Cuesta, Jorge (1904-1942).
Poeta, ensayista, conferenciante y crítico literario mejicano, nacido en Córdoba (Veracruz) en 1904, y fallecido en la capital azteca en 1942. A pesar de su corta vida, dejó un extraordinario legado crítico y creativo que le permite figurar, por derecho propio, entre los grandes creadores hispanoamericanos del siglo XX.
Animado desde muy temprana edad por una acusada vocación humanística, cuando cursaba estudios en la Escuela Nacional Preparatoria entabló relaciones con Gilberto Owen y otros jóvenes poetas que, andando el tiempo, habrían de configurar una de las generaciones literarias mejicanas más importantes de todos los tiempos: el llamado grupo de los «Contemporáneos». Ya integrado en el panorama literario de su época y lugar, se dio a conocer como poeta merced a las composiciones de juventud que publicó en la prestigiosa revista cultural Ulises (1927-1928), fundada por otros dos poetas mayores de la literatura mejicana: Xavier Villaurrutia y Salvador Novo.
Pero, al tiempo que daba sus primeros pasos como poeta, Jorge Cuesta iba elaborando una de sus obras magnas dentro del género ensayístico, la titulada Antología de la poesía mexicana moderna, un trabajo tan riguroso y exhaustivo como polémico, ya que despertó las iras de los autores que no se vieron citados en él. La contrastada calidad de esta obra fue tanto más sorprendente en la medida en que no suponía el resultado de una investigación académica oficial, puesto que Jorge Cuesta se había licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de México y, durante toda su vida, trabajó en proyectos científicos relacionados con esta disciplina. Pese a ello, pronto se convirtió en una de las figuras más lúcidas y representativas de la intelectualidad mejicana, y sin duda alguna fue uno de los ideólogos (tanto en el plano estético como en el político) del mencionado grupo generacional de los «Contemporáneos». Sus postulados, no siempre cómodos para el pensamiento y la cultura oficiales de su país, hallaron eco no sólo entre sus coetáneos, sino también entre otros artistas e intelectuales posteriores, como el futuro Premio Nobel de Literatura Octavio Paz.
Su producción poética, caracterizada por su tono pesimista, amargo y desasosegado, se completó con títulos tan interesantes como Naufragio de la duda y Triángulos de silencios, dos obras en las Jorge Cuesta hizo gala de una inteligencia y una sensibilidad impresionantes, siempre puestas al servicio de una fuerza emocional devastadora. El lenguaje poético que seleccionó para la composición de sus versos, expresamente limitado a una concreción extrema, buscaba la expresión de esta amargura desoladora con una precisión pareja a la acuñada en las fórmulas químicas.
Otros poemas suyos, como sus Sonetos o sus piezas recogidas en Canto mineral, vieron la luz en la edición de sus obras completas que salió a la calle en cuatro volúmenes, bajo el título de Poemas y ensayos, en 1964, veintidós años después de que Jorge Cuesta, coherente con su pesimismo innato, se quitara la vida en la Ciudad de México.
Respecto al resto de su producción ensayística, es necesario reseñar algunos títulos tan relevantes como La poesía de Paul Éluard (1929), Robert Desnos y el sobrerrealismo (1930) y El arte moderno (que vio la luz, póstumamente, en 1943). En general, toda su producción literaria (tanto la poética como la ensayística) experimentó una importante revalorización merced a los profundos estudios que le dedicó la narradora y ensayista mejicana Inés Arredondo.