Bolaños, Orlando Aníbal, u Orlando Fresedo (1932-1965).


Poeta salvadoreño, nacido en San Salvador el 30 de agosto de 1932, y fallecido en su ciudad natal el 18 de marzo de 1965, víctima de una aguda intoxicación etílica. Aunque durante mucho tiempo permaneció en el olvido de la crítica literaria oficial, la extraordinaria calidad de su producción poética ha acabado por rescatar su obra para situarla entre las más novedosas y sugerentes de la literatura salvadoreña contemporánea.

Su temprana inclinación al cultivo de la creación poética le llevó a relacionarse desde muy joven con los nombres más señalados del panorama cultural de su país. Así, entró primero a formar parte del original grupo Octubre, en que militaban algunos autores de la talla de Ítalo López Vallecillos, Mercedes Durand, Waldo Chávez Velasco, Álvaro Menéndez Leal, Irma Lanzas, Eugenio Martínez Orantes, Jorge A. Cornejo y, entre otros, Danilo Velado; y, posteriormente, quedó englobado en la no menos célebre y variopinta Generación Comprometida, en la que, además de los nombres citados, estaban también Roberto Armijo, José Roberto Cea, Rafael Góchez Sosa y Alfonso Quijada Urías.

Merced a estas fecundas relaciones, pronto se dio a conocer con un singular poemario, La bomba de hidrógeno (San Salvador, 1950), escrito en colaboración con José Luis Urrutia y los mencionados López Vallecillos y Martínez Orantes. Pronto encontró, además, un gran números de valedores de su brillante quehacer poético (como Claudia Lars, Juan Felipe Toruño, Manuel Scorza y César Dávila Andrade), que difundieron su obra por diferentes círculos literarios de todo el mundo. Este apoyo incondicional de las mejores plumas de su tiempo le sirvió para convertirse en uno de los poetas salvadoreños más conocidos, lo que le permitió difundir las reducidas ediciones de sus versos (generalmente, impresas en plaquettes de corta tirada) de mano en mano, en un valiente ejercicio de acercamiento entre el autor y los lectores.

Sin embargo, su irremisible inclinación hacia la vida bohemia y disoluta acabó por convertirle en un poeta maldito, que malvivía de estériles trabajos publicitarios y -de vez en cuando- gracias a algunas colaboraciones periodísticas aparecidas en El Gráfico Colegial y El Independiente. Así, agravada su triste situación por su fatal inclinación a la bebida, su calidad de vida fue empeorando a pasos agigantados, hasta que un día de marzo de 1965 apareció muerto en un miserable aposento de un hotelucho de la Avenida Independencia, en la capital salvadoreña.

Entre las obras más sobresalientes de Orlando Fresedo, resulta obligado destacar las tituladas Signo entre climas (San Salvador, 1951), Bahía Sonora (San Salvador, 1953), Baraja de la patria (San Salvador, 1957), Sonetos de la gracia suma (San Salvador, 1963) y Emigrados del alba (1964).

Bibliografía

  • CAÑAS-DINARTE, Carlos. Diccionario escolar de autores salvadoreños (San Salvador: Consejo Nacional para la Cultura y el Arte [CONCULTURA], Dirección de Publicaciones e Impresos, 1998).

JRF.