Faci, fray Roque Alberto (1684-1744).
Lo ignoramos casi todo acerca de este autor, excepto las fechas de su nacimiento y muerte y el hecho de que perteneciera a la orden de los carmelitas observantes. Su obra literaria es extensa y trata siempre temas religiosos, ya referidos a diversas advocaciones marianas (todas ellas aragonesas. lo que pudiera ser una pista sobre su cuna, o al menos a cerca de su lugar de residencia), ya a vidas de miembros destacados de su comunidad, especialmente de la rama femenina, ya, finalmente, a adoctrinar a sacerdotes sobre la confesión (así, sus Doctrinas necesarias para directores de almas de 1757).
Otra faceta de su obra está dedicada a la predicación, de la que encontramos buenas muestras en La conmemoración y solemne fiesta de Nuestra Señora del Carmen y Sermones de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, colecciones de sermones dedicados a estas dos advocaciones, publicados, respectivamente, en 1745 y 1767. El hecho de publicarse póstumos puede deberse a la recopilación posterior de los sermones publicados de forma anual por Fray Roque con motivo de la festividad de ambas advocaciones marianas. La obra de Faci, como la de tantos otros escritores devotos, tuvo numeroso público durante el XVIII español. Contrariamente a lo que se afirmaba de forma tajante hasta hace algunos años, no nos las habemos, ni mucho menos, con el siglo racionalista y descreído que pretendían las historias de la literatura, sino que la literatura espiritual y devota continúa su producción y publicación, encontrándonos, además, con un volumen importante de ediciones y ventas de estos géneros.Esta producción, tanto por su temática como por su abundancia, precisa de un estudio que, hasta la fecha, aún no se ha realizado y que debería aclarar alguno de los motivos que llevaron desde los comienzos del Siglo de las Luces a la reacción ilustrada contra la literatura anterior. Ignoramos todavía si en los sermones de Faci, o de algún otro predicador del momento, se puede encontrar una base paródica para, por ejemplo, un Fray Gerundio de Campazas, y si en estas hagiografías no habrá milagros tan desatinados como los que el público aplaudía en los coliseos madrileños para horror de la minoría ilustrada; incluso, yendo más lejos aún, ignoramos hasta qué extremo estaban separados los gustos literarios de la élite ilustrada de los del público lector (distinto, no lo olvidemos, del público teatral que podía muy bien no saber leer).De entre la obra de Faci destacaremos títulos como Hermosa azucena y estrella plantada y fija en el suelo y cielo de la Purísima Concepción de la villa de Las Cuevas de Cañonte, en el Reino de Aragón (1737); Vida de la venerable madre Sor Teresa Margarita de la Encarnación (1739, traducción de la biografía escrita en italiano por Fray Máximo de la Purificación); Aragón, reino de Cristo, dote de María Santísima, fundado sobre la columna inmóvil de Nuestra Señora en su ciudad de Zaragoza (1739); La perla más bella que apareció y brilla […] en el reino de Aragón, nuestra señora de Rodanas (1741); Carmelo esmaltado (1743); Vida de la venerable Sor Angela Victoria Turrelli (1745); Nueva azucena virginal […] la venerable hermana Vicenta del Santísimo Sacramento (1751) y el Carmelo consagrado con santísimas imágenes de Cristo y María Santísima (1759).