Eugenio Mascareñas y Hernández (1853-1934): Un pionero de la química inorgánica en España

Eugenio Mascareñas y Hernández (1853-1934) fue un destacado químico español, cuya influencia en la enseñanza y divulgación de la química inorgánica dejó una huella profunda en el ámbito científico de su época. Nacido en Almagro, Ciudad Real, su vida estuvo marcada por un firme compromiso con la educación y una visión innovadora, a pesar de las dificultades que atravesó en el campo de la investigación científica en España. A lo largo de su carrera, Mascareñas se distinguió como un profesor excepcional y un analista químico competente, contribuyendo a la evolución de la enseñanza de las ciencias en el país.

Orígenes y contexto histórico

Eugenio Mascareñas y Hernández nació en 1853 en Almagro, una pequeña localidad de la provincia de Ciudad Real, España. Su educación inicial la cursó en Madrid, donde completó su enseñanza media y universitaria. A lo largo de su carrera, se doctoró en ciencias en 1878, una hazaña que marcó el comienzo de su destacada trayectoria en el ámbito académico y científico.

En 1879, apenas un año después de obtener su doctorado, Mascareñas ganó por oposición la cátedra de química inorgánica de la Facultad de Ciencias de Barcelona, un puesto que desempeñó durante casi 45 años hasta su jubilación en 1924. Fue durante su tiempo en Barcelona cuando dejó una huella imborrable en la formación de generaciones de científicos, tanto por su excelencia como docente como por sus ideas innovadoras sobre la enseñanza de la química.

Logros y contribuciones

A lo largo de su carrera, Eugenio Mascareñas y Hernández se dedicó principalmente a la enseñanza y divulgación de la química inorgánica. En 1900, cuando el análisis químico fue incorporado a los planes de estudio de la Facultad de Ciencias de Barcelona, Mascareñas asumió la responsabilidad de esta asignatura, un paso clave en la modernización de los programas académicos en la ciencia química. Su esfuerzo por adaptar la enseñanza a las nuevas corrientes científicas lo colocó como un referente en el campo.

En 1900 y nuevamente en 1924, Mascareñas fue elegido decano de la Facultad de Ciencias de Barcelona. Durante su mandato, trabajó incansablemente para mejorar la infraestructura educativa y fomentar la investigación científica, aunque, lamentablemente, las condiciones de su época no favorecieron el desarrollo de proyectos de investigación en el país. Pese a las limitaciones materiales, su contribución al campo educativo fue incuestionable.

Influencia en la docencia de la química

Mascareñas fue un profesor excepcionalmente competente, tal como atestiguan sus discípulos más cercanos, como Juan Fagés y Virgili y José Pascual Vila. Estos estudiantes valoraban enormemente la capacidad didáctica de Mascareñas y su dedicación para traer las modernas teorías de la química inorgánica a España. Su trabajo con José Ramón Luanco en la introducción de nuevas técnicas químicas fue fundamental para la evolución de la ciencia en la región.

Momentos clave en la carrera de Eugenio Mascareñas

La vida de Eugenio Mascareñas estuvo llena de momentos claves que marcaron su carrera científica. A continuación, se presentan algunos de los más relevantes:

  • 1878: Mascareñas se doctoró en ciencias, dando inicio a su carrera como académico y científico.

  • 1879: Ganó por oposición la cátedra de química inorgánica en la Facultad de Ciencias de Barcelona, un puesto que ocuparía durante gran parte de su vida.

  • 1900: Fue nombrado decano de la Facultad de Ciencias de Barcelona, cargo que desempeñó hasta 1924. En ese mismo año, asumió la responsabilidad de la asignatura de análisis químico en los planes de estudio.

  • 1924: Se jubiló de su puesto en la universidad, dejando una profunda huella en la academia catalana y española.

Propuestas para el avance de la investigación

A pesar de su gran capacidad como docente, Mascareñas lamentaba la falta de recursos y de infraestructura en España para la investigación científica. En varias ocasiones, expresó su frustración por la escasa disponibilidad de laboratorios y equipos de trabajo que pudieran permitir el desarrollo de la investigación en su campo. Además, criticaba la falta de un ambiente propicio para la creación de nuevos conocimientos y la escasa colaboración internacional en la ciencia española.

Mascareñas llegó a proponer que, siguiendo el ejemplo de países como Rusia e Italia, se trajeran profesores extranjeros para formar a los científicos españoles y fomentar la investigación científica en España. A pesar de sus esfuerzos y propuestas, no fue hasta principios del siglo XX cuando las posibilidades de la investigación universitaria en España mejoraron, aunque ya era demasiado tarde para él.

Relevancia actual

La relevancia de Eugenio Mascareñas y Hernández en la historia de la ciencia española es indiscutible. Su legado perdura no solo a través de su obra escrita, que incluye libros de texto y conferencias, sino también por la influencia que ejerció sobre generaciones de científicos y académicos en el país. Su enfoque innovador sobre la enseñanza de la química inorgánica y su dedicación a la docencia lo convierten en una figura fundamental en la historia de la educación científica en España.

Uno de los aspectos más destacados de su carrera fue su capacidad para adaptarse a los avances de la ciencia química, en especial a las teorías que surgieron después de la muerte de Jöns Jacob Berzelius, un científico cuya obra marcó el inicio de la química moderna. Sin embargo, como José Casares Gil destacó, Mascareñas mantenía una visión crítica hacia las nuevas tendencias científicas, especialmente en lo que respecta a las teorías que surgieron tras la muerte de Berzelius.

Además de su trabajo académico, Eugenio Mascareñas también destacó como divulgador científico, especialmente a través de conferencias como «El aire líquido», publicada en 1900. Esta conferencia fue especialmente significativa, ya que el propio hijo de Mascareñas introdujo en España el método de Linde para la licuefacción del aire, una innovación clave en el campo de la química.

Obras y escritos destacados

A lo largo de su carrera, Eugenio Mascareñas publicó diversos textos que fueron fundamentales para la formación de los químicos en España. Entre sus obras más destacadas se encuentran:

  1. Consideraciones generales acerca de la enseñanza y estudio particular del estado en que se halla la de las Ciencias Experimentales en España (1899).

  2. Elementos de análisis química cualitativa (1905).

  3. Elementos de Química general y descriptiva, 2.ª edición (1913, 1921).

  4. El aire líquido (1900), conferencia sobre la licuefacción del aire y sus aplicaciones.

Estas publicaciones se convirtieron en referencias para los estudiantes de química y contribuyeron significativamente a la formación científica en el ámbito académico español.

En resumen, Eugenio Mascareñas y Hernández fue una figura clave en la historia de la química en España, tanto por su dedicación a la docencia como por su capacidad para adaptarse a los cambios y avances científicos de su época. A pesar de las limitaciones en cuanto a recursos y ambiente científico, su legado perdura hasta el día de hoy, consolidándose como uno de los grandes maestros de la química inorgánica en el país.