Mariátegui La Chira, José Carlos (1894-1930).


Ensayista peruano y activista político, nacido en Moquegua el 14 de junio 1894 y muerto en 1930, fundador del Partido Socialista Marxista Peruano.

Su madre, Amalia La Chira, se había casado con Javier Francisco Mariátegui en 1882, en el pueblo de Sayán, de donde ella era originaria. Poco después, fue abandonada por su marido, quien la dejó a cargo de los tres hijos del matrimonio, Guillermina, José del Carmen Eliseo y Juan Clímaco. Cuando la familia se instaló en Lima, José del Carmen Eliseo cambió su nombre más tarde por el de José Carlos y Juan Clímaco por Julio César. Durante una estancia en Huacho, Mariátegui sufrió un accidente que dañó su rodilla izquierda y, aunque fue tratado en la Maisón de Santé de Lima, perteneciente a la Beneficencia Francesa, finalmente quedó cojo, lo que le obligó a abandonar sus estudios escolares. Durante su convalecencia inició su formación autodidacta con su madre y su hermana mayor.

Para contribuir al sostén de la familia entró a trabajar en el diario La Prensa como ayudante en los talleres de linotipia, si bien fue ascendiendo lentamente dentro del periódico. Su deseo de incorporarse al grupo de redactores lo motivó a publicar en 1911 un artículo sin autorización, pero a principios de 1914, tras un duro período de aprendizaje periodístico, comenzó a escribir regularmente como redactor con el seudónimo de Juan Croniqueur. Más adelante colaboraría en diferentes revistas sociales e hípicas como Mundo Limeño, Lulú, El Turf, Vesperal y Alma Latina.

Su amistad con Abraham Valdelomar le permitió entrar a formar parte del entorno del grupo Colónida. Además de sus crónicas periodísticas, escribió cuentos, poemas y dos obras teatrales, tituladas Las Tapadas y La Mariscala, escritas en colaboración con Julio de la Paz y Abraham Valdelomar, respectivamente, no recibieron buenos comentarios de la crítica. A mediados de 1916 pasa a el diario El Tiempo para realizar la crónica parlamentaria, lo cual le permitió conocer la política de su época desde dentro. Sin embargo, mantuvo algunas de sus actitudes “decadentistas”, las cuales motivarían el escándalo del cementerio en noviembre de 1917, cuando acompañado de la bailarina suizo-argentina Norka Rouskaya y de un grupo de escritores, se introdujeron a medianoche en el cementerio de Lima para ver danzar a la bailarina la Marcha Fúnebre de Chopin.

Durante 1918, bajo la influencia de la revolución rusa, la prédica del presidente norteamericano Wilson, la revista España de Luis Araquistain y de las ideas de Víctor Maúrtua, Mariátegui se adhiere al socialismo y lanza la revista Nuestra Época, dirigida por él y por César Falcón, de la que sólo vieron la luz dos números, debido a la publicación de un artículo antimilitarista, que motivó un ataque callejero a un grupo de oficiales. Entonces, junto a otros intelectuales y algunos obreros, funda el Comité de Propaganda y Organización Socialista, que tuvo muy corta vida debido a divergencias internas, el mismo motivo que le hace salir del diario El Tiempo a principios de 1919 y fundar La Razón. Codirigida con César Falcón, dicho periódico apoyó la lucha obrera y la reforma universitaria.

Tras el golpe de Augusto B. Leguía, el 4 de julio de 1919, su línea periodística fue de radical oposición al regimen, motivo por el cual la Imprenta Arzobispal se negó a continuar editando el diario. En este estado de cosas, el gobierno de Leguía ofrece becas para viajar a Europa, así que Mariátegui parte hacia Italia y César Falcón hacia España. En Europa se quedaría Mariátegui hasta principios de 1923, en un periplo en el que recorrió Italia, Francia, Alemania, Austria, Hungría y Checoslovaquia, aprendió varios idiomas y consolidó su formación política e ideológica, adhiriéndose al marxismo y a la línea de la Tercera Internacional o Comintern. Participó como testigo en importantes eventos como el Congreso del Partido Socialista Italiano en Livorno, el Congreso Económico Mundial auspiciado por la Sociedad de las Naciones, y las huelgas obreras en el norte de Italia. Fue también testigo de excepción de las consecuencias de la Gran Guerra europea: la situación alemana, el problema de las reparaciones, la derrota del gobierno soviético húngaro y el ascenso del fascismo italiano. Sus impresiones fueron publicados por el diario El Tiempo bajo el epígrafe general de «Cartas de Italia».

