María Teresa de Austria, reina de Francia (1638-1683).
Reina de Francia de origen español nacida en El Escorial el 20 de septiembre de 1638 y muerta en Versalles el 30 de julio de 1683. Era hija del rey español Felipe IV y de la primera de sus esposas, Isabel de Borbón (hija de Enrique IV de Francia). Bautizada por el cardenal Gaspar de Borja y Velasco, fueron sus padrinos Francisco I, duque de Módena, y María de Borbón, princesa de Carignan. Recibió en su niñez una buena educación. Al morir en 1646 su por entonces único hermano, Baltasar Carlos, quedaba como heredera del trono. Casado su padre en segundas nupcias con su sobrina Mariana de Austria (1649), María Teresa tuvo amistad con ella, sólo cuatro años mayor, y fue madrina de su hermanastra Margarita Teresa (nacida en 1651). En 1655 fue jurada Princesa de Asturias y por tanto considerada sucesora de Felipe IV. El año siguiente, el embajador francés Hugues de Lionne propuso al valido Luis Méndez de Haro el matrimonio entre María Teresa y Luis XIV, según órdenes de la madre de éste, Ana de Austria (española de nacimiento, pues era hija de Felipe III). El enlace fue entonces rechazado para evitar la subsiguiente unión entre España y Francia.
Sin embargo, al nacer en noviembre de 1657 su hermanastro Felipe Próspero, María Teresa perdió su condición de heredera y se reabrieron las negociaciones matrimoniales, siendo enviado el embajador Antonio Pimentel a entrevistarse con el favorito francés, el cardenal Jules Mazarino. Así, aunque la reina Mariana de Austria prefería que su hijastra casase con su hermano el emperador Leopoldo I (descartado este enlace, se lograría el de éste con la infanta Margarita Teresa), finalmente se llegó a un acuerdo, que fue además parte importante de la paz de los Pirineos entre los dos países. Paz que, firmada el 7 de noviembre de 1659 en la isla de los Faisanes (en la desembocadura del río Bidasoa), ponía fin, por el momento, al duradero conflicto que los oponía desde la Guerra de los Treinta Años (finalizada en 1640 excepto para España y para Francia). Una de las principales cláusulas del tratado de fue la renuncia de María Teresa y sus descendientes a posibles derechos al trono español a cambio de una dote de medio millón de escudos de oro, a pagar en tres plazos.
Por fin, el 15 de abril de 1660 partió la infanta hacia la frontera, acompañada de un gran séquito en el cual estaba como aposentador el pintor real Diego Velázquez, que la había retratado poco antes y enfermó de muerte en el viaje. En San Sebastián juró el 2 de junio su renuncia, y al día siguiente se celebró la boda por poderes; el 6 fue entregada la infanta en la isla de los Faisanes, quien por fin se encontró con su esposo el día 9 en San Juan de Luz (en los Pirineos atlánticos franceses). Allí se verificó el enlace: María Teresa tenía casi 22 años, los mismos que Luis XIV. Luego la pareja se dirigió a París, donde entró el siguiente mes de septiembre. No obstante, la cuantiosa dote no pudo ser pagada y el monarca francés exigió a cambio algunos de los dominios españoles situados al este de Francia (en los Países Bajos y el Franco Condado), a lo que Felipe IV se negó. En octubre de 1662 se rompieron las negociaciones, llegando Luis XIV a ayudar a los rebeldes portugueses. La situación derivaría en guerra abierta después de morir el rey español en 1665, cuyo testamento apartó definitivamente de la sucesión a María Teresa (no así a su hermana Margarita ni a sus hijos en el caso de que el nuevo rey Carlos II, nacido en 1661, muriera prematuramente o sin descendencia). La guerra de Devolución fue muy corta (1667-1668), perdiendo España parte de Flandes.
En ello nada tuvo que ver María Teresa, quien, de carácter tímido, bondadoso y humilde, poco amiga del fasto cortesano, no tuvo nunca ninguna influencia en los asuntos políticos franceses. Tampoco su vida familiar fue feliz a causa de las tempranas infidelidades de Luis XIV, apenas un año después de la boda, con Luisa de La Vallière y luego con Francisca de Rochechouart, duquesa de Montespan. María Teresa, que quería a su marido, soportó esto resignadamente sin reprochárselo a Luis XIV, dedicándose a prácticas piadosas y diversiones sencillas. Apenas estaba junto a su marido más que en actos públicos, como un viaje a Flandes cuando la guerra de Devolución y otro por Alsacia y Borgoña (1683). Luis XIV, que si nunca quiso a María Teresa tampoco la maltrató jamás, había decidido en 1682 volver con su esposa. Pero precisamente a la vuelta del último de aquellos viajes cayó enferma, muriendo poco después a los 45 años. Su oración fúnebre fue pronunciada por Jacobo Bossuet y por Espíritu Fléchier. Esposa fiel y buena madre, tuvo con el monarca francés seis hijos, aunque sólo uno sobrevivió, Luis, el llamado “Gran Delfín”, que sería padre de Felipe de Anjou (luego rey de España como Felipe V, a pesar de lo estipulado en el tratado de los Pirineos y en el testamento de Felipe IV) y abuelo de Luis XV de Francia. Había sido amiga de la preceptora de sus hijastros Francisca de Aubigne, marquesa de Maintenon, con quien Luis XIV se casaría en secreto hacia 1684.
Bibliografía
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BELADIEZ, E. Españolas reinas de Francia. (Madrid, Palabra: 2002).
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BERTRAND, L. La vie amorouse de Louis XIV. (París, Flammarion: 1924).
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BLUCHE, F. Louis XIV. (París, Fayard: 1986).
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Relación del casamiento de la Señora Infanta de España, Reina de Francia, Doña María Teresa. (Fuenterrabía, Dirección General de Archivos y Bibliotecas: 1959).
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ZANGER, A.E. Scenes from the marriage of Louis XIV: nuptial fictions and the making of absolutist power. (Stanford; University Press: 1997).
Enlaces en Internet
http://www.louis-xiv.de/ ; Página con información sobre Luis XIV, con un apartado sobre sus mujeres y amantes (en inglés).