Darío III, Rey de Persia (335-330 a.C.).
(Darejawosh o Daryawish o Dareios) Último rey de Persia, hijo de Arsanes y de Sisygambis, que fueron a su vez hermanos e hijos de Ostanes. Darío III, llamado Codomano por proceder de la familia de los Codomanes (rama lateral aqueménida), ocupó el trono gracias al eunuco Bagoas, quien, deseoso de ser rey, había asesinado primero al rey Artajerjes III y luego al hijo de éste Arses. Darío III, único príncipe aqueménida superviviente, se libró de Bagoas utilizando su mismo procedimiento, el veneno, pues obligó al eunuco a beberse la pócima que había destinado contra él. Aunque el nuevo rey era un hombre valeroso y con sentido organizativo, su vida y gobierno coincidieron con la presencia de Alejandro Magno, el macedonio, que le infligiría una serie de derrotas y le arrebataría finalmente el trono imperial. Gránico (334 a.C.), Issos (333 a.C.) y Gaugamela (331 a.C.), cerca de Arbelas, son batallas significativas en la historia persa. En la primera de ellas, a orillas del río Gránico, Alejandro derrotó a las tropas persas mandadas por Memnón de Rodas, un influyente personaje. En Issos, no lejos del golfo de Alejandreta, Darío III en persona tuvo que enfrentarse a Alejandro, dado que había muerto el precitado Memnón. Ante la caótica situación, el rey persa optó por huir y dirigirse a Babilonia. Desde allí ofreció a Alejandro parte de Asia Menor en prueba de amistad, oferta que no aceptó el rey macedonio. Finalmente en Gaugamela, a unos 30 km al norte de Nínive, las tropas de Darío III se volvieron a enfrentar contra las de Alejandro y fueron derrotadas, si bien a costa de grandes pérdidas en hombres por parte del macedonio. Tras la última de las batallas citadas, que acabaría en desbandada, Darío III buscó refugio en Ecbatana, deseoso de reclutar un nuevo ejército para oponerse a Alejandro. Sin embargo, el rey persa -que ya había dejado en manos del macedonio a su madre Sisygambis, su esposa, sus hijos y el harén imperial, en la triste batalla de Issos-, fue asesinado en Hecatompilos (frontera septentrional de Partia) por un sátrapa de la Bactria llamado Bessos, que aspiraba al trono de Persia, con la colaboración de Satibarzanes y Barsaentes. Alejandro, tras hallar el cuerpo de Darío III, ordenó que fuera sepultado en Persépolis, junto a los restos de sus antecesores, según cuenta Arriano. Bessos se proclamó rey de Persia, pero fue capturado y ejecutado por las tropas macedonias. A continuación, Alejandro Magno se proclamó sucesor del trono persa, y se casó, en el 324 a.C., con una hija de Darío III llamada Estatira.