Béjart, Maurice (1927-2007).


Bailarín, coreógrafo, escenógrafo y director de ballet y ópera francés nacido en Marsella el 1 de enero de 1927 y fallecido en Lausana, Suiza el 22 de noviembre de 2007, cuyo nombre original es Maurice Jean de Berger, hijo del filósofo Gaston Berger.

Comenzó sus estudios en Marsella, estudios que amplió en París y Londres con Madame Rousanne, Léo Staats, Lubov Egorova, Nora Kiss y Vera Volkova. Tras una breve estancia en el Teatro Municipal de Vichy en 1945, Béjart se unió a los Ballets de París de Roland Petit entre 1947 y 1949. Con ellos estrenó ‘Adame Miroir (1948), de Janine Charrat. Entre 1949 y 1950 bailó con el International Ballet de Mona Inglesby, y entre 1950 y 1952 con el Real Ballet Sueco, donde estrenó Medea (1950) de Birgit Cullberg. En 1953 cofundó, con Jean Laurent, Les Ballets de l’Étoile, para los que coreografió: La Mégère Apprivoisée (Scarlatti, 1954), Symphonie Pour un Homme Seul (Henry y Schaeffer, 1955), su primer ballet con música concreta, Le Voyage au Coeur d’un Enfant (Henry, 1955) y Arcane I (Henry, 1955). En 1957, la compañía se transformó en el Ballet-Théâtre de París de Maurice Béjart, con las nuevas producciones: Sonate à Trois (Bartók, 1957), Orphée (Henry, 1958), Arcane II (Henry, 1958), Thème et Variations (música jazz, 1959) y Signes (Henry, 1959).

En 1959, una compañía formada por bailarines procedentes del Ballet de Milroad Miskovitch, el Western Theatre Ballet y el Ballet Théâtre, estrenan en el Théâtre Royal de la Monnaie de Bruselas la coreografía de Béjart Le Sacre du Printemps, con música de Stravinsky y Tania Bari y Germinal Casado como solistas. El éxito fue tan asombroso que a partir de ese núcleo inicial se creó al año siguiente el Ballet du XXe Siècle, con base en Bruselas, y a partir de 1970 la Escuela Mudra asociada, actualmente Rudra. En 1987, la compañía cambió su nombre por el de Béjart Ballet Lausanne y, en septiembre de 1992, después de quedar reducida a veinte bailarines, tomó el nuevo nombre de Rudra Ballet, con el cual debutó en Suiza a mediados del mes de diciembre.

Posteriormente volvió a denominarse Béjart Ballet Lausanne. La mayor parte de la obra coreográfica de Béjart fue creada para esta compañía: Bolero (Ravel, 1960), Les Quatre Fils d’Aymon (varios, 1961) coreografiada con Charrat, Les Contes d’Hoffmann (Offenbach, 1961), Les Sept Péchés Capitaux (Weill, 1961), Les Noces (Stravinsky, 1962), Venusberg (Wagner, 1963) segunda versión de Bacchanale de Tannhäuser (1961), Suite Viennoise (Schoenberg, Berg and Webern, 1962), Neuvième Symphonie (Beethoven, 1964), Mathilde (Wagner, 1965), Prospective (1965) donde se incluye Variations Pour un Porte et un Soupir (Henry, 1965), Romeo y Julieta (Berlioz, 1966), Messe Pour le Temps Present (Henry, 1967); A la Recherche de… (1968) donde se incluye Bhakti, Baudelaire (Wagner y Debussy, 1968), Ni Fleurs ni Couronnes (Tchaikovsky, 1968), sobre la música de La Bella Durmiente, Les Vainqueurs (Wagner, 1969), Nomos Alpha (Xenaquis, 1969) creado para Paolo Bortoluzzi, Actus Tragicus (Bach, 1969), Serait-ce la Mort? (R. Strauss, 1970) estrenada en Marsella, Offrande Chorégraphique (Bach, 1971), Le Chant du Compagnon Errant (Mahler, 1971), Nijinsky, Clown de Dieu (Tchaikovsky y Henry, 1971), Stimmung (Stockhausen, 1972), Golestan, ou Le Jardin des Roses (música tradicional iraní, 1973) estrenado durante las celebraciones de la fundación del imperio persa, Le Marteau sans Maître (Boulez, 1973) estrenado en la Scala de Milán, Tombeau (Boulez, 1973) que luego formaría parte del ballet Pli selon Pli (1975), Ce que l’Amour me Dit (Mahler, 1974), Seraphite (Mozart, 1974), Notre Faust (Bach, 1975), Acqua Alta (varios, 1975) presentada en el Festival Internacional de la Danza de Venecia, del que Béjart fue Presidente del Comité Artístico, Héliogabale, ou L’Anarchiste Couronée (Verdi, Bach y otros, 1976), Gaîté Parisienne (Offenbach y Rosenthal, 1978), Dichterliebe (Schumann y Rota, 1978) con Béjart en el papel de Poeta, Les Illuminations (Henry, 1979), La Flaute Enchantée (Mozart, 1981), Thalassa-Mare Nostrum (Theodorakis, 1982), Le Concours (varios, 1985), Le Martyre de Saint Sébastian (Debussy, 1986), Malraux, ou La Métamorphose des Dieux (Hugues Le Bars, 1986), Wien, Wien, Nur du Allein (varios, 1986) presentada en el Festival de Danza de Viena, Dybbuk (Schoenberg, 1988), 1789…et Nous (varios, 1989) para el Bicentenario de la Revolución Francesa, Mozart-Tango (Mozart, 1990), La Mort Subite (varios, 1991) presentada en el Festival de Ruhr, en la que el propio Béjart aparecía esporádicamente en diversas ocasiones, Tod in Wien (Mozart, 1991), Opéra (Verdi, 1991), Le Mandarin Merveilleux (Bartók, 1991), La Crucifixión (Stravinsky, 1991), Sissi, l’Impératrice Anarchiste (varios, 1992), Ballade de la Rue Athina (Hadjidakis, 1993) estrenada en Atenas, L’Art du Pas de Deux (varios, 1993), AmoRoma (Rota, 1993), King Lear – Prospero (Purcell y Hochstätter, 1994), L’Art du Pas de 2-Deux (varios, 1994), A Propos de Shéhérazade (Ravel y Korsakov, 1995), Barocco Bel Canto (música barroca del siglo XVIII, 1997), Titre à Venir (Bars, Gleason, Presley y Baudelaire, 1997), MutationX (Bars, Gleason y Zorn, 1998) estrenada en Moscú, Dialogue de l’Ombre Double (Boulez, 1998) y L’Heure Exquise (Mahler, Webern, Bach y Lehár, 1998). Su gran capacidad creadora le llevó a realizar coreografías para muchas otras compañías, entre ellas: Haut Voltage (Constant y Henry, 1956) para Les Ballets Janine Charrat, Le Voyage (Henry, 1962) para el Ballet de Colonia, basado en el «Libro de los Muertos» del Tibet, La Damnation de Faust (Berlioz, 1964), Renard (Stravinsky, 1965), L’Oiseau de Feu (Stravinsky, 1970), Arepo (Gounod, 1986) y Le Presbytère n’a Rien Perdu de Son Charme, ni le Jardin de Son Éclat (Queen y Mozart, 1997) para el Ballet de l’Opéra de París, Kabuki (Mayuzumi, 1986) y M (Mishima) (1993) para el Ballet de Tokio, y Ring um den Ring (Wagner, 1990) y Ich Stehe im Regen und Warte (1995) para el NDT3. En 1973 creó Je t’Aime, tu Danses de François Weyerganss, para un programa de televisión, en el cual bailó el mismo a Rita Poelvoorde.

Su faceta artística no se quedó sólo en la danza; es también autor de los libros: Mathilde, ou Le Temps Perdu (París, 1962), Maurice Béjart: Un instante dans la Vie (París, 1979) y Béjart par Béjart (París, 1979). Fue galardonado con el Gran Premio de Coreografía del Teatro de las Naciones (1960), Premio de la Fraternidad (1966), Premio Dance Magazine (1974), Premio Erasmus de Ballet Moderno (1974), Gran Premio de la Sociedad de Autores de Francia (1980), Premio de la Asociación de Acción Humanitaria «Together for Peace» (Roma, 1995) y Premio Kyoto de la Fundación Inamori (1999), entre muchos otros. Desde 1995 fue Miembro de la Academia Francesa.

En octubre de 2004 celebró cincuenta años de creación con una noche excepcional en La Scala de Milán, donde echó la vista atrás a su largo repertorio e hizo que los bailarines de su compañía, entre los que destacaron nuevas figuras españolas del ballet, como Rut Miró o Víctor Jiménez, interpretaran piezas que hacía mucho tiempo que no se veían en escena. El espectáculo recibió el nombre de «L’art d’etre grand-père» («El arte de ser abuelo»).

En diciembre de 2005, por su parte, estrenó «El canto de la danza», un espectáculo inspirado en el Zaratustra de Nietzsche; en él, el coreógrafo francés compone «un himno al cuerpo humano danzante, más allá de los siglos, las razas y las civilizaciones», todo ello aderezado con la música de Richard Wagner.

C. Paris / J. Bayo