Minnelli, Vincente (1910-1986).
Director y guionista de cine estadounidense, nacido en Chicago (Illinois; Estados Unidos), el 28 de febrero de 1913, y muerto en Los Angeles (California; Estados Unidos), en 1986.
Vida
Era miembro de una familia de cómicos ambulantes que recorrían Norteamérica actuando donde se presentaba la ocasión. A los tres años ya subió a un escenario y prácticamente toda su vida se desarrolló en ese ambiente. A lo largo de los años treinta trabajó en el Radio City Music Hall diseñando decorados y vestuario, actividad que continuaría en diversos espectáculos de Broadway como At home abroad y The show is on, entre otros. Hombre de gusto refinado y con sólidos conocimientos de arte, sus escenografías influyeron mucho en el avance estético de la puesta en escena del mundo teatral de Nueva York de aquellos años. Por ello, no es de extrañar que cuando Arthur Freed pensó en montar musicales para la Metro Goldwyn Mayer, se llevara a Minnelli como uno de sus colaboradores principales.
Minnelli, antes de trabajar para la MGM, lo había hecho para la Paramount, pero la relación se saldó con una fuerte frustración para el director escénico, pues los puntos de vista de la productora diferían sustancialmente de los suyos. En cambio, en la MGM, con el apoyo de Freed, Minnelli sí pudo llevar a efecto todas las ideas e innovaciones que tenía sobre los musicales. Destacaba por su habilidad para integrar los números orquestales en la trama, de una forma coherente y no como simples incrustaciones en el argumento. Es así como debuta con Cabin in the sky (1943), un musical protagonizado por actores negros.
Su primer film importante es Cita en San Luis (1944); en ella, las canciones fluyen, de una forma lógica y natural, de los comportamientos de los personajes. La obra fue protagonizada por Judy Garland, con la que se casó y con la que tuvo a su hija Liza, que también llegaría a ser alguien importante en el mundo del cine.
En 1948 realiza una de las obras en la que más se deja entrever su personalidad y su forma de entender el cine: se trata de El pirata, una película que organiza como una parodia de los filmes de capa y espada, de una forma trepidante y alegre. Cuenta en ella con un actor y bailarín con el que desarrollará una colaboración importante a lo largo, sobre todo, de los primeros años de su carrera, Gene Kelly. Un hombre con una concepción moderna del baile, lejos de la fragilidad de los ballets blancos clásicos, con una idea más «fornida y gimnástica” del baile, pero que sirve para acoplarse sin problemas al ritmo del montaje en el cine, y que además rompió moldes en las estructuras del ballet. Su influencia, más o menos indirecta, se encuentra en muchos coreógrafos de la actualidad.
Minnelli aprovechaba sus películas y sus concepciones escenográficas para explorar diversos aspectos de los comportamientos sociales y de los movimientos estéticos, especialmente de vanguardia. Así, por ejemplo, en Yolanda and the thief (1945), hace incursiones en el mundo del inconsciente, mientras que con Un americano en París (1951) refleja todo el ambiente pictórico del arte moderno en la misma época del rodaje. Aquí también volvió a contar con Kelly como protagonista.
Con el paso del tiempo, Minnelli va a ir cambiando, por lo menos hasta cierto punto, su estilo cinematográfico de casi exclusivamente musical hasta el melodrama y la comedia, lo cual no es extraño si se tiene en cuenta que, en un principio, la palabra melodrama significaba “drama con música”. Será en este terreno donde la parte más oscura y triste del director salga a flote de una manera más rotunda.
Sus melodramas exploran facetas inquietantes y ocultas de la personalidad humana, no muy lejos de las teorías psicoanalíticas que tradicionalmente han sido muy del agrado de Hollywood. Cautivos del mal (1952) inaugura la nueva perspectiva del cine de Minnelli. Es un tema que más tarde repetirá, el del cine dentro del cine. Un estudio de las personalidades y comportamientos, que presenta una cara brillante, sugestiva y cuyo trasfondo, en muchas ocasiones, es malvado, y donde el egoísmo personal, a costa de lo que sea, prima por encima de todas las cosas.
Uno de los títulos más llamativos de Vincente Minnelli es El loco del pelo rojo (1956), una película biográfica sobre el pintor holandés Vincent Van Gogh. La progresiva locura y obsesiones del artista, sus relaciones con Gauguin y su mundo de colores violentos, brillantes, obsesivos, fueron recogidos en la cinta de una manera efectista y a la vez determinante, que llegó a los espectadores con habilidad. Esta vez Kirk Douglas se encargó de dar vida al pintor, estableciendo una colaboración que continuaría más veces entre el director y el actor de origen ruso.
Otra película de Minnelli que obtuvo gran repercusión en su momento, aunque el tiempo si ha dejado sentir más sus efectos en ella, es Brigadoon (1954), una película sobre un pueblo desaparecido que, periódicamente, vuelve a aparecer por tiempo limitado. En su momento fue calificado como un cuento delicioso, aunque hoy es considerada simplemente como una obra interesante, aunque con altibajos. La protagonista fue Cyd Charisse, actriz y bailarina de gran belleza, posiblemente la mujer que mejor ha bailado para el cine en todos los tiempos.
Con él llegó el escándalo (1959) es un melodrama en el más puro estilo, cuajado de valores narrativos y cinematográficos, que obtuvo un gran éxito comercial. Robert Mitchum, su protagonista principal, interpreta a un hombre duro y rico que gobierna su familia casi con despotismo. El actor realizó una de sus mejores actuaciones de la mano del director, al cual le ha gustado siempre trabajar con actores de fuerte personalidad, con auténticos mitos.
Nuevamente volvió al tema del cine dentro del cine en Dos semanas en otra ciudad (1962), en la que muestra el rodaje de una película en Roma por parte de un famoso director, encarnado por Edward G. Robinson, que tiene que ser sustituido por un actor en decadencia, papel que volvió a ser para Kirk Douglas. Rodada con cierto sentido del humor, no por ello dejaba de reincidir en el mundo de envidias, traiciones y malicia que rodean al cine. Minnelli podía ser simpático y amable, pero no por ello dejaba de ser un observador agudo de un mundo que conocía a la perfección, y del que era consciente de sus mezquindades.
Con los sesenta se inicia su decadencia, y sólo cabe mencionar Castillos en la arena (1965), como su último trabajo de relativa importancia. Su último trabajo fue Nina (1976).
En la obra de Minnelli se pueden encontrar coincidencias temáticas. La más frecuentemente señalada es la persecución de un sueño imposible. Es una constante que, sin importar la situación en el tiempo, siempre aparece: el pueblo olvidado de Brigadoon; los anhelos amorosos y artísticos de Un americano en París; el mundo de la prostitución elegante y refinada en Gigí (1958), que le valió el primer Oscar a Cecil Beaton por su dirección artística; la obsesión personal y pictórica de El loco del pelo rojo; etc. Casi todos los protagonistas de Minnelli tratan de alcanzar un ideal. Mayoritariamente lo consiguen, pero queda siempre en el espectador, esbozada, la sensación de que Minnelli no cree realmente que en la vida eso pueda ocurrir.
Por lo que respecta a sus melodramas, una gran cantidad de ellos explotan corrientes ocultas. Se sitúan en familias de clase media, de ciudades relativamente pequeñas, lo que contribuye a hacer más obsesiva la situación en la que se desarrolla la trama argumental. No es casualidad que Minnelli se sintiese atraído, como ejemplo de lo expuesto, por un tema como el de Madame Bovary (1949): Flaubert servía en bandeja el argumento de los amores adúlteros de una mujer, ahogada por el ambiente en que vive, que busca, desesperada y hasta inconscientemente, una válvula de escape.
En función de este tema, se puede seguir otra línea en el cine de este director: la preocupación por la ilusión y la realidad. En muchos de sus filmes se hace difícil distinguir si las cosas son reales o falsas. Esto se acentúa mucho más cuando el ambiente en que se sitúa la acción es el de los artistas y sus creaciones. En El pirata, Judy Garland dice: “Sé que hay mundo de sueños y un mundo real, y que no debo confundirlos”. En Vuelve a mi lado (1970), el personaje de Barbra Streisand recuerda una existencia anterior bajo la influencia de la hipnosis. Nunca se nos revelará si sus recuerdos son reales o producto de una imaginación desbocada.
Un tercer aspecto en el cine de Minnelli es el del sexo. En su cine parece ser algo muy claro el hecho de que el papel del hombre y la mujer más que personal es social. Esto queda expresado en ocasiones de forma paródica, tanto desde el punto de vista masculino como femenino. El hombre de Minnelli se ve casi siempre obligado a elegir entre dos mujeres contrapuestas: virgen o prostituta; inteligente o ingenua; rica o pobre.
Sobre su concepción del cine, Minnelli ha dejado escrito en su memorias que su principal preocupación es el buen gusto. Se inspira en pintores para la puesta en escena de muchos de sus filmes, como puedan ser Thomas Eakins, realista norteamericano, para Cita en San Luis, o en multitud de impresionistas franceses.
Hay críticos a quienes la filmografía de Minnelli no gusta, pues consideran que su estilo “chic” esconde un temperamento histérico y angustiado, es decir, una serie de deseos y esfuerzos que terminan por frustrarse y que le llevan a delirantes movimientos de cámara y a un cierto barroquismo, que pudiera esconder fatuidad y hasta vaciedad.
Filmografía
1942: Cabin in the sky.1943: I dood it.1944: Cita en San Luis.1945: The clock; Yolanda and the thief.1946: Ziegfeld follies (21 episodios); Undercurrent.1948: El pirata.1949: Madame Bovary.1950: El padre de la novia.1951: Un americano en París; El padre es abuelo.1952: Cautivos del mal.1953: Melodías de Broadway, 1955; Mademoiselle (episodio de Tres amores).1954: The long, long trailer; Brigadoon.1955: The cobweb; Kismet.1956: El loco de pelo rojo;Té y simpatía.1957: Mi desconfiada esposa.1958: Gigi; Mamá nos complica la vida; Como un torrente.1960: Con él llegó el escándalo; The bells are ringin.1962: Los cuatro jinetes del apocalipsis; Dos semanas en otra ciudad.1963: El noviazgo del padre de Eddie.1964: Adiós, Charlie.1965: Castillos en la arena.1970: Vuelve a mi lado.1977: Nina.
Otros trabajos
1941: Babes on Broadway (dirige los números de Judy Garland).1942: Panama Hattie (supervisor de números musicales).1947: Till the clouds roll by (dirigió los números de Judy Garland).1952: Lovely to look at (dirigió el desfile de modas).1957: The seventh sin (finalizó el rodaje).
Bibliografía
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BRION, P. y otros. Vincent Minnelli. (París; Lausanne Hatier, 1985).
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CAMPARI, R. Vincent Minnelli. (Florencia; La Nuova Italia, 1976).
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MINNELLI, Vincente. Recuerdo muy bien. (Madrid; Libertarias, 1991).arcía