albanés, PSA, formado en su mayoría por los antiguos miembros del antiguo Partido Comunista, se alzó con la victoria, lo que le valió ser nombrado presidene por su partido y pasar a ocupar el cargo de primer Ministro. Sin embargo, la inestabilidad social creaba serias dificultades a esta formación política asediada por la férrea oposición del Partido Democrático de Albania, PD, liderado por Sali Berisha, legitimado por el poder tan solo unos meses antes. El impulso político de esta formación provocó la convocatoria de nuevas elecciones en 1992, en las cuales el PD, consiguió un triunfo espectacular, convirtiéndose el PSA en el principal partido de oposición.

La normalización política tampoco fue conseguida durante esta legislatura. Las primeras medidas adoptadas fueron dirigidas contra el partido de Fatos Nano, siendo acusados él, junto a Ramiz Alia y Adil Carcani, de malversación de los fondos estatales durante sus mandatos. El juicio, que realmente se convirtió en un proceso político, condenó a Fatos Nano a doce años de prisión. Allí permaneció desde su encarcelamiento en 1993 hasta 1997, momento en el que logró fugarse, siendo amnistiado poco después por un decreto presidencial.

Ese mismo año, el escándalo volvió a alterar la ya de por sí explosiva situación de Albania. La estafa acometida por cinco bancos no sólo tuvo como consecuencia la ruina absoluta del país, sino que hizo estallar rebeliones sociales que se extendieron por todo el territorio mientras continuaba el éxodo de la población, por lo que se convocaron nuevas elecciones para el mes de julio de 1997. La responsabilidad del escándalo cayó sobre Sali Berisha, cuya formación política apenas consiguió escaños para el nuevo parlamento, mientras que el PSA obtuvo ochenta de los ciento cincuenta y cinco posibles. Fatos Nano volvió a ocupar el cargo de Primer ministro, creándose un gobierno de reconciliación nacional, formado por cinco partidos.Los esfuerzos políticos de Nano se encaminaron hacia una ofensiva diplomática con el objetivo de Europa. Para ello intentó crear una plataforma que garantizase el respeto de los derechos humanos en Albania. Sin embargo, Fatos puso fin a su mandato y a su carrera política presentando su dimisión el 28 de septiembre de 1998, tras ser acusado por la oposición derechista del asesinato del líder estudiantil Azem Hajdari. Su sucesor Pandeli Majko se convirtió de este modo en el primer ministro más joven de la historia de Albania.

Fatos Nano es autor de varios obras sobre todo dedicadas a análisis económicos comparativos, así como de numerosas artículos científicos publicados en Albania y en revistas de reconocido prestigio internacional. Además de la lengua materna, domina casi a la perfección el inglés, el español, el francés, el italiano, el ruso y el serbio.