Ibbi-Sin, Rey de Ur (2028-2004 a.C.).
(Ib-bi-Sin o I-bi-Sin o Ibbi-Suen) Quinto y último rey neosumerio de la tercera dinastía de Ur, hermano y sucesor de Shu-Sin (según la Lista real sumeria, aunque actualmente se piensa que fue su hijo, fruto de su relación con su esposa Mama). El reinado de Ibbi-Sin es bastante conocido, gracias a los datos que proporcionan sus años de reinado, su correspondencia con Ishbi-Erra de Isin y Puzur-Numushda de Kazallu, las inscripciones reales, los textos con omina y unos escritos literarios.
Al comienzo de su reinado, Sumer continuó disfrutando de una paz general, que sólo se alteraría con una expedición militar llevada contra Simurrum, en el norte. Siguiendo la política de sus predecesores, Ibbi-Sin continuó con los matrimonios diplomáticos para garantizarse la paz con algunos territorios fronterizos. En el año noveno de su reinado se lanzó contra el Elam, guerreando en Khukhnuri y sometiendo a los señores de Susa, Adamtu y Awan. Pocos años después, en el 2017 a.C., los amorreos franquearon el muro de Amurru (Muriq Tidnim), levantado por su hermano Shu-Sin, y se lanzaron sobre Sumer. Aunque pudo contenerlos en principio, hubo de acudir finalmente al comandante de sus tropas septentrionales, Ishbi-Erra, en busca de ayuda. Sin embargo, este funcionario militar prefirió proclamarse independiente y hacerse fuerte en Isin, según sabemos por la correspondencia de la época. A esta defección siguió la de otras ciudades (Eshnunna, Der, Lagash, Nippur, Umma), lo que provocó, además de alteraciones sociales, serios problemas de abastecimiento y la consiguiente inflación. Ibbi-Sin fue prácticamente arrinconado en Ur. En el año 21 de su reinado, los elamitas, aliados con los subarteos, los sua y otras gentes de los Zagros, al mando de Kindattu, rey de Simashki, se lanzaron contra Ur, ciudad que, si bien resistió la primera embestida, acabó por capitular. Ur fue luego salvajemente destruida y su rey Ibbi-Sin llevado preso a Anshan, donde murió miserablemente. Dos magníficos himnos elegíacos (Elegía por Ibbi-Sin y Lamento sobre la destrucción de Ur) muestran el hondo sentimiento experimentado por los sumerios tras la desaparición de su rey. La esposa de Ibbi-Sin fue Geme-Enlila —para unos hermana suya, para otros su prima—, de la cual tuvo al príncipe Ula y a las princesas Tadin-Ishtar y Tukin-Khatta-Migrisha, esposa ésta del gobernador de Zabshali. Con este rey, que se tituló «Dios de su País», «Rey de Ur» y «Rey de las Cuatro Regiones», finalizaba la etapa del renacimiento sumerio. Sumer desaparecía oficialmente de la Historia.