María II Díaz de Haro (ca. 1318-1348). La señora de Vizcaya que dejó una huella en la historia medieval
María Díaz de Haro, conocida como la Señora de Vizcaya, nació hacia el año 1318 y falleció el 16 de septiembre de 1348. Su vida estuvo marcada por los desafíos políticos, familiares y personales que vivió en un contexto de luchas de poder durante la Edad Media en la península ibérica. Fue una figura clave en la historia de Vizcaya y su legado perduró a través de sus decisiones políticas y legales, así como por su capacidad para manejar las complejidades de los señoríos castellanos en una época turbulenta.
Orígenes y contexto histórico
María Díaz de Haro era hija de Juan Díaz de Haro, también conocido como el Tuerto, y de Isabel de Portugal. Su padre, una figura influyente en el contexto político de la época, fue un noble que se destacó como señor de Vizcaya, hasta su trágica muerte en 1326. Juan Díaz de Haro fue asesinado por orden del rey Alfonso XI, siendo uno de los episodios más dramáticos de su vida. La muerte de su padre tuvo un impacto inmediato en su destino, pues se vio obligada a huir para salvar su vida.
Después del asesinato de su padre, María fue protegida por uno de los más cercanos colaboradores de Juan Díaz de Haro, Diego Pérez de Muñatones. Él la sacó de la peligrosa situación en la que se encontraba, embarcándola en Portugalete y llevándola a Francia, específicamente a la ciudad de Bayona. Durante este exilio, María vivió hasta 1331, cuando decidió regresar a la península para reconciliarse con Alfonso XI, el rey de Castilla, con quien firmó un acuerdo en el que se comprometió a casarse con Juan Núñez de Lara IV, un noble influyente y pariente cercano del monarca.
Logros y contribuciones
El matrimonio de María Díaz de Haro con Juan Núñez de Lara IV en 1331 fue uno de los eventos clave en su vida. Este enlace matrimonial no solo consolidó su posición en la nobleza castellana, sino que también le otorgó el derecho de gobernar el Señorío de Vizcaya, una tierra rica en recursos y estratégicamente importante. Tras el matrimonio, el señorío de Vizcaya pasó a manos de María, quien se convirtió en una figura de gran influencia y autoridad.
A pesar de los intentos de Alfonso XI por obstaculizar su ascenso al poder, María Díaz de Haro logró hacerse con la titularidad del señorío en 1334, cuando su abuela, María Díaz de Haro I, renunció a sus derechos. Sin embargo, el camino hacia su legitimación fue arduo. Alfonso XI intentó desacreditar su derecho al trono de Vizcaya, argumentando que el parentesco entre los esposos imposibilitaba el matrimonio canónico, lo que podría invalidar la sucesión. Para superar este obstáculo, en 1346 el papa Clemente VI emitió una dispensa apostólica, permitiendo que el matrimonio fuese considerado válido. Como penitencia, los señores de Vizcaya, en un gesto simbólico, fundaron tres capellanías, lo que consolidó aún más su poder.
Durante su gobierno, María Díaz de Haro tomó decisiones clave en la administración del Señorío de Vizcaya. En especial, se destacó por su impulso para poner por escrito las costumbres legales de la región, en particular aquellas relacionadas con el derecho penal y la utilización de los recursos comunales, los montes, baldíos y dehesas. Estas leyes fueron formalmente aprobadas en 1342 durante una junta celebrada en Guernica, y se conocen como el Cuaderno de Juan Núñez de Lara. A pesar de que el nombre de este documento hace referencia a su esposo, es probable que María haya jugado un papel fundamental en su redacción, dado su profundo conocimiento de las costumbres locales.
Momentos clave en la vida de María Díaz de Haro
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1318: Nacimiento de María Díaz de Haro, hija de Juan Díaz de Haro (el Tuerto) e Isabel de Portugal.
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1326: Muerte de Juan Díaz de Haro a manos de Alfonso XI, lo que lleva a María al exilio.
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1331: Regreso de María a Castilla, donde firma su compromiso de boda con Juan Núñez de Lara IV.
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1334: Asume oficialmente el gobierno del Señorío de Vizcaya tras la renuncia de su abuela María Díaz de Haro I.
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1342: Aprobación del Cuaderno de Juan Núñez de Lara en la junta de Guernica, un conjunto de costumbres legales que rigen el derecho penal y los recursos comunales de Vizcaya.
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1346: El papa Clemente VI emite una dispensa apostólica para validar el matrimonio de María con Juan Núñez de Lara IV.
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1348: Muerte de María Díaz de Haro el 16 de septiembre. Fue sepultada en la catedral de Palencia.
Relevancia actual
Aunque María Díaz de Haro vivió en una época muy diferente a la actual, su legado sigue siendo significativo en la historia de Vizcaya y de la nobleza castellana. Su gestión del Señorío de Vizcaya, la implementación de leyes y la defensa de su derecho de sucesión, le confieren una relevancia histórica considerable. Además, su vida está marcada por el vínculo con Juan Núñez de Lara IV, un noble de gran influencia, quien jugó un papel crucial en la política de la época.
María tuvo cuatro hijos legítimos: Lope, Isabel, Nuño y Juana. De estos, Nuño y Juana también ocuparon el cargo de señores de Vizcaya, lo que demuestra la continuidad del poder en su familia y el impacto duradero de su figura.
El hecho de que María Díaz de Haro fuera una mujer que logró desempeñar un papel tan destacado en una época dominada por figuras masculinas es otro aspecto que añade relevancia a su figura. Además, su capacidad para resolver conflictos familiares y políticos, incluso ante la oposición de poderosas figuras como Alfonso XI, la convierte en un personaje digno de admiración.
El Cuaderno de Juan Núñez de Lara, que compila las costumbres legales del Señorío de Vizcaya, sigue siendo un documento relevante para entender la organización social y política de la región en la Edad Media. La labor de María Díaz de Haro en la creación y aprobación de este documento fue crucial para el desarrollo de la jurisprudencia medieval.
Bibliografía
VVAA. Edad Media y Señoríos: el Señorío de Vizcaya. (Bilbao, 1972).
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