En Europa, junto con los peruanos Carlos Roe, Palmiro Machiavelo y César Falcón, funda la primera Célula Comunista peruana, que intentaba impulsar la organización independiente de los obreros peruanos. En 1920 se casa con Anna Chiappe y tres años más tarde . En marzo de 1923 regresa al Perú y se incorpora a las Universidades Populares Gonzales Prada, en donde inicia una campaña de difusión de las nuevas tendencias políticas europeas y de adhesión a la revolución bolchevique de Rusia, a través de un ciclo de conferencias titulada Historia de la Crisis Mundial. Para poder sostenerse inicia sus colaboraciones en la revista Variedades publicando artículos sobre temas europeos bajo el epígrafe general de Figuras y Aspectos de la Vida Mundial y proyecta editar una revista cuyo título inicial era Vanguardia. Cuando Haya de la Torre es deportado como consecuancia de las protestas del 23 mayo de 1923 contra la Consagración del Perú al Corazón de Jesús, Mariátegui asume la dirección de la revista Claridad, dándole una nueva orientación, e impulsa la creación de la Editorial Obrera Claridad con el fin de publicar y difundir las nuevas ideas. Todas estas actividades se vieron afectadas en mayo de 1924 por una crisis de su enfermedad infantil que obligó a la amputación de su pierna derecha, condenándolo a usar una silla de ruedas por el resto de su vida. A pesar de ello Mariátegui reanuda sus colaboraciones en Variedades e inicia las propias en la revista Mundial bajo el epígrafe general de Peruanicemos al Perú. En octubre de 1925 funda con su hermano Julio César la Editorial Minerva y publica su primer libro La Escena Contemporánea. A principios de 1926 se adhiere a la organización de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) impulsada por Haya de la Torre y definida como un frente único de obreros manuales e intlectuales. En setiembre de 1926 aparece la revista Amauta, la cual se anunciaba como una revista de definición ideológica. Considerada la más importante y paradigmática de nuestro siglo, en sus páginas se publicaron importantes trabajos de la nueva generación intelectual cuyo eje común era la emoción social. Además de las nuevas corrientes intelectuales, políticas, artísticas y literarias de Europa, Amauta fue expresión de las dos más importantes tendencias del Perú de los años 20: el indigenismo y la vanguardia. En junio de 1927, la revista Amauta es clausurada por la supuesta existencia de un “complot comunista” para derrocar al gobierno de Leguía. Apresado en el hospital militar de San Bartolomé, una campaña internacional aboga por su libertad. Aunque liberado, la revista Amauta tardaría en aparecer por lo que Mariátegui estudia la posibilidad de trasladarse a Buenos Aires o a Montevideo. En abril de 1928 se produce la ruptura entre Mariátegui y Haya de la Torre por las discrepancias con respecto a la organización de la APRA. Mariátegui denunció la ruptura unilateral de la política de frente único por la de partido único, y la práctica política basada en el “bluff y la mentira” propia de la política civilista. En este contexto, Mariátegui toma contacto con la Secretaria Sindical de la Tercera Internacional y envía delegados al IV Congreso de la Sindical Roja o Profintern en Moscú y al Congreso de los Países Orientales en Bakú. Con ello se inicía los vínculos de Mariátegui y sus colaboradores con la Tercera Internacional. Acorde con la nueva situación, la revista Amauta se define socialista en setiembre de 1928. Semanas después, el 8 de octubre se funda el Partido Socialista y Mariátegui es elegido Secretario General. El nombre del partido no estaba acorde con los requisitos solicitados por la Tercera Internacional para ser reconocidos como su sección peruana, lo cual dió origen a una serie de presiones para cambiar dicho nombre por el de Partido Comunista. A fines de 1928 publica sus Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, uno de los libros más lúcidos escritos sobre los problemas del Perú. La alternativa planteada por Mariátegui se basa en una interpretación marxista de la realidad peruana, aunque heterodoxa dentro del dogma comunista de la época, en perspectiva de la instauración del socialismo en el Perú que encuentra en la comunidad campesina uno de sus pilares. Asimismo inicia a través de la edición del quincenario Labor, que aparece en noviembre de 1928, una campaña profundación de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) que instala su Comité Organizador en mayo de 1929. Al mismo tiempo envía delegados al Congreso Constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana a realizarse en Montevideo y a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, a realizarse en Buenos Aires. Allí se manifiestan abiertamente las discrepancias entre las tesis peruanas y las del Buró Sudaméricano de la Tercera Internacional. Sin embargo, Mariátegui es elegido miembro del Consejo General de la Liga Antimperialista, organismo impulsada por la Tercera Internacional. En setiembre de 1929 la casa de Mariátegui es allanada nuevamente, esta vez tras la denuncia de un supuesto “complot judío”. Labor es clausurada y no aparecería más. Mariátegui decide entonces viajar a Buenos Aires para lo cual busca el apoyo del escritor argentino Samuel Glusberg y del escritor peruano Luis Alberto Sánchéz que en ese entonces se hallaba en Chile. Organiza también el ingreso clandestino de Eudocio Ravines, exiliado peruano en Europa, para que se encarge de la Secretaría General del Partido Socialista. En febrero de 1930 Eudocio Ravines asume la Secretaría General y Mariátegui finiquita su viaje a Buenos Aires. Pero todos estos proyectos se verían truncos. A fines de marzo una recaida de su vieja dolencia infantil obliga a internarlo en la Clínica Villarán, donde fallecería el 16 de abril. Muerto Mariátegui y bajo recomendación del Buró Sudaméricano de la Tercera Internacional, el 20 de mayo es cambiado el nombre del Partido Socialista por el de Partido Comunista.

Libros publicados en vida: La Escena Contemporánea (1925); Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana (1928). Publicado por entregas: La Novela y la Vida (Mundial, 1929); Defensa del Marxismo (Amauta, 1928-1929). Preparado: El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy. Su obra completa a sido recopilada en Escritos Juveniles (8 vols) y Colección de Obras Completas (20 tomos). Existe una edición en dos volúmenes de su Correspondencia (1984) y desde 1989 se edita el Anuario Mariateguiano que incluye documentos inéditos.