Badii, Libero (1916-2001).
Pintor y escultor nacido en la localidad italiana de Arezzo el 2 de febrero de 1916 y fallecido el 11 de febrero de 2001 en Buenos Aires. Destacado representante del arte abstracto de Argentina, su riqueza expresiva se manifiesta en los variados materiales con los que trabaja: el yeso, el mármol, la madera o el bronce adquieren formas inimaginables en las distintas etapas creativas del artista.
Siendo todavía un joven muchacho, su familia se trasladó a Argentina, país del que adoptó la nacionalidad en 1947. En el taller paterno de marmolería aprendió a tallar la piedra buscando la armonía de las formas y la belleza que encierra la naturaleza.
Con diecinueve años, Badii ingresó en la Escuela Nocturna de Artes Decorativas de la Nación y, cinco años más tarde, continuó sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Buenos Aires. Gracias a la ayuda de las becas de esta escuela realizó varios viajes por países de América y Europa, lo que le llevó a conocer otras culturas que enriquecieron su estilo y ayudaron a madurar al artista. En 1953 recibió un premio del Ministerio de Educación por su labor gráfica. Muy pronto quedó vinculado al ámbito educativo, donde llegó a ocupar la Cátedra de Escultura y Pintura de la Escuela Superior de Bellas Artes.
Pronto comenzó a ser reconocido por los críticos. Su talla de piedra Torrente obtuvo el premio del XLIII Salón Nacional de Artes Plásticas y la escayola El Deseo le valió el premio Adquisición de Escultura Provincia de Santa Fe (1959) y el Premio Palanza. En 1962 inauguró la exposición Los Retratos en el Museo Nacional de Bellas Artes. Esta temática -junto con la exposición conformada por quince dibujos sobre La Madre– fue recogidos en un filme.
En 1971 ganó el Premio Nacional Bienal de San Pablo (Brasil) con su escultura Los Muñecos y fue nombrado Académico y Caballero de la Orden de las Artes y las Letras francesas.
Según sus propias palabras, «el gran premio que ha llenado mi vida con satisfacción es el de hacer lo que pertenece al campo del Arte«. Siete años más tarde recogió el Premio de la Consagración Nacional.
El reconocimiento a su trabajo se vio también compensado cuando, en 1988, le confiaron la reconstrucción de Museo Altamaller. En él se albergan numerosos objetos de arte que se encontraban abandonados.
Miembro del grupo Artesur, él mismo afirma “dejando la estética por la estética quizás vuelva el Arte en su camino”.
MITC