Nabu-Mukin-Apli, Rey de Babilonia (978-943 a.C.).


(Nabu-kin-aplu o AK-DU-A) Primer rey de la octava dinastía de Babilonia (dinastía «E»). A pesar de los esfuerzos realizados por Nabu-Mukin-Apli, el Imperio Babilónico no pudo recuperarse de la decadencia e inestabilidad política que venía arrastrando desde mucho tiempo atrás. Incluso, según indica una crónica religiosa, durante once años no se pudieron celebrar las fiestas del Año Nuevo (Akitu), de gran significado religioso y político, lo que indica el grado de postración al que había llegado el país, atacado sistemáticamente por arameos y suteos. Un kudurru, en el que se recoge el nombre de Ninurta-Kudurri-Usur I y el de los propios hijos de Nabu-Mukin-Apli, relativo a los asuntos del clan de Abi-Rattash, de la ciudad de Sha-Mamitu, contiene una serie de topónimos sobre cuyos enclaves muy probablemente gobernaría Nabu-Mukin-Apli, al igual que sobre Isin, en donde existía un gobernador suyo. En cualquier caso, la propia Babilonia estaba amenazada muy directamente por los seminómadas arameos, que impidieron al rey acercarse en once ocasiones a Babilonia —él residía al sur de esta ciudad— para celebrar las fiestas religiosas. Entre la documentación conservada, además de las referencias que sobre Nabu-Mukin-Apli existen en la Lista real, en la Nueva crónica babilónica y en la Crónica religiosa, que narra los portentos ocurridos durante su reinado, debe destacarse como material coetáneo una serie de flechas de bronce de Luristán con breves inscripciones de Nabu-Mukin-Apli, así como el kudurru antes mencionado. A su muerte le sucedió su hijo Ninurta-Kudurri-Usur II